Los kurdos de Irán preparan una huelga masiva para protestar por el hecho de que las fuerzas de seguridad iraníes prosigan con su campaña de arrestos en la ciudad de Mahabad. Tras casi una semana de disturbios en el noroeste de Irán, los activistas han llamado a los civiles kurdos a emprender una huelga masiva en respuesta a la represión desencadenada por el gobierno iraní contra los manifestantes.
En África del Sur, la actualidad de los horrores xenófobos provoca comentarios rebuscados sobre la contradicción entre la Nación Arcoiris [término acuñado por Desmond Tutú para describir la diversidad de un país en el que conviven multitud de razas, idiomas, culturas y religiones) y su realidad. Las declaraciones de los dignatarios sudafricanos me obligan a recordar que se inscriben en un contexto de, al menos, una gran impronta colonial con su carga de violencia endógena y, sobre todo, tradicionalista y masculinista.
La condena a muerte del ex-presidente Mursi en Egipto debería hacernos reflexionar sobre el destino de las revueltas árabes y la complicidad de Europa y EEUU en la destrucción de la democracia y en el incremento de la violencia en toda la región.
Las revueltas y revoluciones árabes de 2011, frenadas en Siria, fueron apuntilladas en Egipto tras el golpe de Estado del general Abdelfatah Al Sisi en julio de 2013.
En los pasados días 4 al 7 de Mayo el equipo auditor en el Parlamento Heleno, bajo la coordinación de Eric Toussaint, compartieron sus principales hallazgos. La auditoría culminará en un informe, con una Conferencia de Prensa Internacional el próximo 18 de Junio en Atenas, a la que le han mostrado su apoyo más de 300 personalidades mundiales.
Desde hace algunos meses se asiste a un empeoramiento de la situación política y social italiana en lo que se refiere a las condiciones materiales de la clase trabajadora y su capacidad para hacer frente a las políticas de austeridad llevadas a cabo por el gobierno de Matteo Renzi (Partido Demócrata) en concertación con la Confindustria [el equivalente a la CEOE en el Estado Español] y la burguesía italiana.
Detrás de los vaqueros que se compran en las tiendas del primer mundo se esconde una realidad muy poco amable. "Salarios míseros que no cubren las necesidades básicas, jornadas extensas, condiciones laborales inhumanas y peligrosas, trabajo infantil o ausencia de sindicatos legalmente constituidos son algunas de las violaciones de derechos fundamentales que se producen en el sector textil".
La historia tradicional siempre ha presentado la segunda guerra mundial como una consecuencia, básicamente, de los nacionalismos exacerbados y violentos que fueron creciendo en Europa después de la primera guerra mundial (es decir: como una guerra entre naciones, representadas por sus estados). Pero cada vez gana más adeptos entre los historiadores/1 el punto de vista que sostiene que no es posible entender esta guerra sin analizarla, también, como una guerra civil a gran escala, que sacudió todo el continente europeo y que, en algunos casos, tuvo antecedentes y consecuentes fuera de la propia guerra mundial/2.
Aunque sus efectos destructivos son generales y a menudo inevitables, las catástrofes naturales no afectan por igual a las personas. Las poblaciones más marginadas, incluidas las mujeres, suelen llevarse, proporcionalmente, la peor parte cuando ocurren calamidades como huracanes, tornados o terremotos. Investigadores de la London School of Economics y la Universidad de Essex han examinado los datos de 141 países correspondientes a un periodo de 21años, hallando que las catástrofes naturales matan a más mujeres que hombres.
Grecia
Muchos de nosotros no compartíamos la “conveniente ligereza” del relato pre-electoral de la dirección de Syriza, relato que ha facilitado el empuje ante las urnas pero que, acto seguido, nos colocaba frente a una cuestión: ¿es posible desarrollar un programa radical anti-austeridad sin sobrepasar los límites de la tolerancia de la zona euro y aceptando los métodos de negociación de las “instituciones” (término que ha sustituido al de Troika)?
“Ganar”, algo que hace tres años hubiera sido poco más que un buen título de película de ciencia ficción para el gran público, se nos aparece hoy con todas la letras como el imperioso desafío que tenemos por delante. Tan difícil como posible, tan fácil como imposible. La crisis ha convertido la más alocada de las ficciones en realidad.
Judíos etíopes, cristianos eritreos, palestinos de cualquier confesión... Cuando se habla de Israel, se sabe en general que hay judíos y árabes, y que entre ellos hay una dominación colonial de los primeros sobre los segundos y un conflicto centenario resultante de esta agresión colonial. Lo que se conoce mucho menos son las contradicciones internas de las dos sociedades.
Si España –y Cantabria en particular– no ha destacado precisamente por cumplir la normativa comunitaria de carácter ambiental –y ahí está su record de infracciones en las últimas décadas respecto a una U.E. que no es, desde luego, tampoco demasiado exigente en el tema–, lo que viene ocurriendo desde la crisis de 2008 lleva camino de confirmar a las políticas ambientales como unos floreros o decorados ecológicos.
Estamos en una situación insostenible para la mayoría social: pobreza infantil, emergencia habitacional, ataques a los derechos sociales, ataques a las libertades... Es imprescindible cambiar las cosas. Pero el cambio solo será posible si mucha gente se implica. Para obtener resultados, tanto la lucha en la calle como el asalto a las instituciones -y lo que viene después de llegar a ellas- ha de contar con una participación muy amplia y activa.
El presente artículo es la continuación del publicado en Herramienta 55 bajo el título de “Venezuela 2014: una mirada dentro de la revolución”. Abordamos entonces, de manera resumida, algunas características fundamentales de la revolución bolivariana, así como una interpretación del proceso luego de la desaparición física de su líder y pedagogo, Hugo Chávez.
En septiembre de este año se cumple el 80 aniversario de la creación del POUM/1; 10 meses después (julio del 36) se constituyó el PSUC. Ambos surgieron del mismo proyecto… Luego todo cambió hasta extremos sorprendentes, dando lugar a una historia que sigue viva y que conviene aclarar.
A mi juicio, este proceso de “unificación” no se puede explicar sin tener en cuenta al menos cinco factores claves en la conformación del proyecto comunista:
1) el carácter del curso tomado por la revolución de 1917 después de la “guerra civil” que dejó a los bolcheviques al borde del abismo;
2) la victoria consiguiente del aparato burocrático, sobre todo después de la muerte de Lenin;
3) el aislamiento de la revolución después del fracaso de las sucesivas tentativas revolucionarias europeas entre 1918 y 1923,
4) la consiguiente “rusificación” del Komintern, la internacional que desde 1927 cambió sus objetivos por la defensa incondicional de la política exterior del equipo dirigente del PCUS liderado por Stalin, y
5) las inconmensurables consecuencias de la línea llamada de “socialfascismo” según la cual la socialdemocracia era “el enemigo principal”, un desvarío trágico que permitió el ascenso inusitado del fascismo, de la contrarrevolución.
Unos 200 activistas políticos, individuales o miembros de diversas organizaciones independientes, han protagonizado un debate enriquecedor y amistoso sobre la manera de colaborar en la construcción de una amplia alternativa política a la izquierda del Partido Demócrata. Los participantes en la Conferencia sobre el "Futuro de la Izquierda y la Política Independiente" –candidatos y activistas nacionales, estatales y locales, así como cargos electos del Partido Verde, del Partido de la Paz y la Libertad, la Alianza Progresista de Richmond, la Alternativa Socialista y el Partido Progresista de Vermont– debatieron en un espíritu de cooperación sin precedentes sobre los retos electorales y las dificultades que entraña ejercer un cargo público mientras se intenta construir movimientos y llevar a cabo políticas progresistas.
Varios miles de ciudadanos palestinos de Israel, a los que se habían añadido algunas centenas de judíos solidarios, se manifestaban el pasado 28 de abril en la Plaza Rabin en Tel Aviv.
Lo que han subrayado los medios ha sido el número importante de "banderas de la OLP” presentes en la manifestación, en realidad banderas palestinas, lo que es una constante en las concentraciones de la minoría palestina de Israel.