Original en catalán

El último informe de ACNUR indica que a finales del 2016 había 65,6 millones de personas desplazadas por la fuerza en el mundo, de las que 22,5 millones son refugiadas. Los 5 países con más número de personas desplazadas son: Siria (12M), Colombia (7,7M), Afganistán (4,7M), Iraq (4,2M) y Sudán del Sur (3,3M).

Según la CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), en 2016 se presentaron 15 755 peticiones de asilo en el Estado español (3 por cada 10 000 habitantes, equivalentes al 1"3 % de la Unión Europea), de las que un 40 % eran de mujeres. De este total se atendieron (resolver) 10 250 y quedaron 20 370 sin atender (acumuladas entre este año y los anteriores). El estatuto de refugiada sólo se concedió a 355 personas (el 3,5 %); 6.500 sólo consiguieron una protección subsidiaria.

Estos gráficos amplían la información anterior, son muy elocuentes y nos ahorran muchas palabras.

Entre las peticiones de asilo han bajado mucho las de personas sirias y la CEAR lo atribuye a las dificultades para acceder a Melilla debidas a los obstáculos a la libre circulación, la construcción de muros y la externalización de fronteras. En todos estos aspectos, el Estado español es un ejemplo imitado por la mayoría de estados europeos: violencia física contra las personas, expulsiones en caliente, ausencia de asistencia jurídica, vuelos de deportación o acuerdos bilaterales con países como Mauritania, Marruecos o Senegal para hacer el trabajo sucio. El 6 de febrero de 2014, la Guardia Civil española disparó balas de goma y botes de humo a personas que intentaban cruzar nadando por la playa del Tarajal en Ceuta. Esta actuación causó la muerte por ahogamiento, al menos, de 15 personas. Nadie ha sido juzgado por este hecho. El día 9 de agosto el gobierno del PP ha ordenado cerrar el paso de Tarajal durante una semana para reforzar la valla y los obstáculos a inmigrantes y refugiadas que quieren llegar a la península.

La inmensa mayoría de las demandantes de asilo llegan a España por su cuenta, por tierra, mar (a través de la frontera Sur) y aire, tal como se explica en este informe de la CEAR. Además, el próximo mes de septiembre tendrían que haber llegado las 17 337 personas que el Estado español se comprometió con la Unión Europea a acoger. Pero cuando falta poco más de un mes la inmensa mayoría de estas personas, 15 613 (el 90,06 %), todavía no han llegado. La campaña #VenidYa exige el cumplimiento del compromiso del Estado español y ha puesto en marcha un contador con las personas que faltan por llegar y la fecha tope.

El 20 de marzo de 2016 la Unión Europea firmó un acuerdo con Turquía para devolver a este país a las personas inmigradas y refugiadas que llegaran a las islas griegas, cerrando así la vía principal de acceso a Europa. Muchas organizaciones han denunciado que este acuerdo vulnera derechos humanos fundamentales y es un peligroso precedente de externalización de la obligación de proteger a las personas que buscan asilo.

Como consecuencia del acuerdo UE-Turquía las vías de llegada de refugiadas e inmigrantes se han desplazado hacia Italia y se han hecho más peligrosas. En 2016 las personas llegadas a Europa por mar disminuyeron mucho (363 000 frente a un millón en 2015), pero las muertes y desapariciones en el Mediterráneo aumentaron, hasta superar las 5 000 personas. Hasta el 8 de agosto de 2017 han llegado 117 891 personas por mar (de las cuales 8 700 a España) y han muerto o desaparecido 2 409 personas, tal como se puede ver en estos gráficos. Según la CEAR este año habrían muerto 109 personas en aguas españolas, de las cuales 49 corresponden al naufragio de una sola patera en el mar de Alborán a comienzos de julio.

Las ONGs que hacían tareas de rescate cerca de Grecia se han desplazado hacia el Mediterráneo central, pero la Unión Europea ha reaccionado limitando su actuación con la excusa de que su tarea humanitaria facilita la actividad de las mafias. Después de estas medidas Proactiva Open Arms denunció que su barco fue amenazado con disparos al aire por un guardacostas libio y le fue negada la entrada a un puerto de Lampedusa.

La política de la Unión Europea de obstaculizar la llegada y el salvamento de personas refugiadas se combina con la de fomentar la exportación de armas a países en conflicto o en tensión y el negocio de la guerra, que es una de las principales causas de la existencia de personas refugiadas, tal como ha denunciado recientemente el Centre Delàs de Estudios por la Paz.

10/08/2017

Traducción: Àngels Varó Peral

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