Conocemos bien la escritura de nuestro compañero Jorge Riechmann (Madrid, 1962) en estas páginas. Tanto a través de su poesía como de su lúcida reflexión teórica y sus reveladores ensayos, es uno de los más agudos pensadores sobre cuestiones ecosociales, uno de los observadores más perspicaces y autocríticos de nuestro tiempo.

Fruto de esa mirada surge Z (poemario ganador del Premio Internacional de Poesía Crítica Álvaro Tejero Barrio, en el que participa la Fundación viento sur), que continúa la senda de su fecunda trayectoria poética pero que ahonda en la constatación del colapso ecosocial sobre el que lleva décadas escribiendo y actuando.

Sobresale su destreza para la concisión en estas piezas. Resalta su capacidad de fulguración más allá de la construcción de un tono sostenido (pausado, rotundo sin ser contundente) y de una sólida urdimbre de textos. Logra un buen acabado formal sin buscar la efectividad explosiva, el eslogan o la mera chispa ingeniosa, donde no se pierde la tensión poética.

Además de desmontar el discurso hegemónico a base de desdoblar su lógica, de mostrar las consecuencias últimas de su desarrollo, lanza una perspectiva propositiva: es una crítica, pero afianza otra forma de vida, con otros valores: “Hay que inventar nuevas dimensiones”, nos dice, y muestra cómo llevarlo a cabo. Apela a una reorganización de prioridades que el “yo” mismo pone en marcha. Es una praxis de la empatía radical (al otro más extremo: animales y plantas) donde resulta crucial la dimensión de reinmersión ecológica. El planteamiento ético no es exposición de discurso, sino que se demuestra a través de esa revinculación. Así, reubica al ser humano frente a la naturaleza y realiza una proclamación de la sencillez, de la mirada desnuda como forma de asumir la realidad y de poder afrontarla sin autoengaño ni afán de espectacularidad. De este modo encara el colapso ecosocial con una crudeza y una serenidad, al mismo tiempo, asombrosas.

Alberto García-Teresa

♦♦♦

 

El caos climático como oportunidad de negocio

La guerra como oportunidad de negocio

La destrucción de la trama de la vida como oportunidad

de negocio

La extinción del ser humano

como fantástica oportunidad de negocio

**

Durante la vigorosa juventud

aquella sólida certidumbre intuitiva:

lograremos evitar lo peor

pero el mundo ha seguido descendiendo

sus aciagos escalones de catástrofe

y uno ya ha encanecido bastante

y se pregunta: ¿seremos al menos capaces

de evitar lo peor de lo peor?

**

Estar quieto

mucho tiempo

en mitad del bosque

hasta que el vuelo del aguililla calzada

o el paso silente del corzo

**

Agradecer

a los pinos y a los corzos

Pedir perdón a los pinos

y a los corzos

y luego dar gracias otra vez

**

Pero quien busca respuestas

tan compulsivamente

¿será porque no ama bastante las preguntas?

**

Coraje para la verdad:

si lo tuviésemos

el ser humano podría

quizá incluso salvarse

**

A medida que el agua

de hielos y de nieves se fundía

se me fue derritiendo igualmente la retórica

**

Nada de lo que está ocurriendo

importa más que la descongelación del permafrost

o la acidificación de los océanos. Pero no

prestamos atención

**

Ser conscientes

de lo que deberíamos hacer

ser conscientes de nuestra incapacidad para hacerlo

y negarse a la esperanza-ficción

y a la acción compensatoria

**

Durante el sueño

una mala postura

–y a la mañana dolor

¿Y si estamos viviendo

todos todas la sociedad entera

en una mala postura?

**

La automatización del trabajo es imparable

la digitalización de la economía es imparable

la expansión de los monopolios tecnológicos es imparable

el automóvil eléctrico es imparable

y por eso –todos están de acuerdo–

el extractivismo es imparable

el uso del petróleo restante es imparable

el apocalipsis climático es imparable

el canibalismo de los ricos sobre los pobres es imparable

y el exterminio de la humanidad es imparable

**

Necesitábamos tiempo

Tiempo para la reforma intelectual y moral

tiempo para democratizar la democracia

tiempo para transformar la economía

tiempo para construir el auténtico Estado de Derecho

El tiempo

se acabó

**

No “pequeños gestos

para salvar el planeta”:

grandes revoluciones

de las que no somos capaces

**

Queridas diatomeas

queridos okapis

queridas aguilillas calzadas

perdón

perdón

perdón

Vosotras hicisteis vuestra parte

nosotros no

No estuvimos a la altura

**

Dejar ser

al otro

al pinsapo

al sarrio

al chochín

dejar que se despliegue

la voz del otro

la del jilguero

la del roble melojo

la potente voz de la ranita

de san Antón

Estar ahí

dejar ser

acompañar

pero también no estar

**

Pisar con sumo cuidado

cada paso del sendero

como si caminases sobre un animal vivo

porque caminas sobre un animal vivo

**

Ese pequeño dolor en la rodilla te avisa:

camina más despacio

Esa breve confusión mental te está diciendo:

atento a lo que sucede

Ese lapsus en medio del trabajo te recuerda:

no te olvides de amar

**

No será

con nuestras cubiertas de plantas verdes

ni nuestros hoteles para insectos

como prevaleceremos sobre el capital

pero eso no significa

que construir casitas para pájaros

y promover los huertos urbanos

no tenga sentido

Darnos la mano en la oscuridad

no derrota al monstruo

pero nos salva del miedo

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