Con gran emoción, acabamos de enterarnos del fallecimiento de Petr Uhl el 1 de diciembre, tras una larga enfermedad. Al igual que los militantes marxistas polacos Kuron y Modzelewski a mediados de los años 60, Petr Uhl en Checoslovaquia personificó para nosotros, en medio de la Primavera de Praga de 1968, la expresión viva de una crítica del reinado del partido único en nombre los ideales socialistas que decía encarnar.

Francófono, fue en París donde Petr descubrió las ideas de la Cuarta Internacional durante varios viajes y encuentros en los que tomó contacto con Alain Krivine a quien había conocido en Moscú, en el Festival Internacional de la Juventud en 1957, donde Alain Krivine fue delegado por la Jeunesse communiste de Francia. En París, Petr Uhl descubrió las actividades de la izquierda kriviniana en la Unión de Estudiantes Comunistas, y más tarde las de la Cuarta Internacional, con la que compartía una profunda convicción antimperialista internacionalista y, sobre todo, la esperanza de una nuevo levantamientos en los países de Europa del Este que redujeran la brecha entre su realidad burocrática y los objetivos socialistas.

El texto cuyo vínculo incluimos al final de este homenaje, escrito en 1988 durante el período Gorbachov, es una expresión de su compromiso con un “socialismo que venga de abajo”.  En él criticó lo que llamaba las "reformas desde arriba" -comparando las reformas de Dubcek en 1968 con las de la URSS en 1988- y defendía una "democracia desde abajo". En 1980, su libro, publicado por La Brèche, expresaba su punto de vista sobre el "socialismo encarcelado". Un socialismo que defendió a través de los vínculos militantes transfronterizos clandestinos entre opositores en Polonia, como Jacek Kuron, y en Checoslovaquia, así como distribuyendo literatura censurada, en particular la de nuestra corriente.

Este ingeniero y militante por la causa del socialismo fue un preso político del viejo régimen. Pasó casi diez años de su vida en la cárcel en condiciones a menudo duras; la última vez (en el contexto de 1968) acusado de  complot trotskista. Petr Uhl no ocultaba su simpatía por la Cuarta Internacional, que testificó en su juicio en octubre de 1979[1]. En efecto, se le acusaba de haberse atrevido a reunir a unas decenas de jóvenes "estimulados por la Primavera de Praga", en el marco de la emergencia de los "movimientos desde abajo”, y también de haber participado activamente junto a otros en la Carta 77 y en otras asociaciones en defensa de derechos. Aunque no era miembro del PC de Checoslovaquia, estaba cerca del padre de Anna Šaba-tová (su esposa), Jaroslav Šabata, uno de los líderes del ala de autoayuda del Partido Comunista: durante la intervención soviética y hasta 1969, esta corriente apoyó el impulso de los consejos obreros en las empresas, tanto contra el ala conservadora (Novotny) del régimen como contra los reformistas tecnócratas.

En ese momento, Petr Uhl estaba en la cárcel. Allí pasó varios años con el escritor Vaclav Havel, que se convirtió en su amigo. Con él (y muchos otros intelectuales) formó la Carta 77 en 1977 y, más tarde, el VONS (Comité para la Defensa de los Injustamente perseguidos). Petr Uhl (a diferencia de muchos otros miembros, como Havel) no era un disidente anticomunista. Por otro lado, consideraba esenciales las batallas democráticas por un socialismo digno de ese nombre. Por ello, participó en la creación de organizaciones y frentes para la defensa de los derechos, reuniendo a personas de diferentes orígenes ideológicos que se juntaron para luchar contra (la represión o la censura) pero sin un verdadero programa común a favor de otra sociedad.

En 1989 se abrió un contexto completamente diferente. Tras la caída del Muro de Berlín, la Revolución de Terciopelo de 1989 puso fin al gobierno del Partido Comunista de Checoslovaquia y llevó al poder a Vaclav Havel. Petr Uhl decidió sumarse durante un tiempo al emergente pluralismo político, convirtiéndose en diputado del Foro Cívico y renunciando, de ese modo, a luchar por el socialismo. Pero se mantuvo comprometido con el internacionalismo y una oposición firme a la OTAN hasta el final de su vida; percibió la construcción de la Unión Europea (UE) como un contrapeso positivo a Estados Unidos. Insatisfecho con la política de partidos (aunque se acercó a los Verdes), se concentró en dos facetas de su actividad: la de periodista (en Právo), y la de defensor de los derechos humanos.

En concreto, se movilizó activamente a favor de los derechos de la población gitana, declarando públicamente su rechazo a la ciudadanía checa cuando tras la división de la federación, que él deploraba, el régimen checo construyó un muro para impedir que los gitanos de Eslovaquia entraran en el nuevo país independiente. Pero también ocupó varios cargos oficiales en la defensa de los derechos: de 1991 a 2001 trabajó como experto de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, y de 1998 a 2001 fue Comisario de Derechos Humanos del gobierno checo, presidiendo el Consejo Gubernamental para las Nacionalidades, el Consejo de Derechos Humanos y la Comisión Interministerial para Asuntos de la Comunidad Gitana.

En muchos sentidos, su mujer y sus hijos compartían este compromiso con los derechos universales: Anna Šabatová formaba parte, como él, ¡de la Carta 77 e incluso asumió la portavocía de la misma. Desde 2014 hasta 2020 ostentó el cargo de Defensora del Pueblo. Petr se sentía especialmente orgulloso de la hazaña de su hija, Saša Uhlová, que se infiltró en empresas de su país para revelar sus inhumanas condiciones laborales, en un reportaje que tuvo gran repercusión (incluso en Le Monde el 8 de diciembre de 2017) en un artículo titulado "Sasa Ulhova, la voz de los olvidados por el milagro económico checo". Hasta el último día, Petr Ulh siguió siendo un valiente defensor de todos los olvidados. En este sentido, siguió siendo nuestro camarada a pleno derecho.

Nuestro más sincero pésame para su esposa, hijos e hijas.

Petr Uhl:  "Reformer d’en haut ou democratiser d’en bas?", publicado en el número 88-89 de 1988 de la revista L'Homme et la Société Stalin murió ayer. L'émergence du social en URSS (pp. 161-175), l'Harmattan.

Disponible en https://www.persee.fr/doc/homso_0018-4306_1988_num_88_2_2348?pageId=T1_162

Traducción: viento sur

Notas:

[1] Para el juicio de octubre de 1979 contra Vaclav Havel, Peter Ulh y otros cuatro miembros de la Carta 77, se envió una delegación unitaria que incluía a Patrice Chéreau (Asociación de Artistas), Jean-Pierre Faye (Comité Internacional contra la Represión), el profesor Jean Dieudonné (Comité de Matemáticos) y, en el caso de Petr Uhl, Catherine Samary (Comité del 5 de Enero por una Checoslovaquia Libre y Socialista). Véanse los informes de Rouge de octubre de 1979.

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