El Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza (TECG) de la zona euro, conocido como Pacto presupuestario, será votado en el Parlamento en octubre de 2012. Este pacto, que endurece las condiciones para la elaboración de los presupuestos públicos de los Estados, supone un paso más en la imposición de una austeridad permanente. Austeridad que, como lo muestran los planes aplicados hasta ahora en los países europeos, ha tenido consecuencias muy negativas para la mayoría de la población, especialmente para los sectores más precarios, e incrementa las desigualdades.

La austeridad no sólo es socialmente inaceptable sino que tampoco permite salir de la crisis: las rentas salariales y el consumo se estancan o bajan; igualmente se reducen las inversiones empresariales; la actividad económica se ralentiza y, consiguientemente, se reduce la recaudación fiscal, añadiendo dificultades suplementarias a la hora de disminuir el déficit público. Es decir, sus efectos son los opuestos a los objetivos que se pretenden conseguir. A causa de ello, los Estados se ven obligados a solicitar préstamos en los mercados financieros, lo que incrementa su endeudamiento y permite a esos mercados exigir nuevas vueltas de tuerca. Esta situación, que no es ineluctable, es producto de las opciones políticas que se hacen ante los mercados financieros, ofreciéndoles una renta vitalicia y un poder exorbitante, y puede y debe ser cambiada.

Por otra parte, el Pacto presupuestario establece un control previo de la Comisión Europea sobre los presupuestos públicos, y sanciones en caso de que no se respeten las normas establecidas. Normas que, lejos de cuestionar el dictado de las finanzas, tiene por objetivo "tranquilizar los mercados financieros". De ese modo, el Pacto culmina la construcción neoliberal de Europa y constituye una amenaza para la democracia y para los derechos de los pueblos. Su ratificación por el Parlamento daría lugar a una regresión social sin precedentes.

Como demuestran numerosos informes, aún cuando las medidas de austeridad afecten a todos los sectores populares, las mujeres las sufren más duramente a causa de los recortes en los servicios públicos y la protección social. De entrada, porque constituyen la gran mayoría de la gente precaria; pasan más tiempo en empleos precarios y en el desempleo. En segundo lugar, en tanto que principales responsables de la familia, son las primeras usuarias de esos servicios sociales, las principales beneficiarias de los subsidios sociales y familiares. Debido a su retroceso y al desmantelamiento progresivo del Estado de Bienestar, las mujeres se ven obligadas a asumir todas las actividades que no asume la colectividad; su trabajo (invisible) en la esfera privada aumenta, su rol tradicional en la familia se refuerza en detrimento de su trabajo remunerado, de su autonomía e incluso de su salud.

Igualmente, las mujeres son las primeras afectadas por la reducción del personal y de los salarios en el sector público, dado que constituyen la mayoría del mismo. También son las primeras afectadas por las "reformas" de las pensiones que se han aplicado en el marco de las restricciones presupuestarias. Los derechos de las mujeres se encuentran amenazados y retroceden cuando los recortes afectan a los servicios de salud sexual y reproductiva, a las subvenciones a los organismos que luchan contra la violencia contra la mujer e, incuso, cuando muchas maternidades y centros para abortar se cierran, como está ocurriendo en Francia.

Precisamente cuando para responder a las necesidades sociales y medioambientales y para reducir las desigualdades se precisan inversiones públicas masivas en materia de protección social, de servicios públicos y de empleo, el Pacto presupuestario impone una restricción permanente de los presupuestos públicos, impidiendo el desarrollo social.

Cuando las desigualdades entre las mujeres y hombres son más inaceptables que nunca y es urgente crear un servicio público de guarderías y servicios de ayuda a la dependencia, reforzar los medios humanos y materiales de los servicios sociales y de salud, este Pacto, en la medida que pone veto a estas políticas e institucionaliza la austeridad, agrava la desigualdad entre los sexos.

Rechazamos el Pacto presupuestario que condena nuestro porvenir y sacrifica la democracia y el bienestar de la mayoría de la población a las exigencias de los mercados financieros.

Llamamos a construir resistencias y alternativas a la austeridad en Francia y en Europa. Llamamos a impulsar las alternativas feministas para otra Europa.

Llamamos a la manifestación unitaria del 30 de setiembre, organizada por numerosas asociaciones, sindicatos, partidos y colectivos, a favor de una auditoría ciudadana contra el Pacto presupuestario, contra la austeridad y por un debate democrático.

Primeras firmantes:

Clémentine AUTAIN (directora de Regards), Ana AZARIA (presidenta de Femmes égalité), Martine BASSET (CGT), Francine BAVAY (consejera regional, EELV), Delphine BEAUVOIS (secretaria nacional del PG), Fatima-Ezzahra BENOMAR (Les efFRONTé-es), Martine BILLARD (copresidenta del PG), Catherine BLOCH LONDON (Attac, CNDF), Nicole BORVO (senadora, PCF), Thalia BRETON (portavoz de Osez le féminisme), Mireille BRUYÈRE (Économistes atterrés), Marie Georges BUFFET (diputada, PCF), Danielle CARASCO (Planing familiar 69), Marie CERVETI (FIT), Leila CHAIBI (La Pelle et la Pioche), Laurence COHEN (senadora, PCF), Annick COUPÉ (portavoz de Union syndicale Solidaires), Sandra DEMARCQ (NPA), Monique DENTAL (Red feminista “Ruptures”), Michèle ERNIS (Gauche unitaire), Gwenaëlle FERRE (Collectif féminin masculin), Mireille FERRI (EELV), Jocelyne FILDARD (CLF), Pascal FRANCHET (CADTM), Elisabeth GAUTHIER (Espaces Marx /Transform! Europe), Bénédicte GOUSSAULT (FASE), Magali de HAAS (portaoz de Osez le féminisme), Lilian HALLS-FRENCH (Initiative Féministe Européenne IFE-EFI), Chantal HERSEMEULE (SOS Femmes accueil 72), Esther JEFFERS (Économistes atterrés), Véronique LAMY (portavoz del PCOF), Catherine LEBRUN (portavoz de Union syndicale Solidaires), Anne LECLERC (Gauche anticapitaliste), Nelly MARTIN (MMF), Christiane MARTY (Attac, Fondation Copernic), Caroline MECARY (copresidente de Fondation Copernic), Muriel NAESSENS (Féminisme enjeux), Christine POUPIN (NPA), Roselyne ROLLIER (Maison des femmes de Montreuil), Suzy ROTJMAN (CNDF), Laurence SAUVAGE (secretaria nacional del PG), Maya SURDUTS (CNDF, CADAC), Michèle RIOT-SARCEY (historiadora), Nora TENENBAUM (CADAC), Stéphanie TREILLET (Convergences et alternative), Marie-Pierre TOUBHANS (portavoz de Gauche unitaire), Aurélie TROUVÉ (copresidenta de Attac), Marlène TUININGA (Ligue internationale des Femmes pour la Paix et la Liberté, WILPF), Moruni TURLOT (Lesbiennes Of Color), Sophie ZAFARI (sindicalista, FSU), Henriette ZOUGHEBI (vicepresidenta del Conseil Régional IDF)

13 septembre 2012

http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article26350

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