Hace treinta años le pregunté al entonces Subcomandante Marcos algo sobre el siguiente paso del movimiento. Me miró muy serio y me dijo: “No sé si mañana existamos. Desde el primero de enero estamos viviendo horas extra”.
Israel se acerca rápidamente a una encrucijada en la que tendrá que elegir: hacia un alto el fuego y la posibilidad de dialogar con las y los palestinos, o una guerra sin fin y un aislamiento internacional como nunca ha conocido.
Alemania ha mandado en los últimos 20 años, armas a Israel por valor de miles de millones y en los últimos dos años facilitó a Israel el 47% de las armas convencionales, lo que sitúa a Alemania como el segundo país proveedor de armas del estado sionista, tras EE.UU.
Ojalá algún día, en una Palestina liberada, haya una calle que conmemore a estos jóvenes valientes, hombres y mujeres que enseñaron al mundo que lo que está ocurriendo en Palestina es una injusticia intolerable.
La insólita insurrección indígena en México, dirigida por desconocidos que se hicieron llamar Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en el amanecer de 1994, adelantó de manera inesperada el cambio de siglo (o milenio), anunciando nuevos aires, ideas y luchas que de golpe recrearon a una izquierda que se había eclipsado con la caída del muro de Berlín en 1989,
La constatación es evidente. Las democracias liberales, parlamentarias, adosadas a Estados llamados de derecho, hacen frente, en el exterior, a regímenes que aborrecen esa forma política, mientras que, en su interior, son saboteadas por una amplia fracción de fuerzas de derecha o extrema derecha.
"La tortura tiene género, se expresa en violencia sexual, se llama tortura sexista y se ejerce con total impunidad. Esto significa que, a la hora de ejecutar la violencia contra una persona, esto no se hace al azar, sino que se tienen muy en cuenta las concepciones de los cuerpos de hombres y mujeres, de los órganos sexuales y de la sexualidad, en un contexto determinado, para causar el mayor daño y sufrimiento posible."
Palestina, como Estado plenamente reconocido y apoyado expresaría un futuro colectivo mejor para la humanidad. En ello deben intervenir, por el bien colectivo, muchos más Estados y pueblos, dispuestos, resueltos a reenfocar su acción militar y armamentística, económica y cultural, y a reforzar su propia interrelación, independencia y capacidad de incidencia internacional.
Quizá cuando leáis el libro no estaréis de acuerdo con las valoraciones que hacen los protagonistas, quizá encontraréis alguna página que os aburrirá, pero creo que a pesar de los pesares pensaréis que en sus testimonios hay mucha verdad, mucha generosidad, mucha confianza en la humanidad.
Potser quan llegiu el llibre no estareu d'acord amb les valoracions que fan els protagonistes, potser trobareu alguna pàgina que us avorrirà, però crec que malgrat tot pensareu que en els seus testimonis hi ha molta veritat, molta generositat, molta confiança en la humanitat.
El ejército israelí ha señalado a decenas de miles de gazatíes como sospechosos a asesinar utilizando un sistema de selección de objetivos de Inteligencia Artificial (IA) con escasa supervisión humana y una laxa política de bajas colaterales.
Es conocida la expresión del mil millonario Warren Buffet que afirmaba que en la sociedad había una guerra “y la estamos ganado nosotros, los ricos”. Un reconocimiento explícito de la élite como clase social, que en cambio no supone una clase antagónica a la que se enfrente. Según su visión frente a la clase social que organiza el planeta hay individuos, grupos dispersos, masas amorfas o identidades en conflicto, pero no una clase social que dispute el poder a la clase de los ricos, porque la guerra que van ganando consiste precisamente en eso, en descomponer las clases subalternas para que no puedan discutir la hegemonía del capital.
Para la población palestina, las casas en los campos son más que estructuras físicas. Representan resistencia, aguante y esperanza de retorno. Por eso siempre son un objetivo.
Si examinamos el desarrollo de la economía de guerra rusa a través del prisma de la política macroeconómica del Estado, caracterizada por el keynesianismo militar, veremos que el apoyo a la guerra por parte al menos de un sector de la sociedad rusa se basa en factores materiales.
Los trabajadores piden ayuda a la comunidad. La preservación de su colección -de escala latinoamericana y reconocida por la UNESCO como patrimonio cultural- se ve amenazada por los ajustes del gobierno en materia de cultura y por los tarifazos. Hoy está en riesgo su continuidad.
De la cárcel al palacio presidencial, Bassirou Diomaye Faye ha tenido una carrera poco habitual. Acaba de ganar las elecciones presidenciales en primera vuelta con más del 54% de los votos, una hazaña única en la historia de Senegal.
Sin embargo, Erdogan seguirá siendo presidente de la República hasta 2028, contando con fuertes poderes otorgados por una Constitución que le permitirá seguir jugando a hacer y deshacer alianzas con diferentes fuerzas islamistas y la extrema derecha fascistizante.
Un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Oxford concluye que los hospitales privatizados suelen prestar una asistencia de peor calidad tras dejar de ser de públicos. No aprecian beneficios en la externalización y, por contra, observan tasas más elevadas de muertes evitables.
los elementos clave de una transición ecológica desde abajo: desmercantilización de la producción, reducción de la jornada laboral, redistribución de la riqueza. La convergencia entre las luchas en el centro de trabajo y las luchas comunitarias, de la que el conflicto de GKN es un ejemplo, será un nodo crucial para las amplias movilizaciones necesarias para llegar a fin de mes y, al mismo tiempo, ir más allá del fin del mundo.
La sociología crítica de la escuela había insistido en la función reproductora de la escuela, pero con su transformación neoliberal está en juego algo más: la subordinación del conocimiento y de los saberes al valor mercantil y a las exigencias de la competencia económica.