El pasado 20 de abril la Comisión de Relaciones Ciudadanas del Parlamento de Navarra aprobó un declaración institucional instada por el PSN, en relación al tráfico de mujeres, niñas y niños destinados a la prostitución/1. Luego resultó, en sus siete diferentes puntos, de más contenido, y más polémico. La aprobación resultó por mayoría en todos sus puntos, votando siempre a favor UPN-PPN-PSN e I-E/2, y en algún caso Geroa Bai. Los votos de EH-Bildu y Podemos-Ahal Dugu, han oscilado entre el voto en contra y la abstención, y tan solo en un caso a favor.

Efectivamente, bajo el epígrafe de unirse a este modelo, tan en boga en la actualidad, de declararse ciudades libre de tráfico de mujeres y menores –suponemos que para el caso de Nafarroa, se referiría a Comunidades libres- aparecen seis apartados más, que contienen la pretensión de la moción y que va más allá del titular. En realidad es una declaración abolicionista, en el más puro estilo penalizador. Nada nuevo bajo el sol, ni bajo los auspicios del PSOE y de IU. Sí llama la atención que Batzarre –que no tiene representante alguna en el Parlamento- haya aceptado esta declaración.

En la historia del Parlamento Foral también resulta novedoso, pues las fuerzas sociales y movimientos que con cierta frecuencia comparecen en el mismo, muy ligadas al trabajo concreto de prevención y de atención, están en la línea de articular derechos y medidas para las mujeres que trabajan en el sector. La reclamación y atención de asistencia sanitaria integral, incluida la preventiva y los programas de educación y atención sexual, ha sido una constante en estas demandas propuestas por las organizaciones. Frente a la normativa estatal, más bien cicatera en las prestaciones sanitarias para las mujeres extranjeras, Nafarroa ha tratado de seguir siendo pionera en la salud pública y en buena medida lo está consiguiendo.

Supongo que esta propuesta aprobada entra dentro de alguna campaña que está realizando el PSOE a nivel estatal, ya que todo son exhortaciones, instancias, recomendaciones, intenciones, invitaciones,.... sin efectividad inmediata. Al loro si estos llegan a gobernar, pues esto que son consideraciones y recomendaciones se pueden convertir en medidas abolicionistas y penalizadoras. En el horizonte más próximo, Suecia y sus medidas penalizadoras para los clientes o “prostituidores”.

Más allá de la abolición, prohibición y penalización.

Hace tiempo que el debate de la prostitución, a mi modo de ver, no se dirime entre abolición y reglamentación, sino entre prohibición/penalización y derechos para las trabajadoras sexuales.

Esto es lo que se refleja en los puntos aprobados por el Parlamento navarro, con un lenguaje bien definitorio, que pienso que debe ser también objeto de análisis dentro de la política institucional y del entramado jurídico.

Realizada la primera declaración de intenciones, en relación a declarar a Nafarroa libre de tráfico de mujeres, niñas y niños para la explotación sexual –no de cualquier tráfico, ni de otras explotaciones, abundantes en este territorio, como la explotación laboral de personas no autóctonas- viene el meollo de la declaración, con una terminología y un tufillo muy propio de estos tiempos amordazantes y fiadores de las policías más agresivas en la persecución del crimen organizado.

En primer lugar, y para que no queden dudas sobre las concepciones que guían a los padres de la iniciativa, se insta al ejecutivo foral para que eduque y convenza a la población de la verdad absoluta del binomio “prostitución igual a violencia de género”. Anima asimismo a visibilizar a los clientes, y denominarles prostituidores y declararles responsables y cómplices activos del delito de violencia de género.

Seguidamente, y haciendo referencia a los clientes fundamentalmente, se insta al Gobierno para que procure la erradicación de la demanda “a través de la denuncia, persecución y penalización del prostituidor (cliente)” y del proxeneta” para terminar exigiendo una normativa que penalice “a los hombres que compran mujeres con fines de comercio sexual”.

En el horizonte está el modelo Sueco de penalización de los clientes, hombres, que contratan servicios con prostitutas. Suponemos que esa definición se refiere a clientes, pues si fuese a proxenetas, además de que la figura ya existe tipificada en el Código Penal actual como la persona que se lucra con el ejercicio de la prostitución, no excluiría a las mujeres que figuran como tales en muchas ocasiones.

Existen dos apartados de brindis al sol, que no pueden faltar, en materia preventiva. En estos tiempos de precarización de la vida de las mujeres, y más de las mujeres extranjeras, se piden en general al ejecutivo foral fondos para la reeducación y reinserción de las prostitutas, a fin de que puedan abandonar su oficio. Y mirando al Gobierno central se le exigiría “erradicar la precariedad del mercado laboral y las condiciones que en él se viven, que provocan el que la prostitución sea a veces la única alternativa para poder pagar las deudas o mantener la familia”.

Y para terminar las políticas irreales y tontorronas de la labor preventiva y para que nadie diga que no se piensa en términos concretos de medios para realizar la ingente labor de erradicar la demanda, mediante la erradicación de la oferta, se termina con un párrafo bastante inquietante:

“Así, en vez de beneficiarse de los impuestos recaudados de la industria del sexo, el Gobierno embargará los bienes de la industria del sexo y los invertirá en el futuro de las mujeres que están en la prostitución, proporcionando recursos económicos y alternativas reales.”

No se puede saber si estas declaraciones obedecen a un nivel máximo de ingenuidad o de ignorancia supina, ya que la mayoría de las mujeres que son definidas como que están en la prostitución, -y más las que están sujetas a tráfico y secuestro-, son mujeres sin permiso de estancia, ni de trabajo, ni de residencia.... O sea, son mujeres sin papeles, que no tienen derechos, ni son reconocidas por las Administraciones como sujetos de derecho. Probablemente, sus pertenencias, si las tuvieran resultarían embargadas, pasando así a formar parte de los fondos de su propia recuperación y reinserción humanitaria.

Termina la declaración con la proposición de dos medidas tan concretas como inoperantes.

La eliminación de publicidad institucional, así como de colaboración y financiación, a los medios de comunicación que inserten anuncios de prostitución, es una de ellas, que además de que no se pueda exigir al Gobierno ya que no es apoyado por el grupo cuatripartito que lo sostiene, está cerca de la ilegalidad más absoluta y la discriminación más flagrante. ¿Desde cuándo se puede permitir que no se contrate con un medio si la publicidad de la misma no es acorde con la ideología de la Administración contratante?. Podemos recordar las más viejas del lugar, y las que tenemos memoria, que ésta fue la práctica permanente y constante llevada por la derecha navarra, cuando estuvo en el poder, con los periódicos Egin y Gara. Con independencia de que los anuncios gusten o no, introducir desde el Parlamento de Nafarroa estas prácticas discriminatorias y de veto por parte de las Administraciones Públicas está por debajo de los mínimos de una Administración democrática, y tengo serias dudas de que esto pueda ser aprobado seriamente por la cámara foral. Sólo, evidentemente, si se trata de quedar bien y de hacer un juego de cinismo, para poner la pelota en el tejado del Gobierno. Esta vez la pelota estaba pinchada.

Y la última recomendación que se hace, que ha concitado casi la aprobación por unanimidad, es una llamada a la eficacia policial en la persecución del proxenetismo en los clubes de carretera que existen en el territorio foral. Sólo la sensatez y la experiencia de EHBildu, no ha apoyado esta declaración de intenciones. Para esto, no hace falta ninguna moción ni declaración.

Comentario final

En general, la utilización de las instituciones públicas para hacer declaraciones de amplio consenso político, que tocan temas tan polémicos, no me parece muy recomendable.

En estos momentos, a pesar de ello, me gustaría hacer dos anotaciones.

La primera, se refiere a la práctica de este Parlamento foral que nos ha tocado vivir. Sería bueno que recordase que la vida, las relaciones sociales, económicas, afectivo-sexuales, personales, familiares,... no pasan fundamentalmente por los escaños de sus señorías. No todo tiene que ser declarado, normativizado y regulado por ese organismo. Hay vida, y mucha, fuera de ese antiguo Palacio de Justicia, que ahora es Parlamento Foral. Los grupos, las organizaciones, los movimientos, eso que se llaman los agentes sociales y las propias personas afectadas tienen mucho que decir. Y si se les escucha lo dicen. Sería bueno dar la voz alguna vez, en lugar de tomarla; y sobre todo tomarla para imponer un modelo de pensamiento, que casualmente es el único que impera en el decir hegemónico.

Si alguien de quienes han presentado y votado a favor de esta declaración se considera de izquierdas y feminista, me gustaría trasladarle la consideración de que este tipo de temas difíciles y polémicos no son los mejores para alejarse de los grupos y activistas, y del movimiento feminista y para acercarse a la derecha más reaccionaria, como es nuestra particular derecha del PPN y de UPN. En fin, que no son momentos de pactos con estas derechas, corruptas y repenalizadoras. Además, muchos de ellos, por cierto, deben ser estos clientes en el ojo de la penalización que llaman prostituidores, como puede verse en la trama Púnica. Y no sólo eso, sino también los proxenetas o facilitadores, de lo que en su jerga llaman putitas.

3/06/2016

Notas:

1/ Puede verse aquí http://www.parlamentodenavarra.es/57/section.aspx?idnoticia=7631

2/ Unión del Pueblo Navarra, Partido Popular de Navarra, Partido Socialista de Navarra, -que están en la oposición- e Izquierda Ezkerra –IU más Batzarre- que forman parte del pacto cuatripartito que mantiene el Gobierno de Uxue Barkos, de Geroa Bai, junto con Eh-Bildu y Podemos-Ahal Dugu

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