Este año, la novedad del 1º de mayo era el mitin de Sarkozy que se añadía a la manifestación del Frente Nacional.
En su concentración de Trocadero, ante alrededor 40.000 personas, muy lejos de las 200.000 reivindicadas, Sarkozy ha intentado tomar un poco de altura (“gaullista, según una cierta prensa) a la vez que se centraba en un discurso de derecha tradicional: la hostilidad al “socialismo” (como esa fuera una amenaza encarnada por Hollande…) y a los sindicatos denunciados como “politizados” (CGT, FSU, Solidaires) porque llamaban a votar contra él, lo que es sin embargo lo menos que podían hacer.
Desde que el 1° de mayo de 2006 ocupara los campos gasíferos y petroleros con las Fuerzas Armadas y obligara a las empresas extranjeras a renegociar sus contratos, casi todos los Días del Trabajo siguientes Evo Morales nacionalizó alguna firma para consolidar su proyecto de “recuperación estatal de los recursos naturales y los servicios básicos”.
“La revolución, en Europa, a costa de riesgos y peligros,
no tendrá en consideración a los trabajadores de color”
C. L.R. James
Hay, desgraciadamente, una larga tradición de las principales corrientes de la izquierda francesa en considerar como una cuestión secundaria el problema colonial. En los años 50 del pasado siglo, el PCF lo había traducido en una fórmula que sigue siendo célebre en los medios afectados.
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Con una inmensa mayoría de la Cámara de Senadores entra en los próximos días en la Cámara de Diputados el proyecto de ley para la expropiación del 51% de las acciones de YPF SA, ahora intervenida y bajo la conducción del Estado. Se trata de una medida de emergencia, positiva y que hay que votar, en general, favorablemente.
Dow fue la principal compradora. La empresa posee fábricas de productos plásticos y químicos que emiten dióxido de carbono en Alemania, Bélgica, España, Holanda y Polonia. Juntas ocupan el lugar 21 entre los 100 principales compradores europeos de certificados de reducción de emisiones de carbono (CRE) originados en 19 proyectos de dudosa legitimidad.
Muchas de las democracias liberales actuales son multiculturales, es decir, en una misma sociedad y sistema político coexisten grupos de personas con diferentes culturas, idiomas y orígenes nacionales. En el caso de la democracia de España hay dos tipos de fenómenos multiculturales: el que está relacionado con la existencia de diferentes naciones históricas, como Catalunya, el País Vasco y Galicia, y el que está asociado a la presencia de diversos colectivos de personas migrantes que han llegado en los últimos años desde diferentes lugares del mundo.
Invertir en el tejido productivo vasco, con una actuación decidida del sector público que defienda los sectores estratégicos, todo ello en el marco de una soberanía política y económica plena. Es, en pocas palabras, el objetivo último del proyecto estratégico que presentaron ayer la izquierda abertzale, Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba, convencidos de que la situación actual exige decisiones urgentes para situar las bases de otro modelo socio-productivo.
Khaled, de sólo 18 años, tenía que haber acudido a filas el pasado 9 de septiembre. El día en que recibió el certificado donde se le recordaba su obligación con el Ejército sirio, el joven rompió el papel con parsimonia. “Ya había tomado la decisión desde que tengo uso de razón, porque he escuchado muchos relatos sobre humillación y dolor en el Ejército, pero los acontecimientos me confirmaron que no podía acudir”, explica desde una cafetería de Trípoli, capital suní del Líbano donde se refugian miles de sirios huídos de la represión.
Nace la Red Internacional Auditoría Ciudadana (International Citizens Audit Network – ICAN) que, bajo el lema “¡No Debemos! ¡No Pagamos!”, aglutina movimientos y redes en diferentes países europeos y del Norte de África que luchan contra las medidas de austeridad a través de la realización de Auditorías Ciudadanas de la Deuda.
El Café Casa dice algo ya sobre la nueva Libia. Situado en el corazón de Trípoli, al borde de la medina, a un centenar de metros de la Plaza de los Mártires (la antigua Plaza Verde, que ha recuperado su nombre histórico), se puede beber en él algo durante horas mirando pasar a comerciantes cargados de mercancías o de maletas de billetes (pocos tienen confianza en su banco).
Hace algo más de un año que se inició la revuelta en Siria contra el gobierno autoritario de Bacher El Assad. Durante este tiempo la movilización se ha mantenido de forma sostenida ampliando su radio de acción, alcanzando –aunque sea puntualmente- todos los rincones del país. La respuesta gubernamental ha sido una represión despiadada que ha obligado a pronunciarse a diversos organismos internacionales.
Los términos del debate sobre el futuro del sistema político chino suelen situarse dentro de tres perspectivas distintas: unos creen en una transición democrática impulsada por movimientos ciudadanos y de intelectuales, otros auguran un levantamiento popular legitimado por las desigualdades sociales y la corrupción, y otros más, finalmente, piensan que podríamos asistir a una lenta reforma controlada por las élites del Partido Comunista.
[Este es precisamente el tipo de situación que los planificadores del trazado del muro /1 esperaban evitar: el hecho de tener palestinos con prohibición de entrar en Israel pillados del lado “israelí” del muro. Sin embargo, en su largo y sinuoso trazado, la barrera ha atrapado a unos 35.000 palestinos que describen su nueva situación como una prisión cotidiana].
1.- La mejor defensa, un buen ataque: no parece casual el empeño del Gobierno de España por centrar el debate de las modificaciones al Sistema Público de Salud en la pérdida de derechos de las personas migrantes irregulares.
Frases como las vertidas por la ministra de Salud, Ana Mato diciendo “la tarjeta sanitaria es para los españoles” o del consejero de Sanidad de Castilla la Mancha, José Ignacio Echániz “no hay que olvidar que la sanidad gratuita ha sido fundamental para fomentar el efecto llamada.
[Hay gente que tiene la rara cualidad de irradiar lo buenas personas que son y basta con estrecharles la mano para sentir ese calor que le viene de dentro. Hay militantes que tienen la cualidad, también bastante rara, de ser a la vez, y naturalmente, activistas de su barrio y revolucionarios hasta el tuétano, tan a gusto organizando una Cabalgata de Reyes alternativa como en los piquetes de una huelga general, aunque tuviera que apoyar sus huesos maltrechos en unas muletas.
La IX Marcha Indígena ha comenzado. ¿Funcionará como el catalizador del descontento social que se viene expresando de múltiples modos? Según la Fundación UNIR, en el año 2011 se contabilizaron alrededor de 1.300 conflictos en el país.
A riesgo de simplificar, se puede afirmar que prácticamente todos fueron y son sectoriales y parciales.