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Puigdemont ha sido el ganador de las elecciones europeas con 987.149 votos en Catalunya (y 36.801 en el resto del Estado), superando en más de 250.000 votos a Oriol Junqueras. En estas elecciones el independentismo ha conseguido 1.720.000 votos (49,72%), 240.000 votos más que la suma JxCat, ERC y la CUP en las municipales, lo que indica que mucha gente no independentista ha votado a Puigdemont o Junqueras en las europeas.

Pero se trata de un triunfo personal de Puigdemont, su partido (JuntsxCat) ha perdido 130.000 votos en las municipales y ha quedado en tercer lugar, bastante por detrás del PSC (17,6% frente al 25%). Esto significa que la crisis de este partido seguirá abierta porque ni Puigdemont ha conseguido forjar un partido ganador, ni los partidarios de dar prioridad al PDeCAT pueden arrinconar fácilmente a Puigdemont.

La gran triunfadora de las elecciones municipales ha sido ERC que ha aumentado 300.000 votos y ha ganado en Barcelona, Lleida y muchas otras ciudades, con resultados muy equilibrados en el conjunto del territorio: donde no gana es segunda o tercera fuerza. El triunfo en Barcelona tiene una gran importancia política porque es la capital del país y tendrá un alcalde independentista del mismo partido que ha ganado las municipales y las generales.

Pero no todo son buenas noticias para los partidos independentistas, la CUP ha perdido 100.000 votos y ha desaparecido del ayuntamiento de Barcelona. El independentismo ha crecido mucho por la izquierda moderada (ERC) y ha disminuido por la derecha (JuntsxCat) y la izquierda anticapitalista (CUP).

Ada Colau ha perdido la alcaldía de Barcelona y el conjunto de los Comunes han perdido 64.000 votos en el conjunto del territorio, quedando como cuarta fuerza municipalista (con el 9,9%) muy por detrás de JuntsxCat.

El PSC ha seguido la tendencia iniciada a las generales aumentando 235.000 votos, quedando como segunda fuerza y ganando a ciudades importantes como Tarragona, Sabadell, Hospitalet, Cornellà, etc.

En cambio Cs ha tenido sólo un ascenso moderado (47.000 votos), inferior al descenso del PP (124.000), y no parece que pueda obtener ninguna alcaldía.

Más allá de estos rasgos generales, para tener una perspectiva más completa habría que analizar los resultados en toda una serie de ciudades, pero sólo lo haremos en la ciudad de Barcelona.

La batalla por Barcelona

Ernest Maragall será el próximo alcalde de Barcelona, el primer alcalde independentista tras la guerra civil. Su candidatura ha obtenido 10 concejales, ha aumentado 84.000 votos respecto a las elecciones de 2015 y se ha impuesto a la de Ada Colau. Desde el principio ha aparecido como el voto útil independentista y soberanista por las mismas razones que en las recientes elecciones generales. La única diferencia es que han funcionado también en Barcelona, el lugar donde comenzaron los Comunes y donde eran más fuertes.

Barcelona en Comú, el partido de Ada Colau, ha obtenido también 10 concejales y ha perdido 20.000 votos (un 4,4%) respecto a las anteriores elecciones, pero se debe tener en cuenta que en las elecciones del 2019 la participación ha subido un 5,6% (53.000 personas). La batalla ha sido reñida hasta el último momento y ha perdido sólo por 4.000 votos; en 2015 la había ganado por 17.000. La derrota se produjo a pesar de que el gobierno de Colau puede presentar un buen balance en el terreno social, sin duda mucho mejor que el de sus antecesores. Seguramente las pérdidas no se han debido a un solo factor.

En mi opinión, los Comunes han perdido una parte de votantes soberanistas y otra parte, probablemente mayor, de los que antes de 2015 habían votado al PSC (partido que también ha sido el gran beneficiario del aumento de la participación). La proporción de estas dos pérdidas seguramente depende de los distritos; en el caso de Nou Barris, donde el independentismo se ha estancado y la participación ha subido poco, la mayor parte del aumento del PSC se explica por las pérdidas de los Comunes.

Otros factores que probablemente han pesado son: la hostilidad mostrada durante todo el mandato por el resto de fuerzas del consistorio, incluida la CUP; las diferencias entre las diversas candidaturas que se reclamaban de los Comunes a nivel de Catalunya, que no permitían visibilizar un proyecto compartido; y la pérdida de democracia interna y de actividad de los grupos de base que pueden haber alejado una parte de la militancia más activa de los inicios.

Aun así Barcelona en Comú ha ganado en 6 de los 10 distritos de Barcelona (Ciutat Vella, Sants-Montjuïc, Gràcia, Horta-Guinardó, Sant Martí y Sant Andreu), por 2 de ERC (Les Corts y Eixample), uno del PSC (Nou Barris) y uno de Cs (Sarrià-Sant Gervasi).

El PSC ha quedado en tercera posición, con 8 concejales, ganando 71.000 votos respecto al 2015, pero muy lejos de poder recuperar la hegemonía de los tiempos de Narcís Serra y Pasqual Maragall.

La cuarta posición ha sido para Cs que presentaba a Manuel Valls como cabeza de lista. Ha obtenido 6 concejales (1 más que en 2015) y ha ganado 22.000 votos, algo menos de lo que ha perdido el PP (23.000).

Junts per Catalunya ha quedado en quinta posición después de perder 80.000 votos respecto de CiU en 2015, cuando Trias perdió la alcaldía ante Ada Colau.

El PP ha quedado en la sexta y última posición, con 2 concejales y el 5,02% los votos, es decir, a punto de quedar fuera del ayuntamiento.

La CUP ha obtenido el 3,9% de los votos y no ha podido entrar en el ayuntamiento. Ha perdido 22.000 de los 52.000 votos que había obtenido en 2015 cuando había logrado 3 concejales. Aparte de cuestiones de orientación política general (como su insistencia en la posibilidad de implementar la República tras la derrota del 27 de octubre de 2017 y la aplicación del artículo 155), probablemente ha pesado el vacío de aparición que significó su no presentación a las elecciones del 26-M y un mal balance de su labor de oposición municipal.

Quien tampoco ha conseguido entrar en el ayuntamiento es la candidatura Barcelona es Capital de Jordi Graupera, auspiciada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), y que sólo ha obtenido el 3,76% de los votos, lo que ha restado 28.000 votos a las otras candidaturas independentistas.

El conjunto de las candidaturas independentistas ha obtenido 297.512 votos (39,6%), 10.000 más que en 2015, y si sumamos los votos de Barcelona en Comú resultan 453. 669 votos soberanistas (60,4%), 10.000 menos que en las anteriores elecciones.

Una breve conclusión

El resultado de las elecciones europeas significará el inicio de una batalla por el nombramiento de Puigdemont, Comín y Junqueras como eurodiputados y por el respeto de su inmunidad. No es probable que el Parlamento Europeo haga el mismo desistimiento de soberanía que ha hecho el Congreso español

Pero la principal lección del conjunto de las elecciones del mes de mayo es que no se puede derrotar el independentismo con las urnas, a pesar de la supresión temporal de la autonomía con el artículo 155, a pesar de un juicio político por rebelión contra los dirigentes independentistas, a pesar de la negación de su inmunidad parlamentaria,...

La alternativa sigue siendo: o diálogo sobre el derecho a decidir o represión en Catalunya y deriva autoritaria en todo el Estado.

28/05/2019

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