Este domingo 10 de abril, en Xinkiang Jie, una persona mayor vestida de negro y corbata de seda gris marcha en bici. Wang Zuoyan lleva una máscara de algodón para protegerse del polen que revolotea en el cielo pekinés. "Habrías podido entrar sin esperarme", dice sonriendo. Tras todos estos años, Wang Zuoyan no repara ya en los agentes de Policía Armada del Pueblo, ni en los controles al pie del Centro de Respuesta Médica a las Urgencias Radioactivas /1, una institución dependiente del ministerio de Sanidad, que dirigió hasta 2003 y de la que sigue siendo su investigador principal.
"Desde Fukushima, se trabaja todos los días". En el tercer y último piso de este edificio de ladrillos rojos, sus compañeros investigadores recuperan las últimas informaciones sobre las radiaciones en el agua y la tierra, expedidas desde los laboratorios de diferentes provincias chinas. "Se hace una síntesis con ellas para el Ministerio, con nuestras recomendaciones".
"¿Y el aire? Silencio en la sala. "Las cifras de radioactividad en la atmósfera no llegan ya a nosotros. Es competencia del Ministerio de la Protección del Medio Ambiente y ese es el problema". Wang Zuoyan es uno de los raros científicos chinos que se atreve a poner en cuestión públicamente la avalancha de su país hacia lo nuclear o más bien la cacofonía que la rodea.

Como en Alemania, el gobierno chino, por intermediario de su Consejo de Estado, ha ordenado, sin embargo, a partir del 16 de marzo una congelación de su programa nuclear. Pero no afecta a los catorce reactores ya operativos, ni siquiera a los veintisiete en construcción /2. Sólo los contratos a punto de ser firmados, ya se trate de reactores situados en las zonas del litoral, pero lejos de las reservas de carbón, o en zona sísmica. Greenpeace China había saludado la iniciativa. Sin duda un poco demasiado rápidamente, pues el programa nuclear no bajará de intensidad.
En la 9ª edición de la Conferencia Nacional de la Industria Nuclear /3 (http://www.biztradeshows.com/trade-events/nuclear-power-industry.html) que se ha celebrado en Shenzhen entre el 6 y el 8 de abril, Li Xiaoxue, portavoz de uno de los dos constructores públicos (China Guangdong Nuclear Power), ha pronosticado "el resultado de esta moratoria: China va probablemente a parar el pedido de los reactores de segunda generación para privilegiar los modelos de tercera generación como los futuros AP 1000 americanos o EPR de Areva o incluso sus propios modelos negociando acuerdos de transferencias de tecnología".
Para los científicos, aunque no ralentice la carrera por los reactores, esta congelación permite ya más diálogo en los pasillos. "Hasta ahora, cada vez que había que validar la elección de un nuevo reactor, los científicos se reunían, discutían, luego se callaban, en nombre del desarrollo del país. Esta vez, el accidente japonés es una ocasión de reunirse con los oficiales alrededor de una mesa para que escuchen al fin a los más dubitativos", estima Wang Zuoyan, pronuclear obsesionado por la seguridad máxima y que intenta hacer oír su voz.

Pues al contrario del Instituto para la Investigación Energética de la todopoderosa Comisión para la Reforma y el Desarrollo Nacional, que supervisa el desarrollo de la industria nuclear, el cuerpo de funcionarios que en teoría debe gestionar una situación de crisis, un accidente radioactivo, está totalmente diluido.

Un laberinto de responsabilidades

"El sistema ha sido concebido para que nadie tenga que asumir la menor responsabilidad, para que nadie tenga responsabilidades en caso de problemas". Explicaciones mediante un ejemplo: "Imagine que se descubre una fuerte radioactividad en las legumbres chinas. A priori, la alimentación debería ser responsabilidad del ministerio de la salud. Sin embargo, si la legumbre está en la granja, su calidad corresponde al Ministerio de Agricultura únicamente. En cambio, la legumbre cosechada corresponde exclusivamente a la Administración General de la Supervisión de la Calidad, de la inspección y de la puesta en cuarentena. Pero cuando la legumbre está en el escaparate, es responsabilidad de la Administración del Estado de la Industria y del Comercio. Y solo cuando caes enfermo, nosotros, en el Ministerio de Salud, podemos intervenir…". E incluso si, vía las cifras de radioactividad en la atmósfera, estos últimos disponen muy pronto de todos los elementos que anuncian un riesgo. "Es preciso pues, absolutamente, aprovechar este período para clarificar la gestión".

En caso contrario, la lección del SRAS (neumonía altamente infecciosa) no habría servido para nada. En marzo de 2003, la capital estaba contaminada, los hospitales veían afluir pacientes alcanzados de la epidemia pero ninguna institución se atrevía a llevar la información hasta la cúspide, a algunos días de la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular. Y no fue sino un mes después de las alertas de los países vecinos presionados por la Organización Mundial de la Salud, y la de un médico militar chino a los medios extranjeros tras una vana tentativa ante la cadena nacional CCTV4, cuando las autoridades optaron por la transparencia. Resultado: la cifra de víctimas pasó de 37 a 339 en una jornada para después triplicarse ¡en menos de una semana! El desenlace de esa crisis pasó finalmente por el cese espectacular del alcalde de Pekín y del ministro de Sanidad "mientras que el ejército decidía él solo erigir un hospital especial, lejos de Pekín, en un tiempo récord", recuerda Wang Zuoyan.
Todo induce a creer que el mismo caos se repetiría en caso de fuga radioactiva, con el riesgo de que los constructores de reactores chinos, China National Nuclear Corp y China Guangdong Nuclear Power Corp intenten también ocultar la realidad.

Falta de personal

Hace un año, había habido que esperar un mes para que una ligera fuga en la central de Daya Bay en el Guangdong, puesta en servicio por Framatome (ex-Areva) y EDF (Electricité de France) en 1994 a fin de alimentar Hong Kong en electricidad, fuera hecha pública por el operador chino /4. En cuanto a la Administración para la Seguridad Nuclear de China, una institución definida como "totalmente independiente" y a la que se supone establecer los reglamentos de seguridad o renovar las autorizaciones de explotación de los reactores tras inspecciones, no es sino una simple emanación del Ministerio de la Protección del Medio Ambiente. Su influencia es débil frente a los dos constructores nucleares chinos que, por su parte, tratan directamente con el Consejo de Estado.
Para el doctor Ning Li /5, experto nuclear en el Departamento de Investigación sobre las Energías en la Universidad de Xiamen, la atención debe más bien centrarse en la formación del personal en las futuras centrales. "Toma tiempo formar un buen técnico pues son necesarios conocimientos, pero también experiencia. Por el momento, los efectivos existentes son el doble de lo que deberían ser pero con todos los reactores en construcción, podríamos muy rápidamente carecer de personal. Hace diez años, cinco universidades formaban a los ingenieros de lo nuclear. Ahora, cuarenta universidades se ocupan de ello. No sé si es suficiente". China dispone de 300 inspectores de reactores contra 4.000 en los Estados Unidos. Y mientras tanto se sigue construyendo…

De los setenta reactores actualmente en construcción en el mundo, veintisiete lo son en China. Es decir, ¡casi la mitad del parque nuclear (58 reactores) a hacer operativo de aquí a cinco años! Alrededor de sesenta reactores están incluso programados para los diez próximos años, sean de concepción china, francesa, rusa o americana..
El objetivo es producir al menos 40 GW de electricidad nuclear a finales del XII Plan Quinquenal en 2015; 80 GW de aquí a 2020; y 400 GW de aquí a 2050. Siempre como comparación, la potencia nuclear francesa es de 63 GW.
Estas cifras podrían dar vértigo si se olvidara que lo nuclear no representa aún mas que una insignificancia en el arsenal energético chino.
Al fin del año pasado, la capacidad de producción de electricidad mediante carbón representaba 707 GW contra 213 GW para la hidroeléctrica, 31 GW el sector eólico y "sólo" 10,8 GW lo nuclear. En 2020, lo eólico superará aún a lo nuclear con una capacidad de 100 GW.

La carrera por las comisiones

En una obra publicada el 2 de abril en Hong Kong, Taiwan y Singapur pero prohibida en China continental, un periodista con el seudónimo de Fang Min cuenta los entresijos de esta avalancha china hacia lo nuclear. Tras la visita oficial de Hu Jintao a la Casa Blanca en enero /6, Fang Min nos cuenta como el presidente Nicolas Sarkozy convocó al embajador chino en el Elíseo, furioso porque China hubiera pedido tantos reactores americanos de tercera generación que estima menos seguros y menos fiables que la tecnología francesa.
Salvo que la sociedad americana Westinghouse vende sus reactores AP 1000 con un derecho a la transferencia de tecnologías /7, lo que la coloca en posición de fuerza frente a Areva, mucho más vigilante de su nuevo reactor, el EPR, cuyas fábricas europeas acumulan retrasos.
Así Areva y EDF construyen actualmente dos reactores EPR de tercera generación en Taishan, en el litoral de Guangdong, en el sur del país. Una obra de 8 millardos de euros que, como nos ha afirmado el vicedirector de Areva China, "no sufre ningún retraso", contrariamente a otros dos trabajos en marcha de Flamanville en Francia y Olkilouto en Finlandia. "Sin duda porque nuestra obra está mejor gestionada".
Como con los contratos de TGV chinos, los de reactores nucleares comprometen gastos públicos colosales y son sujetos a todo tipo de abusos. En agosto de 2009, Kang Rixin, que dirige uno de los dos constructores nucleares del estado, es pillado por el Partido /8. Entonces, el hombre fue sospechado de haber aceptado sobornos de Areva /9 y de haber colocado en bolsa 180 millones de euros, una suma entonces prevista para la construcción de tres reactores. Kang Rixin fue condenado a muerte, antes de que su pena fuera conmutada finalmente por cadena perpetua el pasado noviembre /10. Es también quien, con el acuerdo de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), logró vender cuatro reactores chinos de antigua generación a Pakistán: un país sospechoso de proliferación nuclear hacia Libia y Corea del Norte.

A esta corrupción en la cúspide del régimen se añade la guerra comercial entre las provincias chinas candidatas a lo nuclear. Diez y seis provincias han concurrido para obtener el derecho a construir reactores nucleares en el marco del XII plan quinquenal de 2011-2015. El trabajo de lobby es pues algo oportuno. Algunas provincias prefieren sencillamente ignorar la competencia lanzándose a un proyecto de reactores sin esperar la opinión del gobierno central.
La política china no se reduce sólo al jugoso mercado de los reactores. Para acompañar a la multiplicación de sus centrales, China negocia con Areva la construcción de un inmenso centro de tratamiento de uranio en Yumen, en una zona remota de la provincia de Gansu, en el oeste de China. "No me expreso sobre el asunto pues a pesar de una primera firma, quedan aún numerosas etapas. Nada mete prisa", previene prudentemente el vicerrector de Areva China, Antoine Zhang, a propósito de un primer acuerdo industrial concluido en noviembre pasado. Si es construido, este centro estimado entre 10 y 20 millardos de dólares podría también, conforme a las esperanzas de Areva, acoger los residuos nucleares de los países vecinos.
Mientras tanto, Areva ha firmado un contrato de 3,5 millardos de dólares con China /11 para proporcionarle 20.000 toneladas de uranio durante diez años. Y a finales de 2012, con el gobierno chino, Areva a a lanzarse a la producción, en Shanghai, de tubos de zirconio que sirven para envolver el combustible nuclear de los reactores del mundo entero.

Una población poco informada

Un auge nuclear así es posible primero por la formidable ignorancia de la población sobre el tema. Es lo que ha constatado Li Bo, director de la poderosa ONG china de defensa del medio ambiente, Friends of Nature /12: "El hecho de que los chinos se hayan dirigido en masa a los supermercados tras la catástrofe de Fukushima, para comprar en ellos sal yodada con la esperanza de protegerse de las radiaciones, muestra la falta total de educación sobre la seguridad nuclear en China. Contrariamente a los demás países desarrollados, los chinos no han sido correctamente educados sobre los eventuales riesgos ligados a la energía nuclear y la radioactividad. Demasiadas pocas informaciones salen sobre el tema o sobre los debates científicos en curso".
De hecho, esta directiva de la oficina de propaganda del Consejo de Asuntos de Estado fechada el 19 de marzo, dirigida a las redacciones chinas y revelada por la página web de la Universidad de Berkeley, China Digital Times, no necesita comentario: "Está prohibido hablar de la propagación de la radioactividad japonesa al margen de los comunicados de la agencia oficial Xinhua. Los medios no están autorizados a llevar a cabo sus propias investigaciones y entrevistas sobre el tema". Tras haber desmentido el rumor de la sal yodada para frenar la avalancha, Xinhua se limita ya a constatar las débiles dosis de radioactividad japonesa en el territorio chino.
Pero desde Fukushima, blogs y foros anónimos comienza a mostrar trazas de hostilidad a proyectos de centrales, como de vez en cuando en Sina.com: "Que China construya o no una central, no tenemos el derecho a decidirlo. Entonces cuando nuestro gobierno dice que la seguridad de las centrales está bajo control, ¿está burlándose de nosotros? (…) La corrupción ha invadido todos los terrenos, entre ellos el de la investigación científica", se indigna, el 16 de marzo, Ye Sheng Ren (el hombre salvaje), originario de Xi´an.
Por otra parte, siete internautas llaman a "salir de la energía nuclear". En el foro datado del 15 de marzo /13, una internauta se inquieta por un proyecto de dos reactores en la provincia de Shangdong. "¿A favor o en contra?" Se le responde, con desengaño: "Cuando los jefes hayan ganado suficiente dinero, huirán burlándose mucho de la calidad de las construcciones" o "Ignoro si han llevado a cabo un estudio sobre su realización pero ningún ciudadano ha sido oído durante las audiciones públicas. ¡Qué forma de tratar a sus ciudadanos!". Finalmente: "Estoy totalmente en contra. Supuestamente, Japón tenía las centrales más seguras; entonces, con toda la corrupción que hay en China, ¿qué tendremos?".

Al pie de las centrales, a menudo construidas lejos de las ciudades, los ciudadanos están aún menos informados. En el pueblo de Qinshan, a 120 kilómetros al sur de Shanghai, los habitantes viven a menos de cien metros de los reactores nucleares, bajo las líneas de alta tensión. "Cuando me reuní con los habitantes, me aseguraron que según las autoridades, una distancia de cinco metros bastaba para garantizar su seguridad en caso de fuga radioactiva", nos cuenta, estupefacto, Petteri Tuohinen, el corresponsal en China del periódico finlandés Helsingin Sanomat de vuelta de un reportaje sobre el terreno. "No son las centrales nucleares o las líneas de alta tensión lo que les molesta, sino el silencio de las autoridades locales cuando esperaban obtener indemnizaciones por la pérdida de sus campos".
En Taishan, en el sur del país, los paneles de propaganda bilingües presentan las obras de la futura central EPR como una acogedora Futuroscope. Y tanto peor si, el pasado 7 de julio, un ligero terremoto de magnitud 3,1 sacudía la zona, contra un seísmo de magnitud 6,4 treinta y dos años antes, a 100 km. Para los pescadores "invitados" a abandonar sus pueblos y a instalarse en el exterior de las obras, el montante de las indemnizaciones de expropiación parece ser el único asunto de polémica. Y para los obreros emigrantes contratados allí mismo, los trabajos de la central Areva son la garantía de un salario estable y superior a los de las cercanas fábricas del textil.
Los que peor están son sin duda los leprosos de la isla de Dajin, frente a los futuros reactores. Reagrupados en esta isla virgen durante más de medio siglo, acaban de ser desplazados hacia un trozo de tierra contaminada en el exterior de la ciudad-fábrica de Dongguan. Dajin servirá en adelante de cuenca de decantación del agua destinada a refrigerar los reactores nucleares. Para ello, se están cavando túneles entre la isla y el río, provocando importantes molestias sonoras o contaminando el agua.

Según la opinión de los habitantes, los últimos delfines blancos de China, concentrados aquí, hoy han desaparecido. Desde 2005, Wang Xincai y Jiang Hai Sheng, investigadores en el Instituto de las Especies en Peligro en la universidad normal de China del Sur, en Canton, acuden cada mes a la isla para observar a los delfines. Contactado por teléfono, Jiang Hai Sheng confirma una "bajada del número de delfines y una disminución de las demás especies", pero se niega a expresarse sobre las obras EPR, por temor a represalias. En el documental de la cadena nacional china /14, difundido el 28 de marzo y consagrado a los últimos delfines de Dajin, no se hace ninguna alusión a las gigantescas obras de la central.
Habituado a cubrir las concentraciones populares contra la polución industrial, el bloguero cantonés Wen Yun Chao, alias Beifeng, es formal: "No he tenido nunca conocimiento de movimiento antinuclear en China continental". Tanto más cuanto que Greenpeace, especialista de este tipo de acciones, no suelta palabra sobre lo nuclear en el interior del país. Pues en ausencia de estatus que permita legalizar las asociaciones extranjeras, Greenpeace propone actividades de "consultor", no puede recoger ni donativos ni acoger a miembros ni aún menos militar contra un programa nuclear urdido en Pekín.

"Llevar a cabo una acción espectacular y directa como lo hacemos tradicionalmente en el mundo entero no puede funcionar en China. Aquí, si te manifiestas, la gente pensará que estás encolerizado y que ya has hecho el ridículo y fracasado en alcanzar tu objetivo", explica un asalariado de Greenpeace China a condición de anonimato. Sin sorpresa, la página internet de Greenpeace China no informa sobre las manifestaciones antinucleares en Hong Kong. ¡Hay que ir a la página suiza de la asociación para encontrar las informaciones! /15

Directamente afectados y menos vigilados, los chinos de Hong Kong se movilizan regularmente contra las centrales nucleares que les rodean. Ya en 1986, un quinto de la población de Hong Kong firmaba una petición para impedir la construcción de la primera central china en Daya Bay /16 en la región vecina de Shenzhen. En vano.
Símbolo de este idilio nuclear entre Francia y China, el operador EDF ha entregado, ante las cámaras de la CCTV (televisión china) y pocos días después del accidente de Fukushima, el Premio Internacional de la Seguridad Nuclear /17 al responsable de la central de Daya. Veinticinco años antes, EDF amenazaba con retirarse de las obras si no se aplicaban las normas….

26/04/2011

Notas:

1/ http://www.nirp.cn/en/index.php?option=com_content&view=article&id=44&Itemid=6%29

2/ http://shigepekin.over-blog.com/article-reacteurs-nucleaires-en-chine-ceux-qui-sont-en-activite-ceux-a-venir-71929502.html

3/ http://www.biztradeshows.com/trade-events/nuclear-power-industry.html

4/ http://www.chinadaily.com.cn/cndy/2010-06/16/content_9979082.htm

5/ http://bnrc.berkeley.edu/leadership/ning-li

6/ http://www.whitehouse.gov/photos-and-video/photogallery/president-hu-jintao-china-official-state-visit

7/ http://theenergycollective.com/rodadams/47694/westinghouse-sold-ap1000-technology-developed-american-taxpayer-assistance-china-more

8/ http://news.xinhuanet.com/english2010/china/2010-11/19/c_13613613.htm

9/ http://www.liberation.fr/economie/0101585423-le-patron-du-nucleaire-chinois-kang-rixin-vire

10/ http://www.rfi.fr/asie-pacifique/20101119-ex-patron-nucleaire-chinois-condamne-perpetuite

11/ http://www.areva.com/FR/actualites-8601/areva-recyclage--areva-modernisera-l-usine-mox-du-royaumeuni.html

12/ http://www.fon.org.cn/channal.php?cid=616

13/ http://a.jpqingren.com/simple/?t2082244.html

14/ http://news.cntv.cn/program/zoubianzhongguo/20110328/110084.shtml

15/ http://www.greenpeace.org/switzerland/fr/multimedias/Photos-GPI/Protest--Against-Reactor-Leak-in-China

16/ http://www.vinci-construction-projets.com/projets.nsf/fr/types-ouvrages.htm?openagent&f=Centrale%20nucl%E9aire%20de%20Daya%20Bay

17/ http://fr.cntv.cn/program/24henchine/20110408/106331.shtml

http://www.mediapart.fr/journal/international/200411/en-chine-fukushima-ne-remet-pas-en-cause-une-ruee-sauvage-vers-le-nucle

Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR

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