La gentrificación es inevitable
y otras mentiras
Leslie Kern

Bellaterra, 2022
242 pp. 23 €

Blanca Martínez López

Esta académica e investigadora feminista de geografía urbana aborda la cuestión de la gentrificación de forma cercana y llena de ejemplos y experiencias propias que provocan que el ensayo se entremezcle con una sensación de estar leyendo narrativa. 

El libro permite comprender la gentrificación como un proceso complejo en el que interfieren multitud de factores. Podemos entender, por tanto, que se trata de un fenómeno inscrito en el capitalismo, el cual genera la transformación del espacio urbano en busca de un aumento de la demanda comercial y habitacional. Como consecuencia, obliga (por lo general) a sus residentes a abandonar dicho espacio. Kern habla de la multiplicidad de aspectos a tener en cuenta, como el que existe un sinfín de actores como gobiernos, plataformas digitales, especuladores o desarrolladores que la impulsan con el objetivo común de lucrarse del espacio urbano. Además, su unión con el sistema capitalista provoca que se produzca una pérdida progresiva de los espacios públicos frente a un aumento de los espacios privatizados e hipervigilados organizados en torno al consumo.

En el volumen, nos adentramos en siete relatos que se utilizan a menudo para entender la gentrificación y que, para la autora, constituyen discursos erróneos debido a la forma en la que tratan de minimizar las posibilidades de lucha contra el fenómeno, son parciales o sesgados en base a privilegios de las personas que se apoyan en los mismos. Entre estos relatos, se encuentran la idea de que la gentrificación es natural, una cuestión de gusto, dinero, clase, desplazamiento físico, poder o una metáfora de los procesos de incorporación de la ciudad a la cultura mainstream.

Por último, y como tesis principal, Kern trata de rebatir el argumento de que la gentrificación es inevitable y, con ello, afirma: “El relato de la inevitabilidad encaja perfectamente en las manos de quienes se benefician con la gentrificación. Nos mantiene aislados y frustrados, en nuestras propias burbujas, sin advertir que existen alternativas o que la lucha comunitaria puede dar frutos”. La autora, por tanto, trata de dar algunas respuestas para lo que considera “cambiar la historia y el final”, apostando por una política feminista y queer contra la gentrificación ya que, como afirma, no tiene sentido militar por la vivienda si no se ofrecen alternativas a la familia nuclear burguesa, a una división de tareas sexista o a los peligros de la violencia doméstica. Defiende la idea de “encontrar el propio afuera”; un espacio fuera del capitalismo ya que sus defensores se apoyan en convencer a las masas de la inexistencia de alternativas debido a que cualquier acción está inserta en este, obviando cómo día a día podemos involucrarnos en acciones y relaciones que lo desafíen.

Las hermanas Grimké:
antiesclavistas y feministas
Gerda Lerner 

Katakrak, 2022

448 pp. 27 €
Ana Pérez Cañamares

Antes de escribir La creación del patriarcado, libro fundamental para el feminismo, Gerda Lerner se embarcó en dar a conocer la historia de las hermanas Sarah y Angelina Grimké. Su carácter rebelde, perseverante e insobornable se hace más evidente cuando sabemos que nacieron en el seno de una familia del Sur que debía su poder y riqueza a la posesión de esclavos y que, desde su infancia, su innata capacidad para la justicia y la compasión las hizo escandalizarse ante el trato que recibían los esclavos de la plantación familiar. Pese a la oposición de familiares, amigos y coetáneos, se formaron para contribuir a la lucha contra la esclavitud, enfrentándose incluso a los reformistas. En su mentalidad religiosa, era absolutamente imposible que en un mundo regido por los mandamientos de Dios se diera un trato degradante a un ser hecho a su imagen y semejanza. 

Es precisamente su indignación ante la situación social de los hombres y mujeres negros, no sólo en su status de esclavos, sino también como ciudadanos de segunda en los Estados libres, lo que lleva a las hermanas a analizar la situación de la mujer. Como tales, fueron víctimas de la hipocresía que las veía como “ángeles del hogar”, pero que las discriminaba en la vida social, las abucheaba y perseguía como oradoras, las ridiculizaba como seres pensantes y las relegaba al papel de compañeras y madres, eternamente infantilizadas. Ellas fueron las primeras en vincular la lucha contra la opresión racial con la defensa de los derechos de las mujeres, y a ambas causas se dedicaron, con plena fe en la libertad y la dignidad individual independientemente de la raza y el sexo. Sus vidas y sus ideas encarnan las dudas y las incertidumbres personales, así como los retos, las dificultades y las luchas por las que tuvieron que pasar con el fin de hacer oír y valer su palabra, no sólo frente a los que se les oponían, sino también hacia aquellos supuestos “aliados” con los que compartían causa, pero insistían en relegarlas a un segundo plano. Sacaron a la luz las contradicciones que una vez tras otra han sufrido las mujeres en sus carnes: no valen milenios de misoginia y discriminación, lo demás es siempre lo importante, la lucha de las mujeres secundaria. Nosotras siempre tenemos que esperar.

Que las hermanas Grimké sean apenas conocidas, incluso entre las feministas, así como la actualidad de su lucha, nunca tan superada como quieren hacernos creer, en especial en este aspecto de seguir considerando secundaria la causa de las mujeres, hace que este libro sea casi tan fundamental como otros de la autora. Con gran profusión de datos y anécdotas (y la inclusión al final de las propias palabras de las hermanas en los discursos y alegatos que pronunciaron) hace que sintamos que su historia es la nuestra. 

Cultura fósil. Arte, cultura y política entre la revolución industrial y el calentamiento global
Jaime Vindel

Akal, 2023
496 pp. 24 € 

Irene Landa

Este libro podría considerarse la secuela de Estética fósil, el trabajo previo del autor que exploraba cómo el recurso a los combustibles fósiles como fuente energética asociada a la modernidad industrial ha condicionado nuestra experiencia sensible de la realidad. En un nuevo gesto, que busca vincular la ecología política con las tesis del materialismo cultural de la escuela de Birmingham, Vindel propone abrir otro campo de acción dentro del proyecto ecosocialista: aquel situado en el extenso e indefinido terreno de la cultura donde los imaginarios que alimentan nuestra cotidianidad son fecundados.

Continuando la estela de autores como Raymond Williams, este ensayo se estructura en torno a una concepción no determinista y ordinaria de la cultura, donde esta ha dejado de ser un reflejo de lo económico, como un análisis marxista con tendencias mecanicistas plantearía, para elevarse a categoría autónoma capaz de jugar un papel activo en la configuración de los procesos sociales y los imaginarios industriales. Partiendo de esta base, el concepto de cultura fósil planteado busca conjugar las cosmovisiones energéticas imperantes con las formaciones culturales de la modernidad industrial. Esto nos permite detectar el influjo que sus imaginarios fósiles y energéticos han desplegado en nuestros modos de vida, tanto materiales como simbólicos.

Cultura fósil resulta un manual que cualquier teórico del arte y los estudios culturales con ciertas inquietudes ecosocialistas habría agradecido a lo largo de su formación. Constituye el reverso a la lectura ritualista de Gombrich en los estudios de Historia del Arte, en el que la matriz energética que ha impregnado nuestro imaginario cultural a lo largo del transcurso de la modernidad industrial es desvelada.

A través de un itinerario fraccionado en varios casos de estudio situados en distintos puntos temporales e históricos, navega desde el paisajismo romántico inglés a las cosmoutopías del socialismo ruso. A la vez, va desenredando por el camino, ya no sólo los imaginarios energéticos que se encuentran enraizados en los efectos desplegados por la revolución industrial y la expansión económica del capitalismo, sino también el mito productivista y extractivista sobre el que se ha sostenido buena parte de la cultura socialista del pasado siglo. 

Reconstruir un proyecto político dentro de los límites ecológicos del planeta implica repensar los imaginarios y utopías que actuarán como su combustible creativo. Para articularse políticamente en términos hegemónicos es necesario abordar todas las esferas de la vida con el objetivo de transformarla íntegramente. En otras palabras: reactivar la dimensión cultural y estética del proyecto ecosocialista para así cambiarlo todo.

Palestina. Cien años de colonialismo
y resistencia
Rashid Khalidi

Capitán Swing, 2022
392 pp. 25 €

Alberto García-Teresa

Khalidi, historiador de origen palestino-libanés y profesor en varias universidades estadounidenses, ofrece uno de los más completos recorridos históricos y políticos de la ocupación de Palestina con este libro de referencia.

Documentadísimo, este volumen combina una perspectiva más académica (con abundantes referencias, inclusión de material escrito de cada momento y trabajo de archivo e investigación) con otra de memoria personal. Sin perder rigor, puntualmente, el autor vuelca testimonios propios y de sus familiares y antecesores para narrar de otra manera también los hechos y explicar las consecuencias, más allá de los datos y de la exposición de atrocidades, de la ocupación. Estas anécdotas y relatos sirven para fijar y dar cara a la terrible sucesión de injusticias y despropósitos que jalonan este desigual conflicto.

Coherente con una voluntad de divulgación, el libro fluye con agilidad a pesar de la profusión de detalles de algunos tramos. Khalidi incluso recoge algunos datos de la última evolución del conflicto en un prólogo a la edición española para salvar los cinco años que distancian la publicación original de esta. Además, se adentra y responde a debates históricos y coetáneos. El autor incide explícitamente en mostrar la perspectiva palestina de todo el proceso y las dinámicas geopolíticas internacionales que mantienen el apoyo al sionismo. De hecho, es reseñable cómo también recorre, con fuerte autocrítica, todas las muestras y evoluciones de las diversas maneras de resistencia palestina en este tiempo.

Uno de los aciertos de la obra es mostrar los primeros pasos del sionismo y el progreso, desde el siglo XIX, de las tensiones entre la incipiente conciencia nacionalista palestina y las presiones de parte de políticos y pensadores judíos. Sin duda, la declaración Balfour en 1917 (por la que el Imperio Británico se comprometía a apoyar e impulsar la creación de un “hogar nacional para el pueblo” judío en Palestina, que controlaba, obviando al 94% árabe autóctono que vivía en la región), los acontecimientos de 1948 o los ataques de junio de 1967 constituyen hitos en ese proceso de desalojo y genocidio, pero el autor enlaza y contextualiza los hechos para evidenciar esa “guerra sistemática –aunque intermitente– contra Palestina” (no en vano, el título original del libro es “La guerra de los cien años en Palestina”), cuyo objetivo es la desposesión y la construcción de una nación judía exclusiva y excluyente. Esos tramos preliminares a la formalización del Estado de Israel resultan fundamentales para comprender la violencia y el fanatismo sionista a partir de la segunda mitad del siglo XX.

Unas páginas sobrecogedoras para no olvidar ni evitar la mirada.

Vidas excitadas: Sensorialidad
y capitalismo en la cultura moderna
Sonsoles Hernández Barbosa

Sans Soleil, 2022 
271 pp. 19,5 €

Matías Escalera Cordero

La tesis de partida no puede ser más contundente y sugestiva: los sentidos son utilizados como cebos y reclamo para el consumo desde el principio de la modernidad, especialmente desde los inicios de la segunda revolución industrial, cimentada, sobre todo, en el consumo de productos domésticos. Esta hiperestimulación no es un fenómeno reciente, sino que está en el origen mismo del capitalismo de consumo.

Sonsoles Hernández señala un aspecto clave para centrar el fenómeno de la sobreexcitación sensorial como vía de control de las conductas en el capitalismo moderno: así como la hiperestesia o la búsqueda de la experiencia multisensorial intensa que domina a una parte de las élites modernistas de finales del siglo XIX se fundamenta en la actividad existencial y vital, esta hiperestimulación de los sentidos por los objetos de consumo, dirigida a las masas, es un fenómeno esencialmente pasivo: solo hay que analizar la naturaleza de los grandes almacenes, de la industria de la moda cosmética y textil o el moderno arrebato gastronómico.

Es así como el capitalismo “instaura un sistema económico que afecta al cuerpo” y como los objetos, que sustituyen a la experiencia real del mundo, nos expropian la vida, “seduciéndonos a través de los sentidos”. Un fenómeno que, al principio, se localizaba en las clases pudientes, pero que al democratizarse, “acaba ejerciendo de incentivo compensador al sometimiento de la clase obrera”. En términos foucaultianos, se trataría de una vía preferente de la doma y el disciplinamiento de los trabajadores pero, en términos lacanianos, lo que provoca es una especie de deslizamiento hacia “objetos de compensación”.

Dicho de otro modo, la autora nos muestra, experiencia a experiencia, fenómeno a fenómeno, cómo en la urbe moderna, desde mediados del XIX, toda nuestra vida: ocio y negocio, sueños, ilusiones, enfermedad y deseos, ha sido penetrada por el capitalismo, construyéndonos a su imagen y semejanza, a través de nuestros sentidos: “lo queramos o no, somos capitalismo”.

Y es así como el capitalismo industrial se convierte en capitalismo cultural. Y una rutina/espacio emblemática/o de esta transición son los grandes almacenes, semejantes, en sus construcciones iniciales, a teatros y a templos, en los que los objetos se nos ofrecen en una atmósfera sensorial planificada, expuestos por una poderosísima herramienta de moldeamiento de conductas: la publicidad masiva o el marketing de las emociones. Se trata de rutinas/espacios que se convertirán en los preferentes del “ocio dirigido” de las masas, en el que la autonomía personal del disfrute desaparece, y que provoca patologías asociadas a esta paroxística sobreestimulación sensorial insaciable e imposible de colmar.

Barbarismos queer y otras esdrújulas
R. Lucas Platero, María Rosón y Esther Ortega (eds.)

Bellaterra, 2017
432 pp. 22 €

Begoña Zabala González

Estructurado a modo de diccionario en orden alfabético, este volumen recoge 53 términos y palabras, provenientes en su mayor parte del mundo anglosajón, que son utilizados tal cual en castellano. Otros son traducciones literales y también aparecen palabras esdrújulas, en el sentido de difíciles. Estas referencias están redactadas en breves espacios de siete u ocho páginas cada una por unas cincuenta personas relacionadas con el activismo y la academia. En realidad, se trata de palabras de argot usadas en diferentes grupos dentro del universo queer. Así, esta obra trata de explicar el significado, la procedencia, la concordancia, la utilización, a veces contradictoria o dispar según las autoras, de los vocablos elegidos. Además, se señala expresamente que no resultan conceptos acabados ni entran dentro de la epistemología como dogmáticos o cerrados; características que se deduce en ocasiones de los diversos textos.

Muchas de estas entradas se leen y se acogen con ganas, pues se mueven en el entorno del feminismo, transfeminismo, LGTBI+ y de los estudios críticos de feminismo, estudios decoloniales, anticapitalistas. Resultan relativamente conocidos conceptos como “agencia”, “binarismo”, “capacitismo”, “cis”, “despatologización”, “gay”, “heteronormatividad”, “trans”, “transfeminismo” o “interseccionalidad”, por citar algunos de los más extendidos. De ellos se tienen abundantes referencias y aparecen de forma constante en los debates, manifiestos, alegatos, ponencias y charlas.

Sin embargo, existen muchos otros, sin traducción generalmente, que resultan de más limitado conocimiento y de restrictiva circulación. Digamos que para personal más entendido. Pueden ser “cripwashing”, “cross-dresser”, “cruisin”, “embodiment”, “slut-shaming”, “haunted”… De lo dicho ya se puede deducir que no es un libro de constante consulta o que se lea de un tirón para introducirnos en una temática concreta que se aprehende de forma sistemática. Se trata de una inmersión en el mundo del lenguaje, de la traducción y de los préstamos lingüísticos, siempre dentro del paraguas queer que nos ofrece el título.

En este sentido de la traducción y del lenguaje específico de argot o especializado, se nos ofrece un buen y breve artículo en la introducción, en las primeras diez páginas. Cómo se deben o no se deben utilizar las palabras extranjeras o cómo castellanizarlas, incluyendo su significado, ha sido tarea de la Real Academia Española (RAE). Por cierto, con resultados bastante criticados por su aparente y contradictorio españolismo. 

Así, leer este libro teniendo en cuenta las sugerencias de la introducción resulta un ejercicio más que interesante de lectura y comprensión de los 53 términos en jaque.