Las causas visibles, conocidas
Cuando una o un campesino ya no puede ganarse la vida con la tierra que cultiva porque las condiciones climáticas han cambiado: sequías recurrentes, temporadas de lluvias más cortas, desplazadas, incluso cargadas de inundaciones, cuando el aumento del mar ahoga la tierra como en Bangladesh, o cuando las ya altas temperaturas en la región del Sahel se han vuelto excesivas, ¿qué hará?
Cuando el entorno es aplastado por deslizamientos de tierra, la contaminación debida a la minería o combustibles fósiles, pantanos como Belo Monte en la Amazonía, que ahoga mil km2 y seca ríos aguas abajo, los bosques son arrasados y quemados (Amazonía, Indonesia) o cuando el acaparamiento por las finanzas internacionales y la agricultura productivista le quitan su tierra y agua para establecer cultivos industriales de soja, caña de azúcar o caucho, ¿qué hará el o la habitante de estas regiones para alimentar a su familia?
Cuando una o un pequeño pescador ya no encuentra pescado porque barcos factoría para la pesca industrial, europeos frente a la costa de Somalia o la costa de África Occidental, chinos en el Canal de Mozambique, o en otros lugares, han destruido el recurso pesquero, ¿qué hará para sobrevivir?
Las causas profundas, ocultas
Pobreza individual
Imposible comer, beber, etc. cuando se produce una convulsión medio ambiental o climática si no se tiene dinero o seguro. En Venezuela o India más de 2/3 de la población vive con 1/2 dólar al día. Pero, ¿por qué estos pueblos son tan pobres cuando sus países están llenos de recursos naturales o/y su cultura ancestral, sus conocimientos agrícolas son tan ricos? ¡En Somalia, en el Mar Rojo, los pescadores, viendo sus peces robados por barcos extranjeros, se habían convertido en piratas! En Senegal, los jóvenes pescadores sin trabajo han estado tratando de llegar a Europa durante varias décadas.
Pobreza pública
La debilidad de los presupuestos públicos es el resultado de un producto interno bruto, el PIB, muy bajo. El de Bangladesh es de 265.000 millones de dólares, su población es de 165 millones de habitantes. En comparación, el PIB de Francia es de 2.900.000 millones de dólares para 67 millones de habitantes. Un PIB diez veces superior con 100 millones de habitantes menos. Para Nigeria, India y tantos otros, la proporción es la misma. Dos tercios de la ciudadanía de India viven con menos de 1/2 dólar al día. Estas cifras dicen en qué medida cualquier degradación ambiental, cualquier cambio de política hacia la liberalización y la privatización puede afectar gravemente a las poblaciones de estos países, hasta el punto de poner en riesgo su supervivencia.
Falta de red de seguridad social
El subsidio de desempleo, la seguridad sanitaria, los subsidios de vivienda, las ayudas a las empresas, etc. no existen en los países pobres. En la India la gran mayoría de las personas empleadas no tienen un contrato, trabajan en el sistema informal. En cuanto a los cientos de millones de pequeñas y pequeños agricultores, también carecen de ninguna protección pública, por ejemplo, contra prestamistas que cobran tasas de interés que pueden llegar hasta el 5% por día. Cuando se produce un cambio ambiental, las poblaciones ya no pueden alimentarse. Incapaces de permitirse comprar alimentos, abandonan su territorio ancestral de vida.
¿Cuáles son los otros factores que impulsan la migración?
Destrucción, robo, acaparamiento
La destrucción del territorio de vida de una población por parte de multinacionales extractivistas es importante: acaparamiento de bosques, de tierras cultivables, de agua dulce dedicada a la agricultura productivista. ¿Cómo es esto posible? En muchas partes del mundo, la gente vive en territorios y cultiva de acuerdo con el sistema consuetudinario. En cierto modo, la tierra "pertenece" a quien la trabaja. El derecho a la propiedad no existe en las civilizaciones orales, la tierra es común y compartida. Las y los occidentales oponen entonces un derecho de propiedad - un escrito, obtenido de los líderes políticos del país - a las poblaciones que han vivido sin título en sus parcelas durante décadas. Las multinacionales obligan así a la gente a abandonar sus territorios de vida con la ayuda de la fuerza pública. Estos acaparamientos, a menudo en realidad robos, o pagados con unas pocas bolsas de cacahuetes, son el resultado de la corrupción de las y los responsables de la toma de decisiones locales y nacionales. Porque las finanzas internacionales han encontrado allí un nuevo campo de especulación. La tierra agrícola será cada vez más escasa pues aumenta el derroche de las y los consumidores en los países ricos y crece la población mundial. Este control de la tierra es apoyado activamente tanto por países industrializados como por instituciones financieras como el Banco Mundial y el FMI, grandes servidores de las finanzas internacionales.
Del colonialismo al neocolonialismo
Los países industrializados, para satisfacer su sed insaciable de recursos naturales, a la que se denomina extractivismo, utilizan la técnica del endeudamiento ilegítimo (ilegal, odiosa o insostenible) de los llamados países en desarrollo, PED. Los países saqueadores han impedido que estos países, saqueados durante siglos, desarrollen una industria de transformación. Desde la independencia, la sumisión de su economía por una finanza depredadora reemplazó a los ejércitos de ocupación coloniales. Este neocolonialismo ha permitido la continuidad del saqueo extractivista. Peor aún, esta esclavitud mediante la deuda ha llevado al aumento exponencial del extractivismo en el momento de la explosión de la sociedad de consumo en los países ricos. Lo que se llama en Francia los gloriosos treinta ha sido catastrófico para los países colonizados, que se han convertido en los países en desarrollo, PED, y para su población.
Con el fin de hacer que los países más pobres estén sujetos a la codicia de los países industrializados, estos últimos, además de la deuda ilegítima, han practicado la corrupción de las burguesías en el poder y el asesinato de presidentes reacios al saqueo, como Lumumba en el Congo o Thomas Sankara en Burkina Faso y muchos otros, en América del Sur y en otros lugares.
Las y los saqueadores también han alimentado el aumento de las tensiones internas que conducen a guerras étnicas, civiles y religiosas. Utilizaron sus servicios secretos para provocar otros golpes retorcidos que impidieron que estos países obtuvieran una independencia real.
Técnica del endeudamiento, corrupción, competencia desleal de las multinacionales
Tan pronto como un país ya no puede cumplir con sus deudas, que son abrumadoramente ilegítimas, el FMI interviene con un préstamo de apoyo condicionado a la aplicación de políticas de ajuste estructural, llamadas PAE. Las condicionalidades de estos préstamos han sido las mismas durante 40 años. Privatización de los servicios públicos y las grandes empresas públicas, abolición de la salud y la educación gratuita, fin de las ayudas para necesidades básicas, libre comercio que impone competencia desleal entre los pequeños productores y las multinacionales extranjeras y especialmente la libre circulación de capitales, la exfiltración legalizada de beneficios fuera del país.
Los préstamos a los países en desarrollo nunca están destinados a ayudar a una población empobrecida, afectada por el cambio climático o los desastres ambientales, sino a salvar los bancos del norte, o incluso a los Estados prestamistas; a mantener la sumisión de los gobiernos por una forma de corrupción para que participen, incluso contra su voluntad, en el saqueo extractivista de las riquezas mineras, fósiles, pesqueras, agrícolas y a la privatización de las empresas de su país, todo ello en detrimento de su pueblo; a hacer una transferencia financiera del Sur pobre en beneficio del Norte industrializado a través de reembolsos de intereses, y sobre todo a acelerar la transferencia de su riqueza natural a los países industrializados, ahora principalmente China; a permitir que el FMI, el Banco Mundial y el Club de París, que reúnen a los países acreedores, empujarlos cada vez más hacia el sistema ultraliberal. ¿Cómo? Exigiendo todos los reembolsos y sus intereses, aunque la deuda sea odiosa e insostenible para la economía y la población del país, ¡y pagar viene a ser auto robarse!
Las multinacionales, gracias a los PAE, pueden apropiarse de los recursos y las empresas que desean. Para amarrarlo todo, los TLC o AAE (acuerdos de libre comercio o asociación económica) a menudo son impuestos por el FMI y el Banco Mundial. Contienen cláusulas ISDS (arbitrajes de jueces privados). Así, las multinacionales están seguras de que casi nunca van a perder sus inversiones en un país extranjero, aunque nuevos gobiernos quisieran defender los recursos naturales de su país. Por lo tanto, si las inversiones tienen un impacto cruel en las personas y el medio ambiente, los arbitrajes irán en detrimento de los Estados afectados. La mayoría de las veces perderán ante las multinacionales.
Reembolso imposible, destrucción de las economías, cambio climático, exiliados
El peso de la deuda financiera es cruelmente actual en los países del Sur en 2020. Muchos países se han vuelto incapaces de pagar intereses y reembolsos. Desgraciadamente, se les unirán otros si el precio del barril no sube. En estas llamadas economías primarias no industrializadas, la mayor parte de los recursos presupuestarios son proporcionados por la exportación de materias primas. Ahora bien, sus precios son paralelos a los del barril de petróleo, con algunas excepciones. Este último, que había aumentado muy por encima de los 100 dólares entre 2011 y 2014, no ha superado los 50 dólares desde 2015, arrastrando en su caída a los precios de los recursos naturales.
Cerca de nosotros, la destrucción de la economía griega desde 2010-2015 por el FMI y el BCE, y la privatización de la naturaleza, en nombre de su rescate, es un ejemplo de la aplicación de los PAE. Playas, islas, minas, agua, puertos, aeropuertos se han vendido y la población se ha empobrecido mucho. Como resultado, todos las personas que acababan sus estudios universitarios se fueron a trabajar al extranjero. La Grecia privatizada tardará 30 años o más en volver a una economía que garantice una vida digna para todos y todas. La deuda pública se acerca al 190 % en 2021. Este tratamiento de choque ultraliberal produjo el mismo resultado que el sufrido en 1973 en Chile, donde todo fue privatizado, incluido el agua de los ríos. La pobreza sigue siendo fuerte allí, la libertad débil. Las y los exiliados fueron numerosos.
Las sequías e inundaciones causan una inestabilidad tal que se vuelve imposible vivir y alimentarse en algunos territorios ancestrales. A través de terribles pruebas, a riesgo de sus vidas, algunas y algunos están tratando de llegar a los países que se han enriquecido robando los bienes comunes de la humanidad, o incluso precisamente los de su país, en los siglos pasados. El África subsahariana tiene casi mil millones de personas. Su responsabilidad por el calentamiento global es de alrededor del 1%. Sin embargo, las temperaturas han aumentado, en algunas regiones ya calientes, con tanta fuerza que la vida se ha vuelto allí casi imposible.
Hay poca migración ambiental donde hay ingresos dignos. En Phoenix, Arizona, el termómetro regularmente supera los 50 °C y es imposible salir a la calle en verano hasta que se pone el sol. Sin embargo, no hay migraciones significativas de poblaciones que salgan de Phoenix. La ciudad financia investigaciones para soportar las olas de calor cada vez más largas. En 2050, la ciudad será inhabitable sin duda, pero mientras tanto se está organizando la resistencia y los aires acondicionados están funcionando a plena capacidad, lo que, por desgracia, contribuye al calentamiento...
Externalidades negativas, desperdicios
Las externalidades negativas nunca son asumidas por las multinacionales extractivistas. Sin embargo, son inmensas: despojo de recursos, contaminación de la tierra, esterilización del suelo, acaparamiento, desplazamiento de cientos de miles de habitantes como en Etiopía, consumo y contaminación del agua por monocultivos industriales, deforestación masiva para caucho, soja, palma aceitera o caña de azúcar, contaminación generalizada del agua y el aire por pesticidas y, finalmente, etnocidio. La tribu Bunong de Camboya, una tribu cazadora/recolectora, ha visto su bosque arrasado por Bolloré-Socfin, y reemplazado por una plantación de caucho. Los residuos de esta industrialización y el consumo desenfrenado de los países industrializados, principalmente resultantes de la transformación de los recursos naturales del Sur, se reexportan muy a menudo al Sur. En primer lugar, los países en desarrollo, los países saqueados, piden prestado a los países ricos para tratar de reparar el daño de siglos de colonización. Luego, para pagar sus deudas, exportan sus recursos naturales, sin ganar mucho, de lo contrario la migración se detendría. Y luego importan, por supuesto en contra de su voluntad, los desechos de la transformación industrial de sus recursos naturales por parte de las industrias del norte y el derroche generalizado de los países ricos, llamado consumo.
Los peores y más dramáticos de estos residuos son los gases de efecto invernadero, los GEI. También está el envío de residuos electrónicos, plásticos viejos, buques de carga, automóviles, trenes, diesel mal refinado, etc.
Sin el saqueo de los recursos naturales, el calentamiento y el desajuste climático no existirían. Los primeros afectados por el cambio climático son los países más pobres, a menudo los más calientes, aquellos que no tienen los medios para adaptarse o resistir. ¡Imposible cerrar las fronteras a los GEI! Los países del Norte y la población permanecen inconscientes y/o sordos a las tragedias que se desarrollan en otros lugares. Un poco más de sol en Europa no cambia la vida. Por el momento, ¡esto es lo que cree la mayoría de la gente!
Deuda ecológica vs beneficios
La suma de estas externalidades negativas se llama deuda ecológica. A diferencia de la deuda financiera cuyo reembolso exigen los acreedores del norte, nunca se repara, compensa o tiene en cuenta por los países que han participado en el saqueo. ¿Por qué? Porque las ganancias de los grandes accionistas de las multinacionales no podrían existir sin estos robos de recursos naturales. Robo porque no se asumen los daños causados a la naturaleza y a los habitantes, la desaparición permanente de esos recursos. Además, los precios de los recursos naturales son muy bajos porque están fijados en las Bolsas del norte. ¿Cuál sería la cantidad de dividendos pagados por Total a sus accionistas si el precio del petróleo extraído debiera compensar el costo para los pueblos afectados del calentamiento producido por su combustión? ¡Cero! ¡O el precio del petróleo se dispararía!
Los países ricos no quieren compartir los beneficios, con los países pobres y sus pueblos, de la transformación en bienes mercantiles de los recursos que les han robado. Sin embargo, esto resolvería rápidamente el problema de la migración. Es más fácil cerrar fronteras, crear la policía de Frontex, cuyo presupuesto aumenta constantemente, dejar que racistas y xenófobos difundan su odio, fortalecer y alargar en los Estados Unidos el muro que les separa de los países del Sur, que reconocer su responsabilidad por la causa de estas migraciones.
¿Qué futuro?
Los cambios climáticos, que influyen mucho sobre las y los agricultores y las personas que viven en los países en desarrollo, pronto afectarán a toda la humanidad. Quienes todavía se tragan los argumentos de los escépticos climáticos hoy en día son quienes que no quieren ver que la mayoría de la humanidad vive en la pobreza para que ellos y ellas vivan con comodidad material y derroche, una fuente de ganancias para las y los accionistas y de calentamiento. Los países en desarrollo están esclavizados por los países que roban para satisfacer sus necesidades consumistas, creando como consecuencia pobreza crónica entre las personas saqueadas. Para esta últimas, el cambio climático es una sanción adicional, fundamentalmente injusta. Aunque no tienen responsabilidad por su propia pobreza, y mucho menos por los desastres ambientales que sufren, cada vez más habitantes sufren una dramática doble pena. Para esperar sobrevivir, el exilio se convierte entonces en la única salida. ¡Sea cual sea el precio! En un mundo que finalmente entienda que compartir entre los seres humanos y el respeto por la naturaleza son el futuro de todos y todas, el clima dejará de deteriorarse y el exilio desaparecerá.
4/06/2021
https://www.cadtm.org/Quelle-
Traducción: Faustino Eguberri para viento sur
* Este artículo fue publicado en la revista AVP-Les autres voix de la planète, “Dettes & migrations : Divisions internationales au service du capital” publicada en mayo de 2021. Revista disponible para consulta gratuita, compra y plan de suscripción en https://www.cadtm.org/
Nicolas Sersiron Ex presidente del CADTM Francia, autor del libro "Dette et extractivisme". Después de estudiar derecho y ciencias políticas, fue agricultor-ganadero de montaña durante diez años. En la década de 1990, se involucró en la asociación Survie junto con François-Xavier Verschave (Françafrique) y luego creó Échanges non marchands avec Madagascar (Intercambios no mercantiles con Madagascar) a principios de la década de 2000. Ha escrito para Le Sarkophage, The Z'indignants, Friends of the Earth, CQFD. Da regularmente conferencias sobre la deuda.