Con el 83,69 % de los votos escrutados a las 23 h en Grecia, los resultados ofrecidos por el Ministerio del Interior son los siguientes: el NO recoge el 61,54 % y el SI 38,46 %. Esto demuestra en qué medida las encuestas realizadas por las cadenas privadas de TV estaban orientadas a incitar al voto por el SI. Estas cadenas impulsaron una campaña poliforme de los que, para usar una metáfora, representan la línea-3 del metro cuando se manifiestan. La línea-3 va en dirección a los barrios ricos. En la circunscripción de Attikis, el SI se sitúa en el 34,28 % y el NO en el 65,72 % (sobre el 66,71 % de los votos escrutados). En Atenas B (zona en la que Syriza tiene una menor influencia): 41,35 % para el SI y 58,65 % para el NO, con el 47,5 % de los votos escrutado). Parece que la encuesta efectuada por la Universidad Aristóteles de Salónica (Ciencias políticas) y publicada el 2 de julio, se acercaba más a la realidad, a pesar del enorme escepticismo que reinaba al respecto: 69,7 % para el NO y 29,3 % para el SI.

Mañana (lunes 6) ofreceremos resultados más completos y el análisis de nuestros camaradas de Red Network y, especialmente, de la DEA. Por el momento publicamos este artículo de Romaric Godin, uno de los pocos periodistas de la prensa económica que no ha participado en la burda campaña de la prensa francófona.(Redacción deAl"encontre)

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Angela Merkel ya no puede lanzar faroles. Tras una semana de campaña realizada en condiciones inimaginables (con los bancos cerrados, el dinero racionado, las y los pensionistas angustiados y un martilleo mediático agobiante), el pueblo griego ha vuelto a decir "no". Es verdad que se puede relativizar el significado de este "no" por el nivel de abstención; pero no mucho. En las condiciones descritas, ha habido más electores y electoras que han rechazado el ultimátum de los acreedores que votos a favor.

Más dispuestos a correr el riesgo del Grexit [salida del euro] que a sufrir la austeridad

Entre el rechazo a continuar con un tratamiento de austeridad estéril y el riesgo del Grexit, el pueblo griego ha optado por esta última solución. Es cierto que en Grecia nadie desea salir de la zona euro, pero el mensaje enviado este domingo 5 de julio a quienes como Jean-Claude Juncker, Benoît Coeuré o Jeron Dijsselbloem, les han amenazado durante una semana con la expulsión de la Unión Europea o monetaria si votaban "mal", está claro que es el de que los griegos y griegas están dispuestos a tomar ese riesgo para no que encontrarse de nuevo en la infernal espiral de la austeridad sin fin.

El rechazo a la lógica europea

Así pues, una vez más -la segunda en menos de seis meses-, los acreedores pueden tomar nota del amplio rechazo de las políticas que han impuesto a ese país desde el año 2010. Pueden tomar nota, también, de que su estrategia del miedo ya no sirve para Grecia. Angel Merkel, que el domingo declaró que Alexis Tsipras "lanza a su país contra el muro a plena velocidad", esta noche tendrá que reconocer, por primera vez desde 2010, que su estrategia de "cuanto peor mejor", ha fracasado. Ella, que detesta tener que optar, se encuentra frente a la necesidad de tomar una decisión. Las autoridades griegas están dispuestas a retomar las negociaciones; jamás han visto el "no" como un voto de ruptura sino como un medio para recuperar el pulso en las negociaciones. Esta noche, el campo griego ha salido reforzado con el apoyo popular, pero tiende la mano a sus acreedores. Y a Angela Merkel no le queda mas que decidir, simplemente, si acepta esta mano tendida o la rechaza.

No optar es abrir la puerta al Grexis

Si rechaza la mano tendida, deja las cosas en manos de la BCE y el Eurogrupo, como lo ha hecho a lo largo de estos meses. Si continua con la idea de que la crisis griega no es más que un problema técnico, Grecia no tendrá otra opción que salir de la zona euro. La banca griega agoniza; los cajeros están vacíos.

El lunes 6, el BCE debe decidir si permite el acceso del sistema financiero griego a los fondos de emergencia. Si no hay señales de un acuerdo, el BCE endurecerá las condiciones reduciendo el valor de los colaterales (las garantías) depositadas por los bancos griegos para obtener esa liquidez de emergencia. Entonces el gobierno griego está sometido a una paralisis económica total. Una situación que, a lo sumo, puede durar unos pocos días: el tiempo para retomar las negociaciones y enviar un mensaje al BCE para que normalice el acceso a esa liquidez. Pero no mucho más. Si Berlín no envía ninguna señal de apertura, Grecia deberá comenzar a emitir su propia moneda para permitir que la economía funcione. En ese caso, el deslizamiento hacia el Grexit será inevitable.

Detener esa máquina infernal

Pero Angela Merkel también puede decidir detener esa máquina infernal. Puede aceptar el resultado de esta noche y la decisión del pueblo griego reanudando las negociaciones sobre la base de la última propuesta griega. Recordemos que la última propuesta griega retomaba lo fundamental del plan del 25 de junio que ha sido rechazado esta tarde por el electorado griego, si exceptuamos algunas excepciones (mantenimiento del descuento del 30 % del IVA en las islas del Mar Egeo, retrasar la supresión de las pensiones complementarias para las más frágiles, por ejemplo), que, sin embargo, no son aceptables para los acreedores. Ahora bien, Atenas no acepta estos sacrificios mas que en el caso de que se de una reestructuración de una deuda insostenible, como bien lo reconoció el viernes 3 de julio el propio FMI. Por lo tanto, la canciller deberá aceptar hablar de ello.

Las "promesas insostenibles" de Angela Merkel

Se ha hablado mucho de las "promesa insostenibles" de Alexis Tsipras. Pero nadie se acuerda de otra promesa insostenible: la que Angela Merkel realizó a su electorado de recuperar el dinero otorgado desde 2010 a Grecia en el contexto de una carrera financiera insostenible. La demagogia se encuentra en todos los lados y Angel Merkel llega esta tarde al límite de sus "promesas insostenible". Por lo tanto debe aceptar discutir -Atenas no pide más que eso- el futuro de la deuda griega.

La responsabilidad de la canciller ante el futuo de Europa

Se trata de una opción difícil para la canciller. Si rechaza emprender esa vía, si continúa dejando que sean el BCE y el Eurogrupo, y su ministro de finanzas, Wolfgang Schäuble -que considera que el Grexit sería temporal y no afectaría a Europa-, quienes tomen las decisiones, entonces debería asumir, también, las terribles consecuencias que se derivan de ello. De entrada, para Grecia. Si el Grexit termina mal, deberá responder ante la agravación de una situación humanitaria ya muy degradada. En segundo lugar, deberá ser consciencia que entrará en la historia como quien habrá deshecho todo lo que la generación precedente había construido. La Unión económica y monetaria se convertirá en un sistema con una tipo de cambio fijo, del que se podrá salir o hacerse expulsar en cualquier momento. Ya no será una construcción basada en una razón política. Por otra parte, rechazando aceptar la realidad de la insostenibilidad de la deuda griega, la canciller corre el riesgo de tener que hacer frente a una suspensión de pagos unilateral de Grecia, con lo que ella y su ministro de Finanzas deberán explicar a las y los contribuyentes alemanes que su rigidez les ha hecho perder cantidades mucho más importantes que las que podían haber querido salvar. Por último, deberá asumir los riesgos del Grexit sobre la coyuntura económica, que hoy en día, cuando se perfila un krash bursátil en China, se minimizan de forma errónea…

Entre la espada y la pared

Por tanto, esta noche el pueblo griego sitúa a Angela Merkel, de forma clara, frente a sus responsabilidades. El lunes será decisivo. La canciller se encontrará con François Hollande a última hora. Pero previamente deberá dar a conocer si acepta o no la reapertura de las negociaciones. Sin su acuerdo, el Bundestag rechazará cualquier discusión. Y, sin el Bundestag no da luz verde, el MES [El Mecanismo de estabilidad Europeo del que depende el Fondo de estabilidad financiera europeo] no puede comprometerse a discutir un nuevo programa. Por lo tanto, la canciller se encuentra entre la espada y la pared.

5/07/2015

(Publicado en La Tribune).

http://alencontre.org/europe/grece-un-non-a-la-politique-des-institutions.html

Traducción: VIENTO SUR

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