Hablar de populismo en los Estados Unidos es hablar de los momentos en que el pueblo, al menos algunos de sus elementos, llega a la escena pública, por más o menos tiempo. La palabra se usa para designar cosas muy diferentes y se ha aplicado tanto a Bernie Sanders como a Donald Trump.

La palabra ahora también se usa para hablar de la rebelión de las y los pequeños inversores en bolsa contra los hedge fund 1/ (fondos de cobertura, fondos de inversión que compran acciones de empresas). Unos pocos millones de personas que han leído las wallstreetbets 2/de Reddit y otros sitios similares que dan consejos para jugar en la bolsa de valores, comenzaron a comprar acciones de GameStop (una empresa que fabrica videojuegos y consolas) y otras acciones de poco valor. La idea era comprar estas acciones baratas y revenderlas una vez que su precio hubiera aumentado.

Solo los ricos tienen derecho a jugar en el casino de la bolsa de valores

El valor bursátil de GameStop pasó así de 2.000 millones a 24.000 millones de dólares en pocos días, mientras que el precio de sus acciones aumentó más de 1700% en menos de un mes. Esto obligó a los vendedores en descubierto de los hedge funds a pedir prestado miles de millones de dólares para evitar un desastre (habían vendido valores que no poseían y tenían que comprarlos de nuevo más caros para poder devolverlos a los compradores). A medida que el fenómeno se desarrollaba, millones de personas aplaudían las maniobras de estos particulares estúpidos cuando parecían poner de rodillas a los hedge funds.

Cuando RobinHood, una popular aplicación supuestamente creada para ayudar a los pequeños inversores pero propiedad de un fondo especulativo, dejó de negociar acciones de GameStop para reducir su precio (y así apoyar a los hedge funds), hubo una oleada inmediata de críticas de sus usuarios, apoyadas por encuestas de opinión, por humoristas de los Late Shows y gente de la política. La parlamentaria de izquierda Alexandria Occasio-Cortez calificó la acción de Robin Hood como inaceptabley el senador de derechas Ted Cruz, partidario de Trump, estuvo de acuerdo inmediatamente con ella. Como dijeron muchos pequeños ahorradores, usar Wall Street como un casino es aceptable cuando es la élite financiera la que hace las apuestas (y se embolsa las ganancias), pero cuando entró en juego la riff-raff (la escoria), de repente las y los ricos intentaron cerrar las puertas.

Cuando tenemos 450.000 muertes debido a la pandemia de Covid, casi 20 millones de personas desempleadas y 12 millones de niñas y niños hambrientos, es la lucha en torno a GameStop y algunas otras acciones en el mercado de valores lo que ha dominado las noticias y hasta ahora ha cautivado la imaginación del público.

Creciente resentimiento contra la élite

Solo el 14 % de las y los estadounidenses invierte directamente en el mercado de valores, aunque alrededor del 40 % tiene fondos de pensiones que invierten en el mercado. Alrededor del 84% de todas las acciones en poder de las y los estadounidenses pertenecen al 10% de los hogares más ricos. En realidad, la mayoría de las acciones están en manos de empresas de gestión de activos, siendo la más grande BlackRock, que administra 6,4 billones de dólares, mientras que las otras nueve empresas más grandes tienen entre 1 y 3 billones de dólares en activos en gestión. Con la pandemia haciendo estragos desde hace diez meses, los 660 milmillonarios estadounidenses han aumentado su riqueza en un 40%, y también hay 46 nuevos milmillonarios.

Las y los pequeños inversores, que no son ricos y muchos de los cuales son jóvenes, algunos en la escuela secundaria o en la universidad, se apresuraron a comprar las acciones, cuyo precio subía como la espuma, tanto para ganar dinero como para desafiar a los hedge funds.

En las últimas dos décadas, el mercado de valores se ha desconectado cada vez más de la economía real, es decir, de la agricultura, la minería y la industria, de los servicios públicos, del transporte y de todo tipo de servicios. Esta financiarización de la economía se ha producido porque las y los inversores pueden ganar más dinero en el mercado financiero que en el sector manufacturero. La Bolsa de Valores, que siempre ha tendido a funcionar como un casino, se ha convertido en un Las Vegas o Montecarlo. Pero las y los ricos que juegan en él están cerca de los agentes del gobierno, que trucan la ruleta y las mesas de cartas para que sus amigos y amigas siempre ganen. Esto es a lo que se oponen los pequeños inversores y el público en general, al hecho de que el juego regulado por el gobierno esté amañado para favorecer a la gente rica.

Es este creciente resentimiento hacia la élite lo que ha alimentado el populismo de izquierdas y de derechas, que habla de derrocar este sistema injusto. A la derecha le gustaría poner nuevos gerentes a cargo del casino, mientras que la izquierda quiere cerrar el casino y establecer una sociedad cooperativa bajo gestión democrática. Mientras tanto, todo el mundo aplaude a los pequeños inversores de bolsa que hacen que las y los multimillonarios den algún traspié, al menos por el momento.

https://lanticapitaliste.org/actualite/international/aux-etats-unis-au-milieu-de-la-pandemie-le-populisme-arrive-en-bourse

https://newpol.org/a-novel-challenge-to-the-1-as-populism-comes-to-the-stock-market/

Traducción: Faustino Eguberri para viento sur

1/    Los hedge funds, contrariamente a su nombre que significa fondos de cobertura, son fondos de inversión no cotizados, con vocación especulativa ndt.

2/    Para entender un poco el mecanismo del asunto, https://www.tiomercado.com/post/que-es-hacer-short-selling-venta-en-corto-en-la-bolsa-de-valores y https://es.wikipedia.org/wiki/WallStreetBets ndt

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