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1.- La derecha ha ganado las elecciones legislativas portuguesas, disminuyendo en número de votos y diputados. Los resultados dictaron el final de la mayoría absoluta más agresiva y austeritaria que jamás ha gobernado Portugal. La coalición PSD-CDS, liderada por el primer ministro, Pedro Passos Coelho, y por su socio derechista, el viceprimer ministro Paulo Portas, obtuvo el 38,5% de los votos. El resultado no esconde los efectos de cuatro años de políticas de austeridad: en comparación con las últimas elecciones de 2011, la derecha pierde 740.000 votos y 28 diputados. PSD-CDS baja entre un 10 y un 15% en los grandes centros urbanos (Porto, Lisboa, Setúbal) y pierde terreno incluso en zonas tradicionalmente conservadoras (Braga, Aveiro, Leiria).

2.- El Partido Socialista (PS) subió, pero poco. El partido liderado por Antonio Costa (que no ha dimitido) recupero 11 escaños en el parlamento, alcanzando el 32% de los votos, quedando muy lejos de la victoria electoral que se proponía alcanzar. Las responsabilidades por la llegada de la troika, la falta de propuestas concretas sobre el problema de Europa y la deuda, así como su compromiso con las políticas de austeridad (congelación de las pensiones durante cuatro años y facilidades en el despido) explican estos resultados. En conjunto, el PS y la derecha han conseguido su peor resultado desde 1985.

3.- El Bloco de Esquerda ha logrado un resultado histórico. La campaña movilizadora del Bloco resultó su mayor victoria electoral en sus 16 años de existencia: 10,2% y 19 diputados. Casi el doble de votos que en 2011 y 11 escaños más en el Parlamento portugués. La subida en votos en Porto, Lisboa y Setúbal, donde se eligen más diputados, fue acompañada por la recuperación de diputados en los distritos de Braga, Coimbra, Santarén y Leiria, consiguiendo además el hecho de elegir, por primera vez, un parlamentario por el archipiélago de Madeira.

El resultado del Bloco revela el fortalecimiento de un campo antiausteridad, que ha sido capaz de absorber gran parte de los votos que pierde la derecha y de movilizar el apoyo de muchos descontentos con el Partido Socialista. La firmeza en la propuesta de revertir los recortes impuestos por los partidos de la troika ha permitido al Bloco consolidarse y avanzar entre la clase que vive del trabajo: esto se ve puede ver claramente en la votación alcanzada en las periferias urbanas de Lisboa (11%), Porto (13%) y Setúbal (13%). El enfrentamiento protagonizado por Catarina Martins, portavoz del Bloco, expuso el congelamiento de las pensiones planeado por el PS y le granjeó la confianza de parte de los pensionistas y de las personas que dependen de los apoyos sociales del Estado para no caer en la pobreza extrema. Al asumir frontalmente las consecuencias de un enfrentamiento con una Unión Europea dominada por Merkel, abriendo una discusión seria y coherente sobre la cuestión del euro, el Bloco reconquistó la confianza popular en una alternativa socialista capaz de romper con el poder constituido.

4.- El Partido Comunista Portugués (PCP) se mantiene. La formación liderada por Jerónimo de Sousa logra prácticamente el mismo número de votos que en 2011, conquistando un parlamentario más. Su campaña, segura pero defensiva, no le ha dado a la CDU (PCP y los Verdes) la posibilidad de avanzar más allá de su (fiel) base electoral. LIVRE/Tiempo de Avanzar, candidatura encabezada por el exdiputado Rui Tavares y que agrupó a disidentes del Bloco y algunas figuras de la izquierda, no alcanzó más que el 0,7%, lejos de poder obtener diputados. La propuesta central de esta candidatura (participar en un Gobierno liderado por el PS) queda así considerablemente debilitada en el marco político que se abre.

5.- Futuro: enfrentarse al campo de la austeridad, acumular fuerzas para ser una alternativa de gobierno. Todo indica que el Presidente de la República dará paso a un Gobierno de derechas minoritario, que tendrá que contar con la abstención del PS para aprobar sus ejes fundamentales (programa de gobierno, presupuestos). Este escenario dará lugar a una profunda crisis en el PS, aferrado a las políticas proausteridad de los socialistas europeos y con António Costa anunciando la convocatoria de un congreso extraordinario. Las elecciones presidenciales, que tendrán lugar en enero, presionaran aún más al PS, que cuenta ya con dos candidaturas en su área política.

El Bloco de Esquerda, a través de la voz de Catarina Martins, ya ha dejado claro que no será con su apoyo o abstención que la derecha conseguirá formar gobierno. El Bloco no faltará en ninguna mayoría que esté dispuesta a votar el aumento de las pensiones, el fin del abuso y la precariedad laboral, la defensa del empleo y los salarios, la reversión de las privatizaciones… La gente del Bloco estará presente en todas las movilizaciones y luchas sociales que busquen soluciones concretas para convertir a Portugal en un país viable, libre de la usura de la deuda y capaz de rescatar a las personas.

5/10/2015

Adriano Campos es dirigente del Bloco de Esquerda y Jorge Costa diputado del Bloco de Esquerda.

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