La crítica agotada. Claves para un cambio de civilización

José Manuel Naredo

Siglo XXI, 2022
327 pp. 19 €

Jaime Pastor

Desde sus primeros trabajos, como los aparecidos en Ruedo Ibérico, y a lo largo de las diferentes obras que ha ido publicando durante su larga trayectoria (entre las que destaca La economía en evolución), José Manuel Naredo se ha caracterizado por el desarrollo sistemático de un pensamiento crítico propio y, sobre todo, por haber fundamentado la defensa de un paradigma “ecointegrador” capaz de superar la separación entre economía y ecología, especie humana y naturaleza, individuo y sociedad. Basta remitirse a su página oficial (http://elrincondenaredo.org/) para comprobar ese enorme esfuerzo intelectual, todavía insuficientemente reconocido.

En esta obra, prosigue y se reafirma en esta labor centrando su interés en responder al “impasse socio-político-ideológico” en que nos encontramos ante la actual crisis civilizatoria. Naredo considera que “el discurso crítico está agotado” y que ello se debe al uso de lo que denomina “no conceptos”, que no contribuyen a conducir a un cambio civilizatorio. Entre ellos incluye los de “producción”, “medio ambiente”, “desarrollo sostenible”, “neoliberalismo”, “fundamentalismo de mercado” y “decrecimiento”. 

En los distintos capítulos del libro va argumentando las debilidades de esos y otros “términos fetiche” que, desde su punto de vista, “descarrían al movimiento ecologista” y no ayudan a “la demolición del tejido de conceptos claves de la ideología dominante”. Especial interés como camino alternativo tiene el último capítulo, en el que, apoyándose en Patrick Geddes, confronta de nuevo “cacotopía” y “eutopía”, apostando por que esta última se convierta en “la meta ilusionante hacia la que debería apuntar la transición ecosocial de la que ahora se habla”.

Quizás las cuestiones que puedan parecer más polémicas sean las relacionadas con los pros y contras de los conceptos de “decrecimiento” y “neoliberalismo”. Respecto al primero, argumenta que no tiene sentido su uso en un tiempo histórico en el que el sistema está entrando en una fase de decrecimiento y, sobre todo, porque “puede oscurecer la verdadera meta de la reconversión hacia los escenarios ecológica y socialmente más necesarios”, que incluirán crecimientos y decrecimientos. En cuanto a la relación entre liberalismo y neoliberalismo, el recorrido histórico en torno al primero y la crítica a determinadas concepciones del segundo son muy oportunas, pero, en mi opinión, quedan fuera otras variantes de ambos conceptos. En particular, en lo que se refiere al neoliberalismo, no cabe encuadrar todas ellas en la defensa abstracta de “la tiranía de los mercados”, sino que las hay que lo asocian directamente al “corporate power”, como es el caso de Dardot y Laval; o sea, a la “tiranía corporativa” que justamente denuncia Naredo.

Un mundo común

Marina Garcés

Bellaterra, 2022
178 pp. 17 €

Andrea Rojo

Esta era marcada por la globalización y el antropoceno no ha logrado hacer del mundo un espacio común, sino que se ha limitado a la creación de un mundo “dramáticamente unificado”. Contra esta tendencia, la filósofa Marina Garcés apuesta por repensar la idea de un mundo común. Se trata, pues, de una “invitación a pensar y a imaginar lo que nos vincula sin reducirlo a la unidad, ni de la esencia, ni del sistema, ni de la identidad”. En un momento en el que estamos olvidándonos de desear y dejando de imaginar, la autora trata de hacer del pensamiento una herramienta del deseo.

El volumen está integrado por capítulos breves de ensayos relativamente independientes. No obstante, todos ellos hacen un llamamiento al compromiso y a la coimplicación de los sujetos, de un nosotros, en un mundo en el que la vida se ha convertido en un problema común. La reedición de estos textos, publicados por primera vez en 2013, se vuelve necesaria en el contexto actual, ya que permite repensar la necesidad de transformación de ámbitos de la vida que han quedado a la sombra de “la gran política y sus promesas de futuro”.

El poeta Juan Gelman escribió en uno de sus versos: “Ser uno es no tener nada”. Es precisamente esta idea la que debe impulsar un desplazamiento de lo propio y lo privado al territorio de lo común. Del pensar y del creer individual a un pensar impersonal, propio e inmerso en el anonimato sin que ello suponga una renuncia a la singularidad. Tal y como se señala en el libro, en épocas de crisis, comprometerse implica poner en el centro el apoyo mutuo y la ética de los cuidados, ya que el freno y la reparación de la destrucción parecen ser hoy el único compromiso posible. En este sentido, se torna necesario tener en cuenta el papel de las subjetividades que históricamente han quedado relegadas a los márgenes y que tienen voz en la construcción de un mundo común que actualmente se encuentra en disputa.

Frente a la idea neoliberal que afirma que el mundo se ha hecho demasiado pequeño para que todos podamos vivir en él y demasiado grande para cambiarlo, la autora apuesta por la idea de revolución. No se trata de un concepto en abstracto, sino que aboga por la idea de revolución como “una posibilidad que nos obliga a pensar contra los posibles que conocemos, contra los posibles de que disponemos y nos aprisionan (…); la revolución, como posibilidad real, cambia la percepción que la humanidad tiene de sí misma”. Con todo, estos ensayos hacen un recorrido histórico y filosófico a través del concepto de lo común que permite desarrollar nuevas cartografías para repensar un futuro desde el nosotros.

Encarnando el territorio. Feminismo(s) andaluz(es)

Carmela Borrego Castellano

Kaótica, 2022
258 pp. 16 €

Begoña Zabala

Esta obra es una adaptación del trabajo de fin de máster, en la Universidad de Barcelona, realizado en 2017 por la autora. Es importante decir que, desde la primera página, recrimina a la academia oficial y manifiesta que sufrió discriminación en la presentación del texto de evaluación: “Por hablar de mí misma, de mi madre y mis abuelas, de mis vecinas, de mis primas, de mis amigas… Por ser andaluza y de barrio. Por ser de pueblo, por ser una mujer cuya corporalidad no es legitimada por la academia”. 

A partir de ahí, y de forma obvia, enlaza con las más conocidas autoras feministas que se decantan por las tesis decoloniales, interseccionales, en las fronteras, descentradas o centradas en otros ejes importantes, además de las mujeres. Busca, y encuentra, espacios y lugares comunes en la crítica directa, y muy encarnada, a las prácticas de ciertas feministas que ocupan la hegemonía feminista. Más allá de esto, ensaya esta trayectoria de los feminismos ya leídos para intentar resituarse en lo que da lugar al título: feminismo andaluz, singular o plural.

Apela en estos quehaceres a sus ancestras, a la memoria, a las mujeres que luchan, resisten y sobreviven, y que además transmiten sus conocimientos. A ellas tampoco las acoge la academia, en gran medida, como sujetos y agentes del feminismo. Como mucho, las encuadran en el sujeto investigado, que presta sus relatos para ser teorizados o codificados en estos importantes parámetros epistemológicos que se controlan desde la propia academia que ha rechazado a la autora. El relato es puro bell hooks, Anzaldúa, Lorde, Gandarias, Boaventura de Sousa… Y tantas más que enseguida se reconocen.

Tiene muchas más virtudes. Una es reflejar las situaciones concretas de su mundo real. El conocimiento y el análisis situado. El lugar de enunciación, que no es otro que Andalucía. El territorio; cuerpo y territorio. Así que recopila un buen montón de bibliografía y experiencias de esta reconstrucción o reafirmación de feminismo andaluz. Autoras y prácticas que no pueden faltar en este feminismo: dependencia, precariedad, pobreza, trabajos de cuidados, el campo andaluz, sindicalismo, lengua, violencia, raza, sexo… Se encuentra en este collage la expresión muletilla que puede guiar, junto a otros temas, la lectura. Se denomina salmorejho majhao.

Termina con un anexo que contiene once narrativas visuales, de otras tantas autoras que cohabitan territorios andaluces, a quienes les solicitó una narrativa visual sobre lo que significaba para ellas el feminismo. Las respuestas se reflejan en once dibujos con texto, que la propia Borrego analiza también. Os recomiendo mirar y pensar con especial atención esta doble lectura.

Contra la igualdad de oportunidades. Un panfleto igualitarista

César Rendueles

Seix Barral, 2020
364 pp. 18 €

Antonio García Vila

El tema de la igualdad es un clásico del pensamiento político, pero su peso, desde su identificación como lema revolucionario, ha variado mucho con las estrategias y los ideales modernos. Y la realidad, hoy, es desalentadora. No debiera haber dudas, tras los estudios impecables de Wilkinson y Pickett, de los efectos deletéreos de la desigualdad en la sociedad, más agresivos cuanto mayor es el desequilibrio, y tampoco resulta cuestionable el aumento de la misma. Este texto es un ejemplo perfecto de cómo intervenir en el debate político desde unas posiciones ideológicas claras, pero manteniendo siempre la discusión en el marco de la confrontación de ideas, sin despreciar al que discrepa ni alabar tontamente a quienes comparten nuestro punto de vista. 

Rendueles ha elaborado un libro de lectura no ya interesantísima, sino amena y jugosa. Es verdad que su condición de panfleto atempera su gravedad, limitando la engorrosa impedimenta de las notas y las citas, pero su estilo es imputable a la habilidad de su autor: escribe de maravilla. Claro que, atendiendo a su género, muchos aspectos quedan pendientes de un tratamiento pormenorizado y exhaustivo propio de una obra más académica. Así, su trabajo se enfrenta con solvencia a los grandes problemas que la igualdad puede plantear a un analista. Los afronta apelando a cosas sabidas, a evidencias que no lo son, pero lo parecen debido a la habilidad de Rendueles para explicarlas, y a giros interpretativos que convierten lugares comunes en trampas ideológicas que hay que desenmascarar para retomar el tema desde unos presupuestos más sólidos y fecundos. Son doce capítulos, además de la presentación y el epílogo, que abarcan desde el género hasta el deporte, pasando por la cultura, la educación, la participación y la organización política, la igualdad profunda, la material, la burocracia, la violencia, la ecología o la revolución. 

Un repaso muy amplio que podía haber sucumbido a la superficialidad o a la exaltada promoción partidista. No es el caso. No es que el libro sea ingenuamente optimista, pero su lectura anima a la intervención, al compromiso y a la participación. La importancia de lo que nos jugamos queda patente desde el inicio y, si bien es complicado recuperar el terreno perdido o avanzar, la tarea se presenta como plausible. No hay razones inapelables para la derrota y sí, muchísimas, para continuar esforzándose. Como buen panfleto, al fin y al cabo, su intención es, justamente, esa: alentar mediante argumentos persuasivos una toma de conciencia política orientada a la acción. Y esta obra ofrece una amplia lista de razones y motivos para comprometerse políticamente y actuar.

Hijas del futuro. Literatura de ciencia ficción, fantástica y de lo maravilloso desde la mirada feminista

Cristina Jurado y Lola Robles (eds.)

Consonni, 2021
192 pp. 19 €

Alberto García-Teresa

Escasean los estudios sobre narrativa de ciencia ficción. Entre ellos, aquellos sobre trabajos escritos por mujeres son, además, excepcionales. Por eso, un libro que los aborde y, además, desde explícitamente una perspectiva feminista, constituye un hito. Afortunadamente, este volumen se suma a la actual tendencia internacional emergente en este aspecto. Hijas del futuro, que proviene de un trabajo de investigación más extenso realizado por autoras del Estado español, se coloca, así, en la vanguardia.

Loli Molina da una de las claves de la necesidad de estas lecturas: “Feminismo y ciencia ficción [es] la alianza perfecta para explorar la identidad de género, entendida esta como un universo de posibilidades y, por qué no, de libertad”. La ficción especulativa nos amplía el horizonte de lo posible, nos permite explorar proyecciones del presente y manejar alternativas que deben ser coherentes dentro de su desarrollo ficcional. Más allá de la alegoría, posee un carácter prospectivo: se analiza el presente mirando al futuro, en suma. Para la teoría y la práctica feministas constituye un excepcional campo de ensayo.

Estos diez textos abordan la obra de un nutrido grupo de autoras de distintas lenguas tanto en estudios sobre escritoras específicas como con un enfoque más global. De hecho, suman también la perspectiva decolonial. Partiendo de la base de la fuerte reproducción de los roles heteronormativos en este tipo de literatura, los diferentes escritos revelan nombres que quiebran esos estereotipos. Lo hacen, además, con el requisito de hablar de libros traducidos al castellano, por lo que, aunque se limite el campo de estudio, facilita el acceso a las referencias y, en última instancia, hace posible que se termine la lectura con un buen listado de títulos con ganas de leer.

Por lo general, se trata de ensayos ligeros, que se centran en las tramas y en el desarrollo de los personajes de cada novela, y que evitan el espesor (o farragosidad del exhibicionismo erudito) a favor de la fluidez y de la claridad de la exposición. Destaco el texto de Andrea Vega, sobre narrativa latinoamericana, y su muestra de obras sobre la violencia contra las mujeres, bien apoyado en la profundidad estructural del feminicidio. Además, dada la amplitud del arco temporal que abarcan, permiten apreciar la evolución de estos subgéneros literarios y de su recepción desde ese punto de vista. Finalmente, abordan también lo que ocurre en cómics y películas. Pues, al fin y al cabo, como se plantea en el prólogo, este trabajo pretende ser un primer paso. Esperemos que le sigan muchos más.

Transfeminismos y políticas posmortem

Sayak Valencia y Sonia Herrera Sánchez

Icaria, 2021
98 págs. 9,70 €

Blanca Martínez López

En el libro, en cuya cubierta se nos especifica que “Sayak Valencia dialoga con Sonia Herrera Sánchez”, la autora Sayak Valencia introduce una serie de conceptos y formas de movilización y resistencia al sistema cisheteropatriarcal poniendo el foco en el movimiento transfeminista de México. Valencia desarrolla su tesis para, a continuación, dar paso a Sonia Herrera en una especie de entrevista en la cual también podemos apreciar las ideas y los argumentos de esta.

Presenta el transfeminismo como un instrumento epistemológico que va más allá de la apuesta por un feminismo transinclusivo. Lo entiende como una manera de analizar el movimiento a través de la interseccionalidad y de dar voz a dichas minorías a las que históricamente se ha ignorado desde el feminismo cishetero blanco. Con la oleada de discursos tránsfobos alimentados por el auge de la extrema derecha, es importante que, desde el movimiento transfeminista, avancemos de simplemente catalogarnos como tal. Debemos hacer un esfuerzo activo por dotar de voz y de escuchar asimismo a los sujetos no hegemónicos.

Es claramente central en la obra la parte que trata las “políticas posmortem”. En primer lugar, expone el concepto de necropolítica (concebido como la gestión de los procesos de muerte) y el de necropatriarcado (la idea de que la violencia es ejercida por el varón y que el Estado otorga impunidad sobre este tipo de violencias). A partir de ello, y a través del caso de Paola Sánchez Romero, se desarrolla el concepto de políticas posmortem. Recordemos que Paola era una mujer trans trabajadora sexual que fue asesinada en la Ciudad de México. Su cuerpo se manifestó gracias a sus allegades una vez muerto como denuncia a la impunidad de la violencia sufrida. Se trata de una manera de reivindicar el cuerpo muerto y que sirva su presentación para que no sea borrado por la violencia que ejerce el cisheteropatriarcado.

Todos los ejemplos y los argumentos que Sayak Valencia expone parten de una perspectiva crítica, decolonial, no-blanca y queer. Esto nos permite darnos cuenta de la posibilidad real de desarrollar análisis académicos dando valor a las perspectivas no hegemónicas; una ausencia clara incluso desde pensadores de la izquierda radical. Todo ello, junto con poner en el centro la importancia de la comunidad, hace que podamos extraer de la obra de Valencia un gran aprendizaje que aplicar en nuestras luchas.

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