cadtm

La ciudad de Rabat ha conocido el domingo 4 de diciembre de 2022 la organización de una manifestación nacional. Esta manifestación, que reunió a unas 3000 personas, se desarrolló bajo el lema: “Todos contra la carestía de la vida, la opresión y la represión”, y fue organizada por el Frente Social Nacional que reúne a varias organizaciones políticas, sindicales y de defensa de los derechos humanos, para denunciar la ola de aumento de precios y la escalada represiva llevada a cabo por el régimen contra todos los sectores disidentes.

Éric Toussaint ha entrevistado a Jawad Moustakbal, miembro de ATTAC-CADTM Marruecos.

CADTM: ¿Cuáles son las razones económicas, sociales y políticas que han provocado el éxito de la movilización en Rabat el 4 de diciembre?

Esta manifestación nacional es la primera desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, que las autoridades aprovecharon para prohibir todas las formas de expresión colectiva.

Las y los participantes en esta marcha han coreado consignas que denuncian los recientes ataques al poder adquisitivo y al jefe de gobierno, el multimillonario Aziz Akhenouch con pancartas en las que se puede leer: “Akhenouch, lárgate”.

Esta movilización, iniciada por organizaciones sindicales y políticas de izquierda y que se agrupan en una coordinadora que lleva el nombre de Frente Social Nacional, pretende ser una respuesta al profundo deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de la población.

Hay causas estructurales y otras coyunturales que explican el deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de la gente en Marruecos.

Las razones estructurales del deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de la población están relacionadas con las decisiones económicas neoliberales adoptadas por quienes han gobernado nuestro país durante décadas. Las políticas de liberalización y privatización, por ejemplo, beneficiaron a una élite local que gira en torno al “palacio” y que a menudo se asocia con multinacionales occidentales para apropiarse de territorios (agua, bosques, tierras, minas...) o de las empresas públicas más rentables, o incluso de sectores estratégicos y vitales como la distribución de agua, la energía, la educación o la salud.

La apertura de las fronteras a las mercancías, exigida por los llamados acuerdos neocoloniales de libre comercio que Marruecos ha firmado, ha debilitado nuestro tejido económico y ha provocado pérdidas de empleo en el medio urbano, mientras que la adopción de una agricultura orientada a la exportación desde hace un cuarto de siglo continúa empobreciendo a nuestras y nuestros pequeños agricultores y agravando nuestra dependencia alimentaria.

Estas políticas son recomendadas por el FMI y el Banco Mundial y aplicadas al pie de la letra por los verdaderos titulares de poder, es decir, el Rey y sus consejeros.

El sistema de la deuda representa un elemento central en la imposición de estas recetas liberales a través de las condicionalidades que generalmente acompañan a los préstamos contratados por nuestros dirigentes.

Estos factores estructurales son los primeros responsables de esta situación porque limitan, además, la capacidad del Estado para hacer frente a las condiciones económicas reduciendo constantemente el presupuesto de los servicios públicos y aumentando nuestra dependencia alimentaria y energética. Esto aumenta nuestra fragilidad respecto a las fluctuaciones de los precios de los productos esenciales para nuestra gente y nuestra economía. A esto se suman los efectos de la sequía que se ha vuelto más intensa y frecuente en los últimos 20 años, derivada de la crisis ecológica global y el calentamiento global.

Las desigualdades sociales en Marruecos son también las más fuertes de la región según los últimos informes de Oxfam.

La represión parece ser la única respuesta que tiene el Estado marroquí para gestionar estas múltiples crisis exacerbadas por sus políticas.

CADTM: ¿Puedes recordar las grandes movilizaciones de los últimos 12 años?

Ha habido luchas de forma permanente por la defensa de los territorios (agua, tierra, bosques,…). Nunca cesaron especialmente en las zonas más marginadas, que el colonizador francés llamaba el Marruecos inútil. Estas luchas son una respuesta a un proceso de acumulación por desposesión bastante violento impulsado por las clases dominantes. Aparte de estas luchas “permanentes”, podemos distinguir 3 grandes movilizaciones importantes:

  • 2011: El movimiento del 20 de febrero, fecha de su inicio, constituyó la movilización más masiva y prolongada, con manifestaciones que agrupaban a decenas de miles de participantes en más de cien ciudades de Marruecos. Simultáneamente con este movimiento, que se concentraba más en las grandes ciudades y los centros urbanos medios y cuyas demandas eran principalmente democráticas y políticas, varios movimientos de protesta por los derechos sociales, la vivienda, la tierra, el trabajo surgieron en diferentes lugares del país y aprovecharon el entorno favorable creado por lo que se ha llamado la Primavera Árabe.
  • 2016-2017: Hirak (Movimiento de protesta) del Rif: El viernes 28 de octubre de 2016, se produjo un trágico y fatal incidente en la ciudad de Alhucemas, en el noreste de Marruecos, cuando un agente estatal confiscó las mercancías de Mouhcine Fikri, un vendedor de pescado, y las tiró a un camión de basura. Cuando el vendedor se subió desesperadamente al camión para recoger su pescado, un policía local ordenó al conductor del camión volquete que arrancara el compactador y lo “triturara”, según activistas y testigos. El camión trituró horriblemente a Fikri, causando su muerte. Este triste acontecimiento dio lugar a manifestaciones pacíficas durante 10 meses. Manifestaciones que movilizaron a todos los habitantes de la ciudad de Alhucemas y de las pequeñas ciudades vecinas. Este movimiento, que se hizo eco del movimiento del 20 de febrero tomando algunas de sus consignas y la organización de manifestaciones y/o concentraciones cada fin de semana, también se caracterizó por muchas innovaciones en términos de organización, comunicación e implicación de las capas más amplias a través de asambleas populares en los cafés donde se discutió y aprobó el cuaderno reivindicativo que implicaba a toda la región, así como todos los aspectos de la vida de la población (económicos, sociales, políticos, medio ambientales, culturales y deportivos).
  • 2017-2018: Hirak (Movimiento de protesta) de Jerada: Este movimiento nació tras la conjunción de dos acontecimientos sucesivos: el primero fue la represión de una manifestación contra el aumento de los precios de la electricidad y la detención de dos jóvenes estudiantes de secundaria. El segundo tuvo lugar al día siguiente y se refiere a la muerte de dos hermanos ahogados en el fondo de una de las minas improvisadas excavadas de forma irregular alrededor de la ciudad para extraer carbón. Desde el cierre en 1998 de los Charbonnages du Maroc (Carbonerías de Marruecos), que explotaban tres grandes pozos dentro de Jerada, la población, que dependía por completo de la mina, comenzó a cavar pozos en el bosque circundante para explotar por sus propios medios las vetas de carbón. Por lo tanto, se organizaron manifestaciones en la gran plaza de la ciudad con la participación de miles de mujeres y hombres. El cuaderno reivindicativo de este movimiento se centró en tres ejes principales: la tarificación del agua y la electricidad, una alternativa económica y la aplicación del principio de rendición de cuentas.

También tenemos la campaña de boicot de 2018 que me parece interesante citar aquí. De hecho, tras la liberalización de los precios del combustible y la supresión de las subvenciones para algunos productos básicos, Marruecos ha sido testigo de numerosos intentos espontáneos de organizar campañas de boicot a productos pertenecientes a personalidades influyentes y cercanas al poder. La campaña de 2018 afectó a tres marcas: la empresa “Central” para los productos lácteos del grupo Danone, Sidi Ali perteneciente a Meriem Bensaleh, expresidente del sindicato de la patronal y la marca Afriquia, que tiene en sus manos lo esencial del mercado de distribución de los hidrocarburos y que pertenece al jefe del gobierno actual Aziz Akhenuch. Este último es uno de los hombres más ricos del continente. Ha acumulado su riqueza aprovechando su proximidad al palacio. Esta campaña de boicot tuvo un gran éxito y una amplia simpatía popular, no sólo en las redes sociales, sino también sobre el terreno. Con pérdidas de ventas para las tres empresas, algunas de las cuales perdieron hasta el 40% de sus ingresos y se vieron obligadas a revisar su política de tarifas. Este fue el caso de Danone en lo que respecta a la producción de leche.

CADTM: ¿Las victorias del equipo marroquí en el Mundial de fútbol no son suficientes para limitar el descontento social?

No, creo que el descontento ha estado ahí durante décadas y sigue existiendo teniendo en cuenta las opresiones económicas, sociales, ecológicas y culturales que sufren la gran mayoría de las y los marroquíes. Lo que el régimen ha tenido éxito en ahogar, por el momento, son las formas de expresión de este descontento. La pandemia ha jugado a favor del régimen en los últimos dos años, estableciendo un clima de miedo generalizado y ofreciendo al poder un pretexto para prohibir/reprimir cualquier intento de movilización.

El régimen también ha llevado a cabo una campaña de represión en los últimos años. ¡Comenzó con la condena de los líderes del movimiento del Rif a 20 años de prisión! Continuó con la condena de los líderes del movimiento Jerrada a 10 años de prisión, luego de periodistas y youtubers, que fueron condenados a penas que van de 5 a 10 años de prisión. Con estas condenas, el régimen ha logrado crear un clima de terror en el que las personas son procesadas y condenadas por un simple post en Facebook, o incluso por hacer clic en el botón “Me gusta” en un post que crítica al Rey o sus asesores.

En cuanto a la victoria de la selección nacional en la Copa del Mundo, el régimen ya ha lanzado su máquina mediática para aprovecharla al máximo y promover una autodenominada unidad nacional y adormecer a las masas.

Desafortunadamente, las personas hoy en día necesitan una sensación de victoria incluso ilusoria dados los múltiples fracasos y la angustia que sufren en todos los aspectos de su vida cotidiana.

Pero creo que esta alegría es efímera y que, aunque una victoria en el fútbol consiga que la gente olvide durante unos días sus terribles condiciones de vida, se recobrará el sentimiento de descontento y desprecio (Hogra) de las clases populares. Lo que no podemos predecir es cuándo se expresará este sentimiento de descontento para dar lugar a movilizaciones colectivas a la altura de la violencia del ataque de las clases dominantes.

CADTM: ¿Cuál es el nivel de la deuda pública?

El nivel de la deuda pública no ha dejado de aumentar, casi se ha duplicado desde 2010 hasta alcanzar más del 95% del PIB si se cuentan las deudas de las empresas públicas garantizadas por el Estado. Esta situación también se ha agravado por las consecuencias de la crisis de Covid, añadidas a la sequía que ha afectado a Marruecos desde 2020. En cuanto al servicio de la deuda y según el proyecto de ley de finanzas para 2023, el gasto en deuda pública continuará aumentando a 109.220 millones de dirhams en 2023, frente a los 90.210 millones de dirhams de 2022, un aumento del 19%.

CADTM: ¿Cómo ha evolucionado la deuda de las clases populares?

La deuda de los hogares aumentó un 4,8% a 386 MMDH de 2020 a 2021, frente a un crecimiento promedio del 4,9% en el período 2013-2019.

Más de uno de cada 4 beneficiarios tiene una tasa de deuda superior al 40% de sus ingresos.

Los créditos al consumo, que representan el 35% de los créditos privados concedidos en 2021, continúan creciendo tras el deterioro de las condiciones financieras de los hogares desde la crisis sanitaria de Covid.

Traducción: Alberto Nadal

http://www.cadtm.org/Marruecos-la-marcha-de-protesta-del-4-de-diciembre-de-2022-y-sus-antecedentes

 

(Visited 182 times, 1 visits today)