El modelo de movilización de las organizaciones/movimientos dedicados exclusivamente a la defensa de los derechos de las personas migrantes presenta en los últimos tiempos reivindicaciones de horizonte radical. Exigencias de libertades y derechos, condiciones dignas de vida, tránsito libre y trato igual de género, ningún tipo de confinamiento, etc., cuya eventual ejecución por las autoridades, gobiernos, Estados y, por supuesto, por la UE implicaría un cambio sustancial. Conceder esos derechos, incorporar a todos los migrantes –mujeres y hombres– al mismo estatus de igualdad en todos los países a los que llegan, implicaría un profundo cambio en las políticas sociales, económicas y aun políticas de los Estados occidentales, supondría un cambio… del sistema (Ibarra 2021). Por esto, la lucha resulta tan dura, tan dramática. Ver cómo a lo largo de los años la distancia entre las exigencias reivindicativas y las decisiones políticas de los Estados continúa y, en algunos casos, es creciente, resulta desalentador.

Sin embargo, las movilizaciones dirigidas a acabar con este panorama persisten y aun crecen. En este artículo ofrecemos una visión de conjunto, unos rasgos generales sobre movimientos y movilizaciones. Con la advertencia de que nos centraremos, por límites de espacio, al espacio europeo de llegada y estancia. En primer término habría que hacer una distinción entre movimientos de apoyo a migrantes y apoyos organizados y liderados por los propios inmigrantes. Empezamos por estos últimos. 

En líneas generales, las organizaciones de migrantes asentadas en cada país actúan con el objetivo de lograr mejores condiciones de vida. Se autoorganizan para, en una dinámica de solidaridad y cooperación entre ellos, lograr trabajo, vivienda, estudios, etc. También, aunque más ocasionalmente, algunas de estas organizaciones lideran movilizaciones directamente dirigidas a la demanda de derechos, que suelen estar especialmente centradas en lograr la regularización de su situación en el país. Estas demandas suelen confluir en ocasiones con organizaciones locales dedicadas al apoyo de migrantes. También en ocasiones, y como es conocido, grupos de migrantes se movilizan, aunque solo sea puntualmente, de forma contundente y radical para lograr el cruce de fronteras. 

En todo caso, desde la perspectiva de la movilización social dirigida a lograr cambios sustanciales en la legislación para lograr esa plena y compartida igualdad en la concesión y ejercicio de derechos, lo habitual es que esta opción sea asumida por los movimientos-organizaciones dedicadas a apoyar a las y los migrantes, a luchar para lograr todos sus derechos. 

En esta área de movimientos sociales exteriores al conjunto de migrantes, habría que hacer algunas distinciones. Por un lado, organizaciones a las que genéricamente se otorga la categoría de ONG, cuyo apoyo se centra casi exclusivamente en tareas de acogida: búsqueda de alojamiento, apoyo a regularización de papeles, etc. Y, por otro lado, organizaciones definidas como movimientos sociales sin más, que focalizan su apoyo a través de movilizaciones de confrontación antiinstitucional dirigidas a lograr derechos, todos los derechos para las personas migrantes. 

Entrando ya en estos movimientos sociales tal y como los hemos definido (que comparativamente con las ONG de acogida son minoritarios), los mismos aparecen en muy distintos frentes: en movilizaciones radicales en torno a los campos de concentración (el nombre real que merecen los campamentos fronterizos), en las embarcaciones de diversos países que recogen inmigrantes en el Mediterráneo (que, conviene decir, al margen del formato que adoptan, son un movimiento social real, contundente y operativo) y, por último, obviamente, movilizaciones que se van dando en los distintos países para reivindicar los derechos. En esta línea hay que destacar que existe bastante aislamiento en las distintas actividades de estos movimientos locales, regionales o aun nacionales. La coordinación es escasa. Y las consecuencias de que sea así son claramente negativas en cuanto que hoy en día la política migratoria central es la que establece la Unión Europea. 

Estos movimientos, definidos como radicales en la confrontación y en las exigencias, van extendiéndose a lo largo de Europa

Sin embargo, estos movimientos, definidos como radicales en la confrontación y en las exigencias, van extendiéndose a lo largo de Europa. Probablemente, cuantitativamente no son los dominantes, pero a través de sus acciones están difundiendo un mensaje que va calando en otros movimientos solo de acogida y radicalizando sus posiciones. Además, va creciendo la coordinación entre los mismos.

Este creciente protagonismo merece un análisis de este tipo de movimientos. Lo haremos mediante el relato de la experiencia de un movimiento que creemos, sinceramente, ejemplifica adecuadamente esta tendencia creciente.

Un modelo y una práctica relevante: OEE

Elegimos Ongi Etorri Errefuxiatuak (OEE), un movimiento social de Euskal Herria, (García Marroquín, 2022) cuyo objetivo es la defensa de los derechos de las y los inmigrantes. La elección de analizar este movimiento y sus acciones se debe a que el mismo está dirigido a lograr, sin excepción alguna, la concesión de todos los derechos, el uso de estrategias de confrontación abierta y la convergencia en la lucha con diversas organizaciones europeas. Esto es, las características de los movimientos sociales que definíamos como crecientemente protagonistas en la lucha a favor de los y las inmigrantes. Describiremos ahora sus distintas actividades y movilizaciones colectivas más relevantes que se han dado en los últimos años 

Su incipiente y complejo proceso de tejer lazos con otros grupos y organizaciones a nivel europeo comenzó con la caravana a Grecia en 2016, y se reforzará si en la marcha a Bruselas en otoño de 2022 se consigue que participen y se impliquen nuevas realidades europeas 

La caravana italiana

Empezamos con el relato de la caravana de 2018. Después de viajar a Grecia en 2016 y a Melilla en 2017, ese año cientos de activistas se dirigieron desde Salt (Girona) a Ventimiglia (frontera franco-italiana), Sicilia y Calabria. Una vez más, la “Caravana Abriendo Fronteras”, compuesta por más de 100 colectivos de la península, buscaba denunciar las políticas migratorias, económicas, comerciales y medioambientales de la UE. Una organización del norte de Italia, Carovane Migranti (CM), trabaja en parte con esa perspectiva desde hace tiempo. Y, sin duda, ello ha influido en algunas de las acciones en las que Ongi Etorri junto con CM ha participado e impulsado a nivel internacional a partir del momento en que se comienza a colaborar con la caravana de Italia de 2018.

Estas fueron las denuncias en todas las manifestaciones, encuentros y en algunos casos enfrentamientos que se dieron a lo largo del viaje: 

  • La vulneración de derechos humanos en la Unión Europea y en sus 28 Estados miembros es cada vez más grave. A la violencia y racismo institucional se suma el aumento de la xenofobia y el fascismo que se traduce en políticas cada vez más represivas en países como Italia, Hungría, Eslovaquia, Chequia y Polonia.
  • Los acuerdos de retorno y readmisión con terceros países que no respetan los derechos humanos. 
  • El hostigamiento y la criminalización de las personas y organizaciones solidarias con las personas migrantes.

Hay que subrayar que se trata de una caravana feminista, ya que, como literalmente se dice en el manifiesto:

Queremos hacer visible la presencia de las mujeres en los procesos migratorios y que son protagonistas y sujetos políticos. Con fuerza denunciaremos la violencia sexual que sufren las mujeres y las niñas tanto en los países de origen en contextos de conflictos armados como en los países de tránsito y acogida. Exigimos que se garanticen los derechos de las mujeres en los países de acogida evitando la explotación, los abusos, la violencia y la trata de personas.

En julio de 2018, la “Caravana Abriendo Fronteras” participó en una gran manifestación en Ventimiglia. A continuación, en Sicilia, junto a redes locales como el Forum Antirazzista de Palermo y la Rete Antirazzista de Catania, se manifestó en los puertos de las dos ciudades, escenarios de llegadas  de miles de migrantes, frente a las tumbas de 50 migrantes en el cementerio de Rotoli en Palermo, delante de la sede central de Frontex en Catania, en el CARA (Centro de Acogida para Solicitantes de Asilo) de Mineo, el mayor centro de acogida de Europa para migrantes procedentes de África y Oriente Medio, con más  de 4.000 personas, y en la ciudad de Niscemi, en cuyo territorio se aloja el mayor centro militar estadounidense de control del Mediterráneo. También se conoció la singular experiencia de acogida de migrantes de África y Asia en Riace (Calabria) por su alcalde Mimmo Lucano. Unos días después, invitados por CM, participación como OEE y CAF en una tarde de reflexión y debates en Paraloup, un refugio alpino de los partisanos, sobre migraciones de ayer y de hoy en las áreas fronterizas italo-francesas. Allí, por primera vez, se dialogó sobre la necesidad de ir tejiendo una pequeña red que a través de contactos y participación conjunta en experiencias y denuncias tuviera una perspectiva europea e internacional.

Una movilización internacional. El 5M

Con estos antecedentes, desde OEE y el pequeño pueblo de Artea (Bizkaia), con la participación de más de 200 personas de colectivos del Estado español, Italia, Francia y Grecia, se lanzó la iniciativa europea 5M, el Abrazo de los Pueblos. Con tres objetivos claros: denunciar la criminalización de la solidaridad, alzar la voz contra el avance del neofascismo y la extrema derecha en Europa y defender los derechos de las personas migrantes y refugiadas. La acción del abrazo se realizó el 5 de mayo de 2019 en 35 ciudades europeas con la participación de miles de personas y más de 200 organizaciones.

La caravana de Andalucía y Marruecos

En julio de 2019, cientos de caravaneros se acercaron a los espacios de no derecho, a esos escenarios de guerra en que se han convertido las fronteras, donde se deja morir a las personas, se violentan los cuerpos y se criminaliza a quienes defienden la vida y los derechos humanos.

Por cuarta vez, la “Caravana Abriendo Fronteras” viajaba al encuentro de las personas y organizaciones que habitan las fronteras. Primero fue Grecia, después Melilla e Italia, y ahora se volvía a la frontera sur de Europa, a Andalucía y Ceuta. En esta ocasión participó un numeroso grupo de Carovane Migranti (CM) junto con sus testigos, que aportaron sus valiosas experiencias de vida y muerte de México, Honduras, Túnez y Argelia.

Y estas fueron las denuncias:

  • Las muertes de más de 45.000 personas en su travesía hacia Europa desde 1993 (más de 2.500 en la ruta canaria desde enero de 2020).
  • La creciente violación de los derechos y libertades de las personas migrantes y refugiadas que viven en Europa.
  • La retención contra su voluntad de miles de personas migrantes que se encuentran en las islas, impidiéndoles su derecho a continuar el viaje.
  • Las condiciones indignas y vulneraciones de los derechos que sufren las personas migrantes retenidas en los campamentos y recursos de acogida. Con especial relevancia en los colectivos más vulnerables, como menores de edad y mujeres.
  • Las deportaciones y devoluciones, en frío y en caliente, desde los países y fronteras exteriores de la Unión Europea, ya sea en Canarias, como en Ceuta, Melilla, Balcanes, Mediterráneo central o las islas griegas. También por las devoluciones en las fronteras internas de la propia UE.
  • La externalización de las fronteras a terceros países como Marruecos, Libia, Turquía o Níger, gobernados por regímenes autoritarios que incumplen sistemáticamente los derechos humanos. También por la injerencia en la soberanía de los pueblos africanos con el envío de fuerzas policiales extranjeras.
  • La criminalización de la solidaridad con las personas migrantes y refugiadas y los impedimentos y obstrucciones que imponen a las misiones de rescate para salvar vidas en el mar.
  • La explotación laboral y las violencias sexuales que enfrentan miles de mujeres migrantes durante el tránsito migratorio y, a su llegada, en los campos de Huelva, Sicilia o Apulia.
  • La participación de las fuerzas militares europeas y de EE UU en los conflictos abiertos en los países del Sahel, conflictos que están provocando la muerte de miles de personas y el éxodo de cientos de miles hacia países limítrofes y Europa.
  • El negocio de la guerra y las fronteras, por la producción y venta de armas por parte de gobiernos de la UE a países que intervienen en conflictos en África y Oriente Medio.
  • El racismo institucional y los discursos racistas y xenófobos, vengan de donde vengan.

Nada más terminar la caravana a Andalucía, y de la mano de CM, participamos en una pequeña caravana a Túnez, que a pesar de su tamaño, o quizás por ello, fue muy rica en experiencias, como quedó reflejado en los encuentros con pequeñas organizaciones en la ciudad portuaria de Zarzis, próxima a la frontera libia, y con personas refugiadas eritreas en Medenine y Túnez, en las visitas a los cementerios  de migrantes en Zarzis, y en la acción de denuncia y respuesta directa por parte de las organizaciones italianas y locales que contribuyó decisivamente a rescatar a un numeroso grupo de migrantes de Costa de Marfil abandonados por la policía tunecina en el desierto fronterizo con Libia. Ello mostraba la importancia de tejer esos hilos internacionales de complicidad, de denuncia y de intercambio de experiencias y reflexiones a partir de pequeños y grandes momentos de acciones conjuntas.

La caravana canaria

La siguiente caravana fue la de Canarias 2021, del 17 al 25 de julio. Con la presencia de más de 100 activistas provenientes de la península y con la participación del nutrido grupo de Carovane Migranti y de Rete Antirazzista de Catania, junto con testigos de México, Honduras y Túnez. La actividad en las islas fue un continuo rosario de manifestaciones, asambleas, sentadas. Como en anteriores ocasiones, esta caravana y su manifiesto de denuncia en Canarias tuvieron un apoyo extenso de organizaciones y movimientos del Estado, 145 en este caso.

El contexto son las decenas de miles de personas migrantes muertas y la ausencia de derechos

Además de denunciar la negación de derechos ya citada en otras caravanas, resulta relevante resaltar algunos de los análisis que se hacen en el manifiesto/denuncia de esta caravana, ya que supone una lúcida aportación a cuáles son las causas de esta profunda y permanente injusticia:  

481 personas desaparecidas en apenas dos semanas en la ruta canaria en la primera quincena de junio” (VV AA, 2021). Quince personas enterradas, sin nombre, en el pequeño cementerio de Agüimes en la isla de Gran Canaria. La política europea de la muerte se despliega con toda su monstruosa eficacia en un aparente silencio.

Las nefastas políticas de la Unión Europea generan muerte en todas partes. Es fundamental responder a esta lógica sacando a la luz lo que a esas políticas europeas les gustaría mantener oculto. Detrás de estos proyectos de muerte hay planes para la defensa violenta de las fronteras europeas y de los beneficios de las élites. 

Una Europa cada vez más blindada ha incrementado las dotaciones económicas para la militarización y externalización de fronteras con un discurso que criminaliza a las personas migrantes y a quienes las defienden. Esta externalización no consiste solo en fronteras físicas, sino que conforma una compleja trama que implica desde corporaciones de cuerpos y fuerzas de seguridad como Frontex hasta empresas como Indra, ACS, Telefónica, El Corte Inglés, Sacyr, Air Nostrum y Evelop. 

El nuevo Pacto Europeo de Migración y Asilo pretende que las Canarias sean cárceles a cielo abierto, mientras el gobierno español defiende la misma política antimigratoria que planifica y desarrolla la UE. Tiene potestad para trasladar a las personas dentro de su territorio y evitar que sigan varadas en campamentos provisionales, pero decide no hacerlo, o hacerlo arbitrariamente, para alentar el imaginario de avalancha. De esta manera se mantiene el círculo vicioso formado por grandes empresas que se benefician de militarizar las fronteras y la clase política encargada de legitimar esa necesidad de seguridad, que no es tanto la de todas las personas como la de los intereses de las élites gobernantes y empresariales.

Denunciamos el saqueo de los recursos africanos por parte de empresas europeas con la complicidad de los gobiernos, y de manera específica los acuerdos neocoloniales de pesca impuestos por la Unión Europea a 13 gobiernos africanos, lo que ha supuesto, concretamente en Senegal, la destrucción de cientos de miles de empleos en los últimos años y el éxodo de miles de jóvenes hacia Europa vía Canarias. 

Denunciamos un modelo migratorio inserto en un modelo más amplio que está en guerra con la vida, un modelo capitalista que prima la acumulación de riqueza y recursos en pocas manos a costa de desposeer y explotar a las mayorías, un sistema patriarcal que destroza la vida de las mujeres y las personas con disidencias de identidades y orientaciones, un sistema colonial y racista, ecocida y homicida. Denunciamos el uso de las fronteras como herramienta para mantener este sistema (Mbembe, 2011).

Ocupar el centro

Cerramos este relato de movilizaciones colectivas con la descripción de un proyecto de movilización también impulsado en origen por OEE. El mismo supone un avance desde el punto vista de la participación de distintos movimientos y organizaciones en la lucha por los derechos de las personas migrantes. Se trata de un encuentro internacional de protesta en la capital de la UE, Bruselas, bajo el lema Rights, No deaths, “Derechos, no más muertes por migrar”.

La iniciativa consiste en realizar una marcha hacia Bruselas desde distintas naciones europeas para converger allí del 30 septiembre al 1 de octubre de 2022. El contexto son las decenas de miles de personas migrantes muertas y la ausencia de derechos. Muertes provocadas por las políticas europeas de fronteras. Más de 28.000 personas han fallecido desde 2014 intentando llegar a Europa o en sus fronteras internas, y cerca de 50.000 desde 1993. Vienen desde África, Asia y Oriente Medio y mueren especialmente en el Mediterráneo y en el Atlántico, y también en los Balcanes, en los Alpes, en el Canal de la Mancha, en el río Bidasoa al pie de los Pirineos y en otros espacios fronterizos.

Al mismo tiempo, las personas que logran atravesar estas fronteras trabajan y contribuyen al desarrollo de las sociedades europeas, pero la mayoría de ellas vive durante largos años sin documentos, sin derechos. No tener los documentos que necesitan impide el acceso a sus derechos más fundamentales, como el derecho a la salud o a la justicia.

El reciente drama del exilio ucraniano, provocado por la guerra, se suma a estos éxodos de personas que se ven obligadas a desplazarse en todo el mundo. Y la diferente respuesta que la UE está dando a esta tragedia nos ofrece una oportunidad extraordinaria para denunciar el doble rasero de la UE en sus políticas de acogida (Balanzategui, 2022). Celebramos la acogida positiva de la UE a las personas refugiadas de Ucrania. Y denunciamos las políticas de rechazos y de muertes que la UE sigue aplicando en estos momentos contra las decenas de millones de personas que han huido y siguen huyendo de los países y de las guerras en las que intervienen ejércitos, empresas y gobiernos europeos y occidentales.

Ante esta situación, la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak propone realizar acciones de denuncia en Bruselas entre distintas organizaciones europeas que vienen defendiendo en diferentes países los derechos de las personas desplazadas forzosamente.

Esta iniciativa pretende consolidar, de manera permanente, un movimiento que denuncie la responsabilidad de los gobiernos europeos en estas muertes, que proponga alternativas y despierte la conciencia europea.

Sus objetivos son:

  • Denunciar a la UE como responsable de las políticas migratorias que provocan estas muertes. Exigir a las instituciones europeas –Comisión, Consejo y Parlamento– medidas concretas que garanticen los derechos humanos de las personas migrantes, entre ellos el derecho a circular libremente y de forma segura. Y que las medidas incorporen una perspectiva interseccional de género. 
  • Denunciar las causas que obligan a las personas a migrar.
  • Sensibilizar a la población europea sobre esta situación.
  • Exigir la regularización de todas las personas migrantes y refugiadas que viven en la Unión Europea, como se está haciendo con las personas que llegan de Ucrania.
  • Consolidar una red internacional de denuncia y solidaridad con las personas migrantes y refugiadas.

En resumen, exigir a la UE y a los gobiernos que la integran unas políticas que pongan fin a las desapariciones y a las muertes en las rutas migratorias, y que abran vías seguras y regularicen la situación administrativa de quienes han llegado 1/.

Germán García Marroquín, Pedro Ibarra y Víctor Santiago Pozas son miembros de Ongi Etorri Errefuxiatuak

Notas

1/Las organizaciones convocantes son las siguientes: Bélgica: CNCD (Centre National de Coopération au Développement), FGTB-Liège (Fédération Générale du Travail de Belgique-école des solidarités), CADTM (Comité pour l’abolition des dettes illégitimes), Bxl Refugees, CBAI (Centre Bruxellois d’Action Interculturelle) ; Bosnia/Serbia/Grecia/España: No NameKitchen. Estado español: Ongi Etorri Errefuxiatuak-MugakZabalduz, IrungoHarreraSarea, Caravana Abriendo Fronteras, Obrim Fronteres-Catalunya, Obrim Fronteres-Valencia, Caravana Abriendo Fronteras- Madrid, Aita Mari- SMH (Salvamento Marítimo Humanitario),  Red Mujeres Racializadas, Mujeres de Negro, La Resistencia-Almeria. Francia: CCFD- Terre Solidaire, CRID (Collectif d’organisations de solidarité  internationale et de mobilisation citoyenne), États Généraux de la Migration, Migreurop France. GB/Nederland: Transnational Migrant Platform Europe (TMP-E), Global Economic Justice Programme. Italia:CarovaneMigranti (Torino), ReteAntirazzistaCatanese, LasciateCIEntrare, Forum AntirazzistaPalermo, CISS-CooperazioneInternazSudSud, La VíaCampesina.

Referencias

Balanzategui, Ander (2022) “Irún, el cerrojo migratorio de Francia”, Revista Hordago 61.

García Marroquín, Germán (2022) El mismo camino andamos. Barcelona: Bellaterra (próxima publicación).

Ibarra, Pedro (2021) ¿Tienen otro futuro los movimientos sociales? Barcelona: Icaria.

Mbembe Achille (2011) Necropolítica. Madrid: Melusina.

VV. AA. (2021) Informe CEAR La migración en Canarias; emergencia previsible. Agaete. CEAR.

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