Lanzada el 17 de octubre pasado por una coalición, la ofensiva que intenta arrebatar la ciudad de Mosul (Irak) al Ejército Islámico (EI) prosigue en medio de feroces combates.

Esta ofensiva está llevada a cabo, por un lado, por las fuerzas armadas iraquíes y las milicias paramilitares del Hachd al-Chaabi (“movilización popular”), en su mayoría constituidas por grupos fundamentalistas chiitas cercanos a la República Islámica de Irán, y del otro, por las fuerzas kurdas peshmergas de Barzani (dirigente de la región autónoma kurda en Irak), fuerzas asistidas por el gobierno turco. Alrededor de 100 000 combatientes participan en la operación. Estas fuerzas tienen el apoyo aéreo de la coalición internacional bajo la dirección de los Estados Unidos, que bombardean posiciones del EI en Siria y en Irak desde agosto de 2014. Esta coalición es culpable de numerosos crímenes, causando la muerte de más de 1 900 civiles en los dos países desde el comienzo de los ataques.

Operaciones militares y urgencias humanitarias

Los yihadistas del EI ofrecen sin embargo una resistencia encarnizada: ataques suicida, camiones-bomba, francotiradores, explosivos ocultos en casas y edificios. Casi 2 000 combatientes participantes en esta ofensiva han muerto en el mes de noviembre. Al mismo tiempo, 926 civiles han resultado muertos en Irak en atentados y enfrentamientos armados durante el mes pasado. Desde el lanzamiento de la ofensiva sobre Mosul, 90 000 civiles han huido de los combates, mientras que más de un millón de personas sigue viviendo en la gran metrópoli del norte de Irak. En el terreno militar, el EI ha debido retirarse de las ciudades de Tikrit, Ramadi y Faluya desde el comienzo de las operaciones.

Con la llegada del invierno y el cerco total por parte del ejército iraquí y sus aliados, los problemas humanitarios se intensifican en Mosul. El 8 de diciembre las agencias de las Naciones Unidas han distribuido ayuda, por primera vez, en las regiones al este de la ciudad que acaban de ser liberadas de las fuerzas del EI, pero se han visto casi desbordadas por las personas que allí residían y que sufrían una penuria aguda de alimentos, de carburante y de agua, y a menudo atrapadas desde hacía días en sus casas por los combates.

Problemas estructurales que siguen presentes

La ofensiva actual para eliminar al EI no borra los problemas estructurales de Irak. Jefes de tribus sunitas, reunidos el 30 de noviembre en Shayyalah al-Imam (un pueblo cerca de Mosul) y cuyos hombres participan en la ofensiva sobre Mosul en el seno de las brigadas de los “Leones de la unidad del tigre”, han expresado la necesidad de reformar el sistema político iraquí una vez derrotado el EI y de ir hacia una forma de federalismo. Durante esta reunión, han reafirmado también su desconfianza hacia el actual gobierno iraquí y la clase política del país en general.

A finales de noviembre, una ley votada por la mayoría del Parlamento iraquí (mayoría dominada por las fuerzas fundamentalistas chiitas) ha legalizado las milicias paramilitares del Hachd al-Chaabi. Los diputados de confesión sunita han boicoteado esta sesión del Parlamento oponiéndose a la existencia de grupos armados al margen del ejército y de la policía, culpables de abusos contra la población sunita.

Las fuerzas occidentales quieren permanecer en Irak

La ofensiva contra el Estado Islámico en Mosul podría requerir aún dos meses y aunque el grupo sea derrotado, seguirá constituyendo una amenaza para Irak y los Estados occidentales”, ha declarado un comandante de la coalición internacional dirigida por los Estados Unidos. Por otra parte, el 11 de diciembre, 8 personas murieron en dos atentados con coche bomba en la ciudad de Faluya que había sido recuperada al EI. Estados Unidos han anunciado ya que sería preciso que los países de la coalición internacional mantengan una presencia militar en Irak, incluso después de la ofensiva sobre Mosul. Un oficial francés en Irak, Olivier Lebas, ha confirmado: “Es verdaderamente importante permanecer todo el tiempo necesario para asegurarnos erradicar el Estado Islámico”.

Como ya hemos subrayado en otros artículos, las estrategias militares de los Estados regionales e internacionales están condenadas al fracaso a medio y largo plazo. Con toda probabilidad, el EI será derrotado en Mosul, pero hay que recordar que el Estado Islámico fue formado a partir de los restos de combatientes de Al-Qaeda… cuyo grupo había casi desaparecido a finales de 2010 en Irak. Sin atacar las condiciones políticas y socioeconómicas que permiten en desarrollo del EI, su capacidad, o la de otros grupos similares, para hacer daño seguirá en pie. Una pancarta de manifestantes iraquíes durante las manifestaciones populares del verano de 2015 contra el sistema político confesional y burgués del país planteaba claramente este problema: “El Parlamento y el Estado islámico son las dos caras de la misma moneda…”

17/12/2016

Hebdo L´Anticapitaliste 363

https://npa2009.org/actualite/international/irak-loffensive-militaire-sur-mossoul-avance-les-problemes-politiques

Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR

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