El segundo mandato autoritario de Donald Trump ha llevado a algunos críticos a calificarlo de fascista en la estela de Adolf Hitler. Sin embargo, la política reaccionaria de Trump es muy autóctona, y el camino para derrotarlo pasa por la reforma de las instituciones antidemocráticas de este país.
El mensaje que llega a través de los medios de comunicación en el Estado español es por lo general que Die Linke es un partido más bien moderado. Esta impresión está justificada.
Los manifestantes que piden a Hamás que deje el poder saben que son, en primer lugar, objetivos para el ejército israelí. Saben muy bien que este ejército no busca eliminar precisamente a tal o cual combatiente de Hamás, lo que podría hacer con sus medios tecnológicos. Los israelíes quieren hacer el mayor daño posible entre la población. ¿Y eso no os sorprende? En vuestra opinión, ¿solo existe el “derecho de Israel a defenderse”?
Todo lo que podemos hacer en esta fase es establecer algunos principios generales y posiciones tácticas. El primer principio es recordar que la naturaleza política de los regímenes no determina su lugar en las relaciones de fuerza: debemos oponernos a los imperialistas y apoyar a las naciones oprimidas, sea cual sea su poder político.
El comercio no estadounidense de otras naciones podría compensar cualquier reducción de las exportaciones a Estados Unidos. En el siglo XXI, el comercio estadounidense ya no es el que más contribuye al crecimiento del comercio: China ha tomado una delantera decisiva.
Xarra no era de quedarse quieto. Así lo manifestaba en una entrevista que le hicieron en el periódico local GUKA el año 2018: “yo siempre he sido un poco militante, y ahora también lo sigo siendo. Aquí nadie da nada si no nos movemos”. Agur eta ahorre Xarra.
Neocolonialismo cultural sibilino aprovechándose de la globalización. Y siempre con la misma fórmula (“todo a coste cero y a costa de otros”) tras erigirse en la vanguardia del arte moderno, en el faro elitista al que hay que rendir devoción y pleitesía. Una variante más, en definitiva, del sueño americano.
El papel estructural que la vivienda juega en el capitalismo español, su efecto político a la hora de configurar la propia conciencia política de amplios sectores sociales, sitúan el acceso a la vivienda y la disputa por su uso como uno de los terrenos donde más claramente se expresa la lucha de clases y con ello, siembra el terreno para debates estratégicos que hacía tiempo no vivíamos.
Ilyá Budraitskis, historiador y autor, profesor de la Universidad de California en Berkeley y una de las voces más importantes del pensamiento intelectual de izquierda ruso, sobre la lógica imperialista que preside las conversaciones entre EE UU y Rusia con respecto al final de la guerra en Ucrania, los objetivos de ambas partes y la posición de la izquierda rusa ante un posible acuerdo de paz.
Es evidente la constatación de un círculo vicioso de desinversión –especialmente en atención primaria y servicios de salud pública–, listas de espera, precarización y temporalidad laboral, lesión sobre el derecho a la salud, y crecientes asimetrías de clase, raza y género en el acceso al mismo.
La intención del curso es aportar herramientas de análisis sobre las estrategias comunicativas de la extrema derecha en las redes sociales para defender el negacionismo climático y el estudio del modelo de negocio de las social media que favorece no solo los mensajes negacionistas sino toda una industria del bulo. Además analizaremos cómo se construyen y circulan los discursos del negacionismo climático y cómo se entroncan con el trumpismo discursivo.
Algunos lectores quizás hayan oído que el llamado “modelo de Trieste” de atención en salud mental ha estado bajo amenaza en los últimos años, debido a acciones hostiles por parte del gobierno local de derecha. Se ha lanzado una petición para salvar el sistema, la cual ha sido firmada por prestigiosos profesionales de todo el mundo.
Con lágrimas en los ojos y toda la dignidad, el grito de València contra Mazón
La sexta manifestación en cinco meses vuelve a llenar las calles de València con miles de personas para pedir la dimisión del presidente de la Generalitat y lo acusan de asesino
“Están preparando el terreno para que la gente se vaya”
Una sedicente defensa que degrada (o directamente destruye) los bienes y valores que supuestamente se trata de defender es un contrasentido estratégico. Y eso es precisamente lo que sucede con el rearme europeo que ahora se está propugnando
A iniciativa del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria (MEPH) el próximo 5 de abril se van a celebrar movilizaciones en las cuatro capitales vascas en reivindicación de salarios mínimos y pensiones mínimas justas y suficientes, que garanticen a todas las personas trabajadoras y pensionistas acceder a unas condiciones de vida dignas, que les haga salir de la pobreza y de la precariedad. Estas movilizaciones van a contar con el apoyo de la práctica totalidad de las organizaciones sindicales y de múltiples colectivos sociales de mujeres, jóvenes y de otros sectores populares.
La masiva movilización registrada este sábado en las calles de Istambul (las cifras oscilan entre un millón y dos millones de personas) tras 10 días de movilización interrumpida contra la detención del alcalde de Istambul (y futuro candidato a la elección presidencial) marca un hito más en la crisis política del régimen turco. Emre Öngün, ofrece algunas claves para entenderlo.
La crisis política de Turquía se produce en un contexto de fracaso estructural de las políticas económicas del régimen de Recep Tayyip Erdoğan. Su deseo de satisfacer a los mercados al tiempo que preserva su base electoral es cada vez más insostenible.
El proyecto de Trump, Vance y Musk es fácil de comprender: quieren destruir la capacidad democrática (ya antes tan débil) de toma de decisión y de acción, con el fin de acumular el poder y de aprovecharse de la corrupción de las instituciones.
"Marxistas del siglo XXI". Así tildó la portavoz de la Xunta de Galicia al conjunto de manifestantes que anegaron y colapsaron el concello de A Pobra do Caramiñal para expresar su rechazo a la instalación de otra macro fábrica de celulosa en la comunidad autónoma gallega. No habría nada que objetar si no fuera porque la ocurrencia de la conselleira incide en la pretensión de convertir la lucha del pueblo gallego por defender su territorio en una mera confrontación partidista, en clave electoralista, e interesada por ocupar el poder administrativo.