La Gira por la Vida, el desembarco del EZLN en Europa, llegó a Vigo el 20 de junio. Después de una singladura de 8 semanas por el Atlántico, el barco La Montaña fondeó en aguas de Baiona. A bordo viajaba el escuadrón 421, compuesto por 7 militantes zapatistas, 4 mujeres, 2 hombres y una persona trans, avanzadilla del grueso de la expedición, que llegará a París a mediados de julio para emprender una gira que les llevará por 27 países del continente.
En cuanto se conoció, a finales de abril, la noticia de que Vigo sería el punto de Europa Continental donde desembarcarían los zapatistas comenzó a constituirse una asamblea para preparar la bienvenida, tanto a nivel de Vigo como a nivel gallego. Para difundir la noticia de la arribada se programaron actividades diversas como conciertos, charlas, proyecciones de documentales, sesiones vermú, también se hicieron camisetas, chapas y rifas con las que financiar el recibimiento. Fue fundamental la colaboración de centros sociales (Revolta o Faisca en Vigo y Laboratorio en Pontevedra) que funcionaron como eje de muchas de estas actividades y como centro de recepción de visitantes.
También fue clave el papel de las Comunidades de Montes –especialmente la Comunidad de Montes de Tameiga, en Mos, que ofreció las instalaciones de su Centro Social Cultural y Deportivo "As Pedriñas" para acoger a los visitantes internacionales, conciertos y asambleas–. Este vínculo no es casual, las comunidades de montes han servido en Galiza de centro de autogestión de bienes comunes, desde abajo y horizontalmente, por lo que existe una fraternidad de medios y objetivos con las comunidades zapatistas del otro lado del Atlántico. De hecho, el CSDC As Pedriñas fue oportunamente rebautizado como Caracol –nombre que reciben las comunidades insurgentes en Chipas– As Pedriñas.
Existe por tanto una fuerte conexión entre el mensaje de resistencia enviado por los zapatistas y la lucha del pueblo gallego en defensa de su territorio frente a la depredación. Por ello, muchas de las personas implicadas en el recibimiento participaron con banderas y camisetas zapatistas en diversas marchas y manifestaciones como las celebradas en Baiona o en Compostela contra la instalación de megaparques eólicos destructivos con el medio ambiente y nuestro rural. Todas las luchas frente al capital están interconectadas, sea Chiapas o a Serra da Groba.
El día de la llegada había una gran expectación. Varios barcos salieron a recibir al velero zapatista hasta las islas Cíes, mientras cientos de activistas desde la costa, desplegaban pancartas de apoyo. En la playa de Alcabre estaba todo preparado, con el escenario montado y 3 banderas ondeando al viento, la zapatista, la estreleira galega y la Republicana. Se escuchaban diferentes lenguas, portugués, alemán, italiano, francés, euskera, en un ambiente festivo y solidario. La lancha con el escuadrón apareció en el horizonte y fue recibida por una banda de gaiteiras entonando el Himno do Antigo Reino de Galiza. La comitiva pasó del muelle del Museo del Mar a la playa, entre gritos de "Zapata Vive, la lucha sigue", puños en alto y banderas rojas y negras.
Ya en la arena, se produjo la intervención de representantes de movimientos sociales de diferentes países que dieron la bienvenida al escuadrón, desde colectivos contra la megaminería en Alemania, hasta movimientos por los derechos trans en Brasil, pasando por exiliados políticos mexicanos. Después, los 7 zapatistas subieron a un escenario a presentarse, utilizando para ello las hermosas lenguas tzeltal y tzotzil habladas en Chiapas. Precisamente en esa lengua rebautizaron a nuestro continente como “Slumil K’ajxemk’op”, es decir “Tierra Insumisa”, mientras el público gritaba “a, anti, anticapitalistas”. Posteriormente se produjo uno de los momentos más emotivos de la recepción, la interpretación del Himno del EZLN, con todos los puños alzados, de todos los colores, cantando al unísono “Por la patria universal”. Ya había una cabeza de playa.
De esta forma comenzó la invasión inversa de Europa por el zapatismo, en una perspectiva decolonial que busca reivindicar las identidades indígenas y denunciar todos las opresiones del capitalismo heteropatriarcal. Precisamente esa mirada eurocéntrica, conquistadora y depredadora, se vio cuestionada simbólicamente con el hecho de que el barco zapatista fondeara precisamente en Baiona, el primer puerto del Viejo Mundo que recibió la noticia del mal llamado descubrimiento al arribar ahí la carabela La Pinta, en 1493, al regreso del primer viaje de Colón. Dos barcos frente a frente, dos mundos que cruzan sus caminos de nuevo para que las Tierras Insumisas de Chiapas transmitan su ejemplo de rebeldía a unos pueblos de Europa sumidos en una grave crisis social y ecológica. Pero ese puente tendido más allá del Océano establece una comunicación bidireccional de resistencias, como reconoce el Subcomandante Insurgente Galeano en el comunicado de llegada:
"Vamos a agradecer a lo otro su existencia. A agradecer las enseñanzas que su rebeldía y su resistencia nos han regalado. A abrazar lo otro y decirle al oído que no está sola, soloa, solo. A susurrarle que valen la pena la resistencia, la lucha, el dolor por quienes ya no están, la rabia de que esté impune el criminal, el sueño de un mundo no perfecto, pero sí mejor: un mundo sin miedo."1/
Con ese objetivo la Gira por la Vida continúa, con el escuadrón 421 dirigiéndose hasta Extremadura para llegar luego a Madrid, donde tuvo lugar un acto de bienvenida en el Teatro del Barrio, en Lavapiés. En Galiza nos sentimos honradas de ser puerto de acogida y encantadas de trasladar el testigo a otros territorios en los que seguir sembrando complicidades por la vida y contra el capital, para seguir imaginando un mundo donde quepan otros mundos posibles.
Xaquin Pastoriza es historiador y miembro del Consejo Asesor de viento sur.
Notas
1/ "La Travesía por la Vida: ¿A qué vamos?" Subcomandante Insurgente Galeano, en www.vientosur.info 29/06/202