Julie de Los Reyes: Los resultados de las elecciones griegas se presentaron como un voto a favor de la permanencia en la zona euro y, en palabras del ministro alemán de Finanzas Wolfgang Schaeuble, como una decisión para "continuar" aplicando las reformas impuestas por la Troika.

Pavlos Kazakopoulous: En absoluto. Es cierto que, tanto en Grecia como en el extranjero, el resultado de las elecciones fue presentado de ese modo, pero creo que es una manera distorsionada de presentar lo que estaba en juego en Grecia. Nosotros apoyamos firmemente la integración europea en base a ideales democráticos y de justicia social. Ahora bien, hay diferentes tipos de integración y no son iguales. Esa forma de presentar las cosas fue, más que nada, una campaña de propaganda contra Syriza que al final dio sus frutos.

De entrada hay que decir que las elecciones no estaban planteadas en torno a continuar o abandonar el euro. Estaban planteadas para decir sí o no a la austeridad. Hay países, y sobre todo Alemania, que se esfuerzan por presentar la austeridad como la única alternativa para salir adelante en la zona euro y fue esto lo que combatió Syriza durante las elecciones, afirmando que los resultados de la austeridad eran justo los contrarios de lo que se anunciaba; que la austeridad conducía a los países del Sur, y posiblemente más tarde a los del Norte, a un ciclo recesionista; que, justamente, es esa política la que pone en riesgo la eurozona y el futuro de la Unión Europea y no las propuestas que realizó Syriza, que estaban enfocadas a un futuro sostenible para Europa.

A la hora de interpretar el resultado de las elecciones es importante recordar que Nueva Democracia, que ganó las elecciones, así como el PASOK y DIMAR (Izquierda Democrática), los tres partidos que conforman la coalición gubernamental, defendieron programas que de una u otra forma planteaban la renegociación del plan de austeridad, del Memorándum de la UE. El resultado de las elecciones no fue, por consiguiente, el rechazo de su renegociación, sino su afirmación.

Lo que estamos viendo ahora, un mes después de las elecciones, es que esta renegociación se ha abandonado por completo y que la coalición impulsa la austeridad, desmantela completamente el sistema de salud, el educativo, las pensiones y reduce los salarios. Lo que constituye una interpretación errónea del resultado de las elecciones y esto se verá claro dentro de unos meses cuando el pueblo griego se dé cuenta que se está aplicando el Memorándum que todo el mundo prometió renegociar. Creo que esto va a crear una fuerte reacción social contra el gobierno.

¿Cree Vd. que la única solución para Grecia se encuentra en el rechazo de la austeridad?

No estamos ante un discusión teórica. Ya hemos visto el resultado de esta política en Grecia y en otros países como Portugal y España que han aplicado medidas de austeridad. Nosotros vemos claramente que la austeridad, en la medida que los países que la aplican se hunden cada vez más a la recesión agravando los problemas generados por la crisis, es lo opuesto de lo que se puede llamar una solución.

Como he señalado antes, durante las elecciones muchos partidos defendieron la renegociación de las medidas de austeridad recogidas en el Memorándum, pero la renegociación tenía que tener como objetivo poner en pie políticas para salir de la crisis. Si se renegocian las medidas de austeridad para impedir recortes en un sector para aplicarlas en otro, no se está resolviendo el problema. Syriza planteó la renegociación con el fin de aplicar una estrategia totalmente diferente para salir de la crisis.

La fiscalidad progresiva sobre las riquezas, es una de esas alternativas. En Grecia, los ricos están completamente exonerados de pagar impuestos y en este momento el gobierno no tiene ninguna intención de revertir esta situación. Los ingresos públicos del gobierno se reducen constantemente a causa de la austeridad y de la disminución de las rentas sujetas a impuestos. Mientras tanto, el gobierno no adopta ninguna medida para hacer tributar a las grandes rentas o contra la evasión fiscal porque está completamente alineado con los intereses de quienes detentan esas rentas altas.

Tenemos pruebas que mucha de la riqueza creada en 2000-2010 ha sido depositada en cuentas de la banca suizas y en el extranjero. En lugar de hacer tributar o reclamar esta riqueza, lo que hace el gobierno es aplicar recortes en los servicios sociales y en los salarios. Más allá de la obvia injusticia social de estas medidas, la cuestión es que no conducen a una estrategia viable para el país.

En los próximos meses, ¿cuáles son los mayores retos para Grecia y para Syriza como partido de la oposición?

Políticamente hablando, el objetivo de Syriza es capitalizar el gran eco que ha tenido en estas elecciones. Queremos acercarnos a la gente y hablarles para que se adhieran a Syriza. Queremos hacer política a partir de la sociedad, no imponer nuestra política a la sociedad.

Actualmente, asistimos a una crisis humanitaria en Grecia. Tenemos miles de personas sin techo y muchas más viviendo en la extrema pobreza. Incluso sin estar en el Gobierno, queremos hacer todo lo que esté en nuestras manos para tratar aliviar el impacto de la crisis. Esto significa crear y organizar redes de solidaridad, que permitan hacer cosas como la distribución de alimentos entre la gente pobre, actividades culturales u otras que la gente no puede disfrutar a causa de la crisis y de las políticas impuestas por el memorándum.

En los meses que vienen, el reto más importante en Grecia va a ser combatir esta crisis humanitaria que se multiplica de día en día. En Grecia, el verano puede ir bien pero ahora viene el invierno y tenemos que estas preparados. Vamos a presenciar una pobreza salvaje en las calles.

A menudo se dice que la forma como las instituciones europeas han hecho frente a la crisis cuestiona de forma creciente la democracia. ¿En qué se concreta esto? ¿Qué puede hacer el pueblo griego y el europeo en general para defender la democracia?

Los gobiernos de la UE están tratando de reducir al mínimo la democracia. En Grecia, esto fue evidente cuando, hace un año, el movimiento contra el Memorándum fue duramente reprimido por la policía. También asistimos a varios intentos de posponer las elecciones aunque era evidente que, tras haber votado el Memorándum, los partidos en el parlamento no representaban a la sociedad. Durante dos años hemos tenido un parlamento "falso" que ha sufrido un cambio radical en las últimas elecciones y ahora, en cierta medida, se ha restablecido el equilibrio.

Por otra parte, existe una interconexión muy fuerte entre el gobierno, los bancos y representantes de la industria y los medios de comunicación. Está claro que estos tres sectores actúan de común acuerdo. Los medias realizan una enorme propaganda a favor del gobierno que ayuda a los bancos en quiebra e instituciones que luego apoyan con créditos, que nunca deberían ser otorgados, a esos meda.

La banca debería ser puesta bajo control público desde el momento que recibe ayuda pública para no quebrar. Incluso desde un punto de vista capitalista, cuando alguien invierte en una compañía, se hace con el control de la misma. Aquí no ocurre nada de eso. Estamos hablando de un grupo de gente con importantes responsabilidad en la generación de la crisis que está siendo mantenido a flote a base de externalizar, hacer pagar los costes de la misma, a la sociedad.

En cuanto a las instituciones europeas, aparte de las amenazas lanzadas contra Grecia de expulsión de la zona euro si no cumplía los términos impuestos por el Memorándum, no creo que hayan intervenido directamente. Pero saben lo que está pasando en Grecia y tratan de llegar a acuerdos con un poder corrupto al mismo tiempo que acusan a Grecia de ser un país de corruptos. ¡Están negociando con esa gente!

¿Cómo defender la democracia? A través de la movilización. Es a partir de ella que el pueblo puede expresar su opinión y resistir a las políticas que van contra sus intereses. Tenemos movilizaciones muy fuertes en Grecia, España y estamos viendo que también en Italia y puede que en otros países, la movilización aumenta. Sin embargo, hasta el momento no existe una coordinación suficiente entre los movimientos europeos.

Creo que la única forma de reclamar la democracia real en Europa, partiendo de la base de que está siendo minada por las recientes políticas de la UE, es incrementar la coordinación de los movimientos de Grecia, España, Italia y otros países. Si queremos otro tipo de integración Europea para los pueblos, tenemos que actuar de forma más coordinada.

Una de las cuestiones claves de la cumbre europea de junio fue avanzar hacia una unión fiscal y económica de pleno derecho. ¿Es la solución para la crisis de la UE? ¿Hay alternativas?

Los pueblos de Europa, no sólo los del Sur sino también, quizás sobre todo, los del Norte, siempre han tenido reservas en torno a la pérdida de su soberanía a favor de las estructuras burocráticas de la UE que deciden al margen de la participación o del voto popular. Hay una preocupación en torno a ceder más poder en esta dirección. Políticamente creo que no es fácil para nadie abogar por una mayor integración en estos momentos.

De todos modos lo que hay que enfatizar ahora mismo es que cuando nosotros hablamos de integración es que existen interpretaciones muy diferentes de lo que eso significa. Y las propuestas que tenemos hasta ahora no van en el sentido de incrementar el poder de la gente y la democracia en Europa.

De entrada, Syriza no está contra la integración. Pero queremos que sea una integración democrática. No queremos una integración burocrática que otorgue más poder al ejecutivo o a algunos ejecutivos o a determinada gente, a cuenta de la mayoría.

En este momento, existen una tendencia creciente de gente que se siente anti-europea como fruto de estas políticas. Si queremos acordar una plataforma sobre una futura integración tiene que ser en otros términos, en términos que den poder a los pueblos de Europa.

25/08/2012

http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article26245

Traducción: VIENTO SUR

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