Gilbert Achcar

Escritor y autor de diversas obras relacionadas con el marxismo, las religiones, Oriente Medio y el mundo árabe. Entre ellas y en castellano, Marxismo, orientalismo, cosmopolitismo (Bellaterra, 2016).

Artículos de esta firma

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Guerra de Ucrania

Washington obstaculiza el acuerdo político en Ucrania

Gilbert Achcar analiza los últimos acontecimientos diplomáticos en torno a la guerra de Ucrania, en particular el sabotaje metódico por parte de Estados Unidos de cualquier proceso que pudiera conducir a la paz, ya que la invasión rusa le ha permitido, paradójicamente, reforzar su hegemonía. También destaca el papel indispensable de China para lograr una solución pacífica del conflicto.
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In memoriam

Ahlem Belhadj (1964-2023)

La muerte de Ahlem Belhadj en Túnez el 11 de marzo afecta al movimiento feminista, al movimiento sindical y a la izquierda revolucionaria en Túnez y más allá. Ahlem se implicó en la lucha revolucionaria siendo estudiante, primero como militante en las filas del movimiento sindical estudiantil y después uniéndose al grupo trotskista tunecino afiliado a la IV Internacional.
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Ucrania

Apoyo a Ucrania, pero sin dar un cheque en blanco

Navegando entre la solidaridad y la temeridad En Alemania y Estados Unidos han sopesado largamente la entrega de tanques pesados a Ucrania, y por una buena razón. Hasta ahora, ambos gobiernos se habían cuidado mucho de no aparecer como fervientes defensores de los objetivos de guerra proclamados por el liderazgo ucraniano más allá del legítimo derecho de autodefensa del país frente a la agresión rusa no provocada y claramente premeditada. Ya habían mostrado ciertos recelos con respecto a la entrega de armamento básicamente defensivo, como gr...
buscando un plato de comida

Por una posición antiguerra democrática frente a la invasión de Ucrania      

Frente a la invasión de Ucrania por el régimen de Vladimir Putin, el movimiento antiguerra ha visto desarrollarse posiciones muy diferentes. Todas tienen en común que reivindican la paz, una palabra detrás de la cual pueden situarse actitudes muy diversas, incluso opuestas.
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De una cumbre de Madrid a otra

La OTAN, de mal en peor

La novedad más peligrosa en la cumbre de Madrid consiste en una fuerte extensión cualitativa de la finalidad de la OTAN, que se ha convertido después de 1991 en una “organización de seguridad” y redefinió su finalidad condenando al ostracismo a la Rusia postsoviética mediante la expansión hacia sus fronteras.
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Guerra en Ucrania

La diferencia entre ayudar a Ucrania a defenderse y practicar una política belicista

Por la actitud de EE UU durante las próximas semanas sabremos si ejerce una presión máxima para terminar la guerra más rápidamente, no prolongar el sufrimiento de la población ucrania y limitar los daños causados por la guerra a la economía estadounidense y mundial, o si continúa peligrosamente jugando con fuego.
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Futuro anterior

Socialismo y colonialismo

La idea de reparto social de las riquezas, así como su práctica histórica a distintas escalas, son muy anteriores a la aparición del término socialismo a comienzos del siglo XIX. Oriente, en particular, la conoció desde varios siglos antes, sobre todo bajo expresión religiosa, que era la forma mundialmente dominante de las utopías sociales hasta el siglo XVIII. Jesús de Galilea, Mazdak de Persia o los Qarmates de Arabia fueron momentos importantes de la historia global de los socialismos desde el alba de la humanidad.
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La izquierda antiimperialista y la guerra en Ucrania

Denegación desdeñosa de la autodeterminación en nombre de la geopolítica y/o la paz

La izquierda antiguerra anticapitalista mundial está profundamente dividida en relación con la guerra en Ucrania sobre líneas divisorias poco habituales, debido a la novedad de la situación creada por la invasión rusa de un país vecino más débil con ambiciones nacionalistas expansionistas reconocidas abiertamente, junto con el apoyo activo y sustancial de la OTAN a la resistencia del país invadido.
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Para los fabricantes de armas, la guerra en Ucrania es un gran negocio

La invasión rusa ha proporcionado un pretexto para incrementar masivamente el gasto militar; una gran noticia para las ganancias de los fabricantes de armas.
Ucrania

Coherencia e incoherencia a propósito de la guerra en Ucrania

Los socialistas ucranianos consideran -y con razón- que la actitud de expresar su dolor por la situación de los ucranianos y fingir que se preocupan apoyando las negociaciones y la “paz” en abstracto (¿qué paz?) es hipócrita.
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Solidaridad con el pueblo ucraniano

Memorándum sobre una posición antiimperialista radical a propósito de la guerra en Ucrania

La invasión rusa de Ucrania es el segundo momento decisivo de la nueva Guerra Fría en la que se ha sumido el mundo desde el cambio de siglo, como consecuencia de la decisión de Estados Unidos de ampliar la OTAN. El primer momento definitorio fue la invasión estadounidense de Irak en 2003. Fue un fracaso total en la consecución de los objetivos imperialistas de estadounidenses. El precio que pagó Irak -y sigue pagando junto con los países vecinos- fue enorme, pero la propensión del imperialismo estadounidense a invadir otros países se ha reducid...
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Rusia-Ucrania

La guerra de Putin en Ucrania: tras los pasos de Sadam Hussein

Putin escaló su presión sobre Ucrania sobre el telón de fondo de nuevos choques entre los separatistas y las fuerzas gubernamentales ucranianas y la implicación de Turquía, miembro de la OTAN, con el suministro de drones a Kiev. Si a esto añadimos la crisis de la cadena de suministro global, el cuadro de la oportunidad propicia parecen correctos, pero solo hasta ahora: con sus acciones recientes ha asumido un riesgo más temerario que nunca antes.
Ucrania
Conflicto en la Europa Oriental

Ucrania: Los dirigentes de las grandes potencias juegan con fuego

Las tensiones actuales entre Rusia y los países occidentales en Europa han alcanzado un nivel que no se veía en el continente desde la segunda guerra mundial. Entre la renovada beligerancia rusa y la sempiterna arrogancia estadounidense, el mundo se halla ahora al borde de una catástrofe que podría acelerar enormemente el fin de la humanidad, al que nuestro planeta está acercándose por la vía de la degradación ambiental y el calentamiento global.
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Teoría

La estrategia socialista y el partido

A continuación se transcribe la charla titulada “Marxismo, estrategia socialista y el partido” de Gilbert Achcar, pronunciada en la iniciativa sudafricana "Dialogues for an Anti-capitalist Future". En ella, Achcar recorre las concepciones del partido desde Marx hasta el presente y sus implicaciones para la estrategia socialista de hoy.
Torres Gemelas 11S
XX aniversario del 11S

11 de septiembre: cómo la arrogancia de Estados Unidos -y del Reino Unido- se encontró con su Némesis

En vísperas del vigésimo aniversario de los atentados terroristas del 11 de septiembre, Gilbert Achcar analiza las consecuencias del intento de expansionismo estadounidense en el Gran Oriente Medio.
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Afganistán

¿Quién está enterrado en el cementerio de imperios?

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, invocó el sobrenombre histórico de Afganistán ‒cementerio de imperios‒ para justificar su decisión de acelerar la retirada de las tropas estadounidenses de este país pobre. Con ello venía a aseverar que todo intento de asegurar el control sobre Afganistán está condenado al fracaso.
Gilbert Achcar 2014

Reflexiones de un antiimperialista tras diez años de debate

Hoy en día, en la izquierda, existe una gran confusión sobre el significado de antiimperialismo. Creo que esta confusión es, principalmente, el resultado del cambio radical en la situación global que siguió al colapso de la URSS. También ha habido un cambio en el tipo de guerras libradas en el Sur global.
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Su antiimperialismo y el nuestro

Las tres últimas décadas han estado marcadas por una creciente confusión política en torno al significado del antiimperialismo, una noción que, como tal, no había sido objeto de mucha controversia anteriormente. Hay dos razones principales para esta confusión: el final victorioso de la mayoría de las luchas anticoloniales posteriores a la Segunda Guerra Mundial y el derrumbe de la URSS.
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El ascenso político de la extrema derecha

¿Cómo podemos hacer revivir la "inmunidad de rebaño" frente al fascismo?

Durante mucho tiempo una tradición de las ciencias sociales ha sido tomar prestados términos y conceptos de las ciencias médicas, y la actual situación mundial  induce a más de lo mismo. Por lo tanto, existen motivos razonables para describir metafóricamente como una pandemia la propagación mundial de los movimientos de extrema derecha en los últimos años, incluidos los gobiernos dirigidos o co-dirigidos por fuerzas políticas que reproducen algunos de los principios ideológicos clave del fascismo en países tan variados como Brasil, Hungría, India, Italia, Filipinas, Rusia y EE.UU.
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Marxismo

Engels, pensador de la guerra, pensador de la revolución

El interés de Engels por las cuestiones militares no fue un capricho lúdico. Si se sumergió tan profundamente en el estudio de todo lo que en su época guardaba relación con este tema, fue porque le animaba la misma motivación que indujo a Marx a digerir todo lo que tenía que ver con la economía política: la voluntad de servir a su clase adoptiva, el proletariado.
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El impacto de la pandemia en los países pobres

Un “gran confinamiento” devastador en el Tercer Mundo

Con la pandemia de la covid-19, el planeta está sufriendo la peor crisis económica desde el periodo de Entreguerras. Desempleo, inseguridad alimentaria, abandono escolar...: los efectos del "gran encierro" se hacen sentir en todas partes, pero es en los países pobres donde sus repercusiones afectan con más dureza. Con una estructura laboral en la que predomina el sector informal, muchos trabajadores carecen de protección social alguna.
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Teología de la liberación e islamismo

¿Puede servir la religión al progreso social?

Mientras que el ateísmo ha sido combatido por muchos religiosos y la religión por numerosos laicos, los combates emancipadores han reunido a gente que creía en el cielo con gente no creía, especialmente en América Latina gracias a la teología de la liberación. Sin embargo, este tipo de alianza parece inconcebible con los partidarios ultraortodoxos del islam político. ¿Por qué?
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Política internacional contra el cambio político

La explosión en Beirut no ha hecho temblar a la clase política libanesa

Con la ira popular en su paroxismo por la reciente explosión en Beirut, mucha gente en el Líbano ha esperado que de algo malo pudiera resultar algo bueno. Mucha gente creía que la tragedia impondría a la clase dominante dos demandas principales del levantamiento de octubre: un gobierno de expertos genuinamente independiente de la clase política libanesa y nuevas elecciones sobre la base de una nueva ley electoral. La esperanza era que una fuerte presión internacional impondría la realización de estas demandas. Pero Emmanuel Macron ha actuado sistemáticamente para mantener en pie el gobierno de coalición Hariri-Hezbolá. Por eso intervino con decisión para permitir el regreso a Beirut de un Saad Hariri secuestrado en Riad en 2017. Y por eso se apresuró a defraudar la expectativa de la gente en Líbano de un gobierno independiente y nuevas elecciones
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Entrevista de Ashley Smith a Gilber Achcar

La pandemia y la crisis del petróleo podrían provocar la vuelta de una segunda primavera árabe con fuerza redoblada

Las movilizaciones de la llamada segunda primavera árabe tienen causas específicas de la zona y causas comunes relacionadas con los efectos devastadores del neoliberalismo. De ellas podemos aprender dos aspectos fundamentales: su capacidad organizativa en movimientos de base, coordinados con un frente amplio de representación; y la necesidad de recuperar el internacionalismo como un movimiento de solidaridad entre los oprimidos y las clases trabajadoras más allá de las fronteras.
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Crisis global

¿Autoextinción del neoliberalismo? ¡Ni lo sueñes!

La intervención masiva de los gobiernos de Norteamérica y Europa con fondos públicos y en conjunción con los bancos centrales para rescatar sectores enteros de la economía y evitar un colapso económico general ha dado lugar a una lectura optimista del fin del neoliberalismo. Pero un cambio de paradigma frente al modelo económico neoliberal no va a depender de las decisiones tomadas colectivamente en función de las ideas de un grupo de técnicos y expertos. El resultado de la actual crisis vendrá determinado en cada país por el proceso de luchas sociales y la relación de fuerzas en el contexto local y global
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Sudán

La revolución entra en una nueva fase

La revolución sudanesa ha logrado importantes victorias. Pero aún debe luchar para que el poder pase del control de las fuerzas militares al de las fuerzas populares.
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Sudán

La caída de Morsi

El 17 de diciembre de 2010, la autoinmolación de un joven vendedor ambulante en el centro de Túnez provocó un incendio revolucionario que se extendió por toda la región. Ocho años después, la implementación de las medidas de austeridad por parte del gobierno sudanés, prescritas por el FMI, provocó un nuevo estallido de la protesta masiva.
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El intelectual simbólico

Notas al margen sobre las Memorias de Daniel Bensaïd

¿Cómo designar a un intelectual que representa la continuidad minoritaria de un momento fugaz de radicalización, mucho más efímera e infinitamente menos trágico que la Comuna de París, que produjo sus comuneros?
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Palestina

La dualidad del proyecto sionista: huir de la opresión racista y reproducirla en un contexto colonial

El sionismo no es un movimiento normal de liberación nacional que comparta el carácter dual de muchos de estos movimientos que luchan contra la opresión colonial mientras oprimen a otras comunidades, sean nacionales o de otro tipo.
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Oriente Medio

Comprender las raíces de la "crisis del Golfo"

Para comprender la violenta campaña lanzada por los gobiernos de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto contra Catar, hay que dirigir la mirada más allá de las trivialidades
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Prólogo a la tercera edición francesa de El choque de las barbaries

Bagdad en Francia

Este texto es el prólogo a la tercera edición francesa de su libro El choque de barbaries. El diagnóstico-pronóstico se mantiene: se ha puesto en marcha una dialéctica reaccionaria, en la que las barbaries opuestas se refuerzan, en la que la barbarie de los poderosos atiza la barbarie asimétrica de los débiles
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Siria

El ataque “increíblemente limitado” de Donald Trump

Pocas veces un ataque tan limitado como el lanzado por EE UU con misiles de crucero contra la base aérea siria de Shayrat ha hecho tanto ruido
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Mundo árabe

VIº aniversario del comienzo de las revueltas árabes

Hace seis años, el 17 de diciembre de 2010, Mohamed Bouazizi se inmoló en la ciudad tunecina de Sidi Bouzid. Bouazizi no sabía que con esta forma extrema de protesta no solo se incendiaría a sí mismo o su ciudad, ni siquiera tan solo su provincia o su patria tunecina, sino toda la región árabe. En efecto, su acto de protesta inspiró a millones de personas –“desde el océano hasta el golfo”, como decía el lema en el apogeo del nacionalismo árabe– a manifestarse contra sus regímenes y el status quo. La tragedia es que esta ola de protestas no haya...
Elecciones presidenciales en Estados Unidos

¿Qué significa la victoria de Trump para Medio Oriente?

En materia de política exterior en general, y sobre Medio Oriente en particular, Donald Trump, en tanto que nuevo presidente de los Estados Unidos se destacará como uno de los hombres más imprevisibles en haber ocupado esta posición desde que su país comenzó a desplegar una política imperial en ultramar a finales del siglo XIX. Durante la campaña electoral, Trump se ha contradicho permanentemente y ha cambiado de posición o de tono sobre numerosas cuestiones. Si, sin embargo, se le juzga por ciertos temas clave que ha repetido a menudo durant...
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Oriente Medio

¡Acabemos con la barbarie! Contra los bombardeos en Siria y en Yemen

La opinión política árabe se divide en dos categorías principales. Por un lado, están los medios que condenan los bombardeos devastadores y mortíferos de las ciudades y los campos de Siria por parte del régimen y su mentor ruso, mientras mantienen silencio sobre los bombardeos devastadores y mortíferos de las ciudades y los campos de Yemen por parte de la coalición dirigida por Arabia Saudí, y eso si es que no los apoyan. Por otro lado, hay quienes condenan los bombardeos devastadores y mortíferos de las ciudades y los campos de Yemen por parte...
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Siria

La tregua en Siria y la estrategia de salida de Obama

Como casi todo el mundo puede adivinar, el nuevo acuerdo de alto el fuego en Siria está condenado al fracaso, como sucederá con cualquier acuerdo que no resuelva el problema político fundamental de la crisis. Por supuesto, hasta un breve respiro es mejor que nada (pese a que la tregua ha sido muy decepcionante desde el punto de vista del alivio humanitario). Sin embargo, a falta de un plan que incluya un acuerdo amplio de cese de Bachar el Asad para permitir una transición a un gobierno pluralista, ningún alto el fuego puede perdurar en este pa...
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Medio Oriente

Siria acorralada

Lo que voy a presentar es un análisis general de la crisis siria (…). Unas grandes líneas de lo que ocurre en Siria. Primer punto, el levantamiento sirio de 2011 se inscribe plenamente en lo que se ha llamado la Primavera Árabe. No difiere de ella desde el punto de vista de sus profundas raíces sociales, económicas y políticas. Como el conjunto de los países de la región, Siria es un país que ha conocido una agravación de las condiciones económicas en el curso del último decenio. Como los demás países árabes, hubo un empobrecimiento de la pobla...
Libros

Tres apreciaciones diferentes del Estado Islámico

La mayor parte de la gente prefiere referirse aún al autoproclamado Estado Islámico utilizando el acrónimo de su nombre precedente: ISIS [en inglés por Estado Islámico en Irak y Siria] -o, más exactamente “al-Sham”, Gran Siria -traducido aproximadamente por algunos por “Levante”, convirtiéndose el acrónimo así en ISIL. Se han publicado hasta ahora cerca de cuarenta libros en inglés (y la cosa no ha acabado) sobre el tema de este llamado ISIS, entre ellos los tres que son objeto aquí de un comentario, que están entre los que más se venden en el ...
Tras los atentados de París

Francia vuelve a establecer el Estado de excepción

Ha sido proclamando la "guerra" como François Hollande ha reaccionado a la atrocidad terrorista que ha golpeado el centro de Paris. Como antes lo hizo George W. Bush frente "a la madre de todos los atentados terroristas" en pleno centro de Nueva York. De esa manera, el presidente francés ha optado por ignorar las numerosas críticas a la decisión adoptada por la administración Bush, a pesar de que, en su momento, esas críticas constituyeron la opinión mayoritaria incluso en Francia (una opinión compartida por Hubert Védrine y Dominique de Villep...
Países árabes

“La ‘primavera árabe’ ha acabado en invierno”

Entrevista con el conocido académico libanés Gilbert Achcar, autor de “The People Want: A Radical Exploration of the Arab Uprising” (2013), sobre la lucha por la democratización de Oriente Medio y África del Norte. Todo comenzó el 18 de diciembre de 2010 con una revuelta popular desencadenada por la autoinmolación de un vendedor callejero tunecino, Mohamed Bouazizi, que protestó de este modo contra el régimen corrupto y autocrático del país. Esto dio pie a una serie de levantamientos revolucionarios en Oriente Medio y África del Norte que derr...
Siria

Contra la intervención militar extranjera, apoyo a la revuelta popular siria

En un raro ejemplo de cómo un gobierno de un Estado imperial occidental se toma en serio la “democracia parlamentaria”, el ejecutivo del Reino Unido consultó al parlamento sobre la posibilidad de lanzar una acción militar contra el régimen sirio sin tener la certeza de antemano de si ganaría la votación, y decidió respetar el resultado de la votación, por el que se rechazaba su plan. Como firme oponente del régimen baasista de Siria desde una perspectiva democrática radical, tengo más de una razón para saludar este resultado. La primera razón...
“El pueblo quiere”

Esbozo sobre la especificidad del capitalismo en la región árabe

[“La fórmula de ‘el pueblo quiere" ha sido utilizada en las recientes movilizaciones para expresar todo tipo de reivindicaciones, desde las más elementales hasta el famoso ‘el pueblo quiere la caída del régimen", el eslogan más conocido de la sublevación general. En su origen, se refiere a dos versos célebres de un poeta tunecino, que están en condicional, mientras que aquí la afirmación está en presente. Lo que revela el eslogan es la irrupción del pueblo como voluntad colectiva en la escena pública, al pueblo como sujeto político” (http://www...
Estado de la cuestión

Varias tesis sobre la "primavera árabe"

1. El gigantesco movimiento popular que está sacudiendo a la totalidad del mundo árabe desde sus primeros temblores iniciados en Túnez el 17 de diciembre de 2010 vino determinado por una larga y profunda acumulación de elementos explosivos: la falta de crecimiento económico, la inmensa tasa de desempleo (la media más alta de todas las regiones del mundo), la corrupción endémica generalizada, las descomunales desigualdades sociales, los gobiernos despóticos carentes de legitimidad democrática, el trato de súbditos serviles que recibían los ciuda...
Túnez

Los oportunistas y la revolución

Como si estuvieran imbuidos del espíritu del orientalismo occidental, tal como lo definió Edward Said, algunos árabes han llegado a sostener que en la mayoría de sus congéneres ha arraigado una mentalidad despótica a resultas de sus antecedentes culturales y educativos. Un defensor de semejante opinión en un pasado no tan lejano es Moncef Marzuki, el presidente transitorio de Túnez, cuando todavía se encontraba en el exilio en Francia siendo opositor al régimen del presidente anterior, el tirano Zine el Abidine Ben Alí. En un artículo que publ...
Túnez

La chispa de Buazizi: el comienzo de un largo proceso revolucionario

[Esta charla fue realizada en Sidi Bouzid, Túnez, el 18 de diciembre de 2011, por invitación del Comité por la Conmemoración del Primer Aniversario de la Revolución del 17 de diciembre de 2010]. Es un gran honor para mí unirme con vosotros para celebrar este primer aniversario del comienzo de la revolución tunecina en esta ciudad misma de Sidi Bouzid, la ciudad de Mohamed Bouazizi, desde donde la primera chispa de la revolución se extendió como un incendio al conjunto de la región árabe, ilustrando así maravillosamente el famoso dicho chino: “...
Primavera árabe

La revolución continúa

Cuando ya se levantaban voces desde la derecha y de parte de la izquierda declarando el fin de la “primavera árabe” y recomendando a las masas rebeldes que volvieran a sus casas, los últimos días han dejado claro que el proceso revolucionario que comenzó en Túnez a finales del año pasado sigue vivo y coleando. En efecto, ha recobrado fuerzas y está experimentando un nuevo impulso, al que sin duda seguirán otros en el curso de los próximos años. La revolución prosigue por todas partes, desafiando los intentos de abortarla o de desviarla de su r...
Siria

Militarización, intervención militar y ausencia de estrategia

Pude asistir al encuentro de la oposición siria que se celebró los días 8-9 de octubre en Suecia, en un lugar cercano a la capital, Estocolmo. Un conjunto de hombres y mujeres activistas que actúa en Siria y en el extranjero se unieron a importantes personalidades del Comité de Coordinación Sirio (llegadas desde Siria para la reunión) en presencia del miembro más importante del Consejo Nacional Sirio (CNS), su presidente, Burhan Ghalioun. Los organizadores de la conferencia me habían invitado a hablar sobre el tema de la intervención militar ex...
Libia

La “conspiración” de la OTAN contra la revolución libia

En un editorial publicado en el Wall Street Journal (19/07/2011), Max Boot –autor e historiador militar neoconservador, conocido por su apoyo al “fomento de la democracia” a punta de pistola y ardiente defensor de la plena implicación militar de EE UU en Libia– se refirió a un artículo aparecido en el Financial Times (15/06/2011) que comparaba la actual campaña de bombardeos aéreos sobre Libia con la guerra aérea sobre Kosovo en 1999 para subrayar “la falta de potencia de fuego en la operación libia”. Boot comenta, abundando en la misma compara...
La insurrección libia entre el martillo de Gadafi, el yunque de la OTAN y la confusión de la izquierda

Resultados y perspectivas

Ha pasado más de un mes desde que la coalición encabezada por la OTAN inició su intervención militar en Libia, después de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) adoptara, el 17 de marzo, su resolución n.º 1973 autorizando el establecimiento de una zona de exclusión aérea y la adopción de “todas las medidas necesarias” para “proteger a los civiles y las zonas habitadas por civiles”. Esta resolución y la consiguiente intervención militar habían sido reclamadas con urgencia por fuentes relacionadas con la insurrección libia que ...
El debate continúa

El discurso de Barack Obama sobre Libia y las tareas de los antiimperialistas

El discurso pronunciado por Barack Obama el 28 de marzo arroja una luz interesante tanto sobre la intervención occidental en Libia como sobre el debate que ha surgido en el movimiento antiguerra sobre esta cuestión. En lo que sigue se analizan algunos pasajes clave del discurso, dejando de lado, claro está, la habitual retórica grandilocuente y vacía del tipo “destino manifiesto”, y añadiendo un comentario sobre los dos aspectos planteados, para terminar con una evaluación de la situación una vez transcurridos doce días desde la adopción de la ...
Libia

Un debate legítimo y necesario desde una perspectiva antiimperialista

"El Tratado de Brest-Litovsk fue, en efecto, un compromiso con los imperialistas, pero fue un compromiso que, dadas las circunstancias, era inevitable. ... Rechazar cualquier compromiso "por principio", rechazar la admisibilidad de los compromisos en general, cualquiera que sea su naturaleza, es infantilismo, algo que hasta resulta difícil plantearse seriamente... Hay que saber analizar la situación y las condiciones concretas de cada compromiso, o de cada tipo de compromiso. Hay que aprender a distinguir entre un hombre que ha entregado su di...
Países Ärabes

Sobre la izquierda árabe

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Egipto

Los Hermanos Musulmanes en la “transición ordenada” en Egipto

Contrariamente a la mayor parte de las predicciones, el levantamiento egipcio ha sido iniciado y dirigido por coaliciones –con partidos políticos, asociaciones y redes internet- dominadas por fuerzas laicas y democráticas. Las organizaciones islámicas o sus miembros individuales han participado en pie de igualdad con grupos que no tenían más que una importancia marginal antes del levantamiento y grupos más cercanos a los disidentes de Europa del Este de 1989 que de los partidos de masas o las “élites revolucionarias habituales” en las revolucio...
1.- ¡Válgame dios!

Marxistas y religión, ayer y hoy

Religión Marxismo Integrismo1. La actitud teórica (”filosófica”) del marxismo clásico en materia de religión combina tres dimensiones complementarias, que se encuentran ya en germen en la Introducción a la Crítica de la filosofía del derecho de Hegel del joven Marx (1843-44): • En primer lugar, una crítica de la religión, en tanto que factor de alienación. El ser humano atribuye a la divinidad la responsabilidad de una suerte que no le debe nada (”El ser humano hace la religión, no es la religión la que hace al ser humano”); se obliga a respetar obligaciones y prohibiciones que, a menudo, dificultan su desarrollo; se somete voluntariamente a autoridades religiosas cuya legitimidad se funda en el fantasma de su relación privilegiada con lo divino, o bien en su especialización en el conocimiento del corpus religioso. • Una crítica de las doctrinas sociales y políticas de las religiones. Las religiones son supervivencias ideológicas de épocas pasadas desde hace mucho tiempo: la religión es “falsa conciencia del mundo”; lo es tanto más en cuanto el mundo cambia. Nacidas en las sociedades precapitalistas, las religiones han podido conocer -como la Reforma protestante en la historia del cristianismo- aggiornamentos, que siguen siendo forzosamente parciales y limitados debido a que una religión venera “escrituras santas”. • Pero también, una “comprensión” (en el sentido weberiano) del papel psicológico que puede jugar la creencia religiosa para los/as condenados/as de la tierra. “La miseria religiosa es, por un lado, la expresión de la miseria real y, por otro, la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura abrumada por la desgracia, el alma de un mundo sin corazón, asimismo el espíritu de una época sin espíritu. Es el opio del pueblo”. Estas tres consideraciones desembocan, para el marxismo clásico, en una única y misma conclusión enunciada por el joven Marx: “La superación (Aufhebung) de la religión en tanto que felicidad ilusoria del pueblo es la exigencia de su verdadera felicidad. Exigir la renuncia a las ilusiones sobre su condición, es exigir la renuncia a una condición que tiene necesidad de ilusiones. La crítica de la religión es pues, en germen, la crítica de este valle de lágrimas, del que la religión es la aureola”. 2. Sin embargo, el marxismo clásico no planteó la supresión de la religión como condición necesaria y previa de la emancipación social (las afirmaciones del joven Marx podrían leerse como: a fin de poder superar las ilusiones, en primer lugar hay que poner fin a la “condición que tiene necesidad de ilusiones”). En cualquier caso, igual que para el Estado, podríamos decir que no se trata de abolir la religión, sino de crear las condiciones de su extinción. No se trata de prohibir el “opio del pueblo”, y aún menos de reprimir a sus consumidores. Se trata solamente de poner fin a las relaciones privilegiadas que mantienen quienes hacen de ellas comercio con el poder político, con el fin de reducir su dominio sobre los espíritus. Debemos considerar aquí tres tipos de actitud: • El marxismo clásico, el de los fundadores, no requirió la inscripción del ateismo en el programa de los movimientos sociales. Al contrario, en su crítica del programa de los emigrados blanquistas de la Comuna (1874), Engels se burló de su pretensión de abolir la religión por decreto. Su perspicacia fue enteramente confirmada por las experiencias del siglo XX, como cuando sostenía que “las persecuciones son el mejor medio de reafirmar convicciones indeseables” y que “el único servicio que se puede hacer, aún en nuestros días, a dios, es proclamar el ateísmo como símbolo coercitivo de fe”. • La laicidad republicana, es decir la separación de la religión y del Estado, es, en cambio, un objetivo necesario e imprescindible, que formaba ya parte del programa de la democracia burguesa radical. Pero ahí también, es importante no confundir separación y prohibición, incluso en lo que concierne a la enseñanza. En sus comentarios críticos sobre el programa de Erfurt de la socialdemocracia alemana (1891), Engels proponía la formulación siguiente: “Separación completa de la Iglesia y del Estado. Todas las comunidades religiosas sin excepción serán tratadas por el Estado como sociedades privadas. Pierden toda subvención proveniente del erario público y toda influencia sobre las escuelas públicas”. Luego añadía entre paréntesis este comentario: “No se les puede sin embargo prohibir fundar, por sus propios medios, escuelas que les pertenezcan como propias, y enseñar en ellas sus tonterías”. • El partido obrero debe, al mismo tiempo, combatir ideológicamente la influencia de la religión. En el texto de 1873, Engels se felicitaba de que la mayoría de los militantes obreros socialistas alemanes estuviera ganada para el ateísmo, y sugería difundir la literatura materialista francesa del siglo XVIII a fin de convencer al mayor número de ellos. En su crítica del programa de Gotha del partido obrero alemán (1875), Marx explicaba que la libertad privada en materia de creencia y de culto debe ser definida únicamente como rechazo de la ingerencia estatal. Enunciaba así su principio: “cada cual debe poder satisfacer sus necesidades religiosas y corporales, sin que la policía meta las narices”. Lamentaba, al mismo tiempo, que el partido no hubiera aprovechado “la ocasión de expresar su convicción de que la burguesa `libertad de conciencia´ no es nada más que la tolerancia de todas las suertes posibles de libertad de conciencia religiosa, mientras que él (el partido) se esfuerza por liberar las conciencias de la fantasmagoría religiosa”. 3. El marxismo clásico no contemplaba la religión más que bajo el ángulo de la relación de las sociedades europeas con sus propias religiones tradicionales. No tomaba en consideración la persecución de las minorías religiosas, ni sobre todo la persecución de las religiones de pueblos oprimidos por Estados opresores pertenecientes a otra religión. En nuestra época, marcada por la supervivencia de la herencia colonial y por su transposición al interior mismo de las metrópolis imperiales -bajo la forma de un “colonialismo interior”, cuya originalidad es que son los colonizados mismos quienes son expatriados, es decir “inmigrados”- este aspecto adquiere una importancia mayor. En un contexto dominado por el racismo, corolario natural de la herencia colonial, las persecuciones de la religión de los oprimidos/as, ex colonizados/as, no deben ser rechazadas sólo porque son “el mejor medio de reafirmar convicciones indeseables”. Deben ser rechazadas, también y ante todo, porque son una dimensión de la opresión étnica o racial, tan intolerable como las persecuciones y discriminaciones políticas, jurídicas y económicas. Ciertamente, las prácticas religiosas de las poblaciones colonizadas pueden aparecer como eminentemente retrógradas a los ojos de las poblaciones metropolitanas, cuya superioridad material y científica estaba inscrita en el hecho mismo de la colonización. Pero no es imponiendo el modo de vida de estas últimas a las poblaciones colonizadas, contra su voluntad, como se impulsará la causa de su emancipación. El infierno de la opresión racista está pavimentado de buenas intenciones “civilizadoras”, y se sabe hasta qué punto el propio movimiento obrero fue contaminado por la pretensión bienhechora y la ilusión filantrópica en la era del colonialismo. Engels había, sin embargo, puesto claramente en guardia contra este síndrome colonial. En una carta a Kautsky, fechada el 12 de septiembre de 1882, formuló una política emancipatoria del proletariado, completamente marcada por la precaución indispensable de no transformar la liberación presumida en opresión disfrazada. ··· Los países bajo simple dominación y poblados por pueblos indígenas, India, Argelia, las posesiones holandesas, portuguesas y españolas, deberán ser tomadas a su cargo, provisionalmente, por el proletariado y llevados a la independencia, tan rápidamente como sea posible. Cómo se desarrollará ese proceso, es algo difícil de decir. India hará quizá una revolución, es incluso muy probable. Y como el proletariado que se libera no puede llevar a cabo ninguna guerra colonial, se estaría obligado a dejar hacer, lo que, naturalmente, no ocurriría sin destrucciones de todo tipo, pero tales hechos son inseparables de todas las revoluciones. El mismo proceso podría desarrollarse también en otras partes: por ejemplo en Argelia y en Egipto, y no sería, para nosotros ciertamente la mejor solución. Tendremos bastante que hacer en nuestra propia casa. Una vez que Europa y América del Norte estén reorganizadas, constituirán una fuerza colosal y un ejemplo tal que los pueblos semicivilizados vendrán por sí mismos tras sus huellas: las necesidades económicas bastarán para empujar hacia ello. Pero por qué fases de desarrollo social y político deberán pasar luego esos países para llegar ellos también a una estructura socialista, sobre eso, creo que no podemos hoy más que construir hipótesis bastante ociosas. Una sola cosa es segura: el proletariado victorioso no puede hacer por la fuerza la felicidad de ningún pueblo extranjero, sin con ello minar su propia victoria. ··· Verdad elemental, y sin embargo tan a menudo ignorada: toda “felicidad” impuesta por la fuerza equivale a una opresión, y no podría ser percibida de otra forma por quienes la sufren. 4. La cuestión del velo islámico (hijab) condensa el conjunto de los problemas planteados más arriba. Permite mostrar la actitud marxista bajo todos sus aspectos. En la mayor parte de los países en los que el Islam es la religión mayoritaria, la religión es aún la forma principal de la ideología dominante. Interpretaciones retrógradas del Islam, más o menos literales, sirven para mantener a poblaciones enteras en la sumisión y el atraso cultural. Las mujeres sufren de la forma más masiva e intensa una opresión secular, recubierta de legitimación religiosa. En tal contexto, la lucha ideológica contra la utilización de la religión como argumento de dominación es una dimensión prioritaria del combate emancipador. La separación de la religión y del Estado debe ser una reivindicación prioritaria del movimiento por el progreso social. Los demócratas y los progresistas deben combatir por la libertad de cada una y cada uno en materia de no creencia, de creencia y de práctica religiosa. Al mismo tiempo, el combate por la liberación de las mujeres sigue siendo el criterio mismo de toda identidad emancipatoria, la piedra clave de toda pretensión progresista. Uno de los aspectos más elementales de la libertad de las mujeres es su libertad individual de vestirse como prefieran. El velo islámico y, con mayor razón , las versiones más envolventes de este tipo de vestido, cuando son impuestas a las mujeres, son una de las numerosas formas de opresión sexual en lo cotidiano, una forma tanto más visible en cuanto sirve para hacer a las mujeres invisibles. La lucha contra la imposición de llevar éste, u otros velos, es indisociable de la lucha contra los demás aspectos de la servidumbre femenina. Sin embargo, la lucha emancipatoria estaría gravemente comprometida si intentara “liberar” por la fuerza a las mujeres, usando la coacción no hacia sus opresores, sino hacia ellas mismas. Arrancar por la fuerza la prenda religiosa, llevada voluntariamente, incluso si se piensa que llevarla remite a la servidumbre voluntaria, es un acto opresivo y no un acto de emancipación real. Es además una acción condenada al fracaso, como lo había predicho Engels: igual que la suerte del Islam en la ex-Unión soviética, la evolución de Turquía ilustra elocuentemente sobre la inutilidad de toda tentativa de erradicación por la fuerza de la religión o de las prácticas religiosas. “Cada uno -y cada unadebe poder satisfacer sus necesidades religiosas y corporales” -las mujeres llevar el hijab o los hombres la barba- “sin que la policía meta las narices”. Defender esta libertad individual elemental es la condición indispensable para llevar a cabo un combate eficaz contra los diktats religiosos. La prohibición del hijab hace paradójicamente legítimo el hecho de imponerlo, a los ojos de quienes le consideran como un artículo de fe. Sólo el principio de la libertad de conciencia y de práctica religiosa estrictamente individual, sea de vestimenta o de otro tipo, y el respeto de este principio por gobiernos laicos, permiten oponerse legítimamente y con éxito a la coacción religiosa. El propio Corán proclama: “¡No tiene que haber coacción en religión”! Por otra parte, y por poco que no se ponga en cuestión la libertad de enseñanza, prohibir llevar el velo islámico, u otros signos religiosos en la vestimenta, en la escuela pública, en nombre del laicismo, es una actitud eminentemente antinómica, puesto que lleva a favorecer la expansión de las escuelas religiosas. 5. En un país como Francia, donde el Islam fue durante mucho tiempo la religión mayoritaria de los “indígenas” de las colonias y en donde es desde hace decenios la religión de la gran mayoría de los inmigrantes, “colonizados” del interior, toda forma de persecución de la religión islámica -segunda religión de Francia por el número y religión muy inferior a las demás por el estatus- debe ser combatida. El Islam es, en Francia, una religión desfavorecida en relación con las religiones presentes desde hace siglos en el suelo francés. Es una religión víctima de discriminaciones escandalosas, tanto en lo que se refiere a los lugares de culto como a la dura tutela, llena de mentalidad colonial, que le impone el Estado francés. El Islam es una religión denigrada cotidianamente en los medios franceses, de una forma que ya no es posible realizar, afortunadamente, contra el anterior objetivo prioritario del racismo: el judaísmo, tras el genocidio nazi y la complicidad del régimen de Vichy. Un confusionismo mezclado de ignorancia y de racismo mantiene, con la complicidad de los medios, la imagen de una religión islámica intrínsecamente inapta para la modernidad, así como la amalgama entre Islam y terrorismo que facilita la utilización inapropiada del término “islamismo” como sinónimo de integrismo islámico. Ciertamente, el discurso oficial y dominante no es abiertamente hostil; se hace incluso benevolente, con los ojos puestos en los intereses considerables del gran capital francés -petróleo, armamento, construcción, etc.- en tierras del Islam. Sin embargo, la condescendencia colonial hacia musulmanes y su religión es tan insoportable para ellos y ellas como la hostilidad racista abiertamente proclamada. El espíritu colonial no es patrimonio de la derecha en Francia; tiene una implantación muy antigua en la izquierda francesa constantemente desgarrada en su historia entre un colonialismo mezclado de condescendencia de esencia racista y de expresión paternalista, y una tradición anticolonialista militante. Incluso en los primeros tiempos de la escisión del movimiento obrero francés entre socialdemócratas y comunistas, emergió un ala derecha entre los mismos comunistas de la metrópoli (por no hablar de los comunistas franceses de Argelia), que se distinguía principalmente por su actitud sobre la cuestión colonial. La derecha comunista traicionó su deber anticolonialista frente a la insurrección del Rif marroquí bajo la dirección del jefe tribal y religioso Abd-el-Krim, cuando ésta se enfrentó a las tropas francesas en 1925. La explicación de Jules Humbert-Droz sobre ello, ante el comité ejecutivo de la IC, conserva una cierta pertinencia: ··· La derecha ha protestado contra la consigna de la fraternización con el ejército de los rifeños, invocando el hecho de que los rifeños no tienen el mismo grado de civilización que los ejércitos franceses, y que no se puede confraternizar con tribus medio bárbaras. Ha ido aún más lejos escribiendo que Abd-el-Krim tiene prejuicios religiosos y sociales que hay que combatir. Sin duda hay que combatir el panislamismo y el feudalismo de los pueblos coloniales, pero cuando el imperialismo francés coge por el cuello a los pueblos coloniales, el papel del PCF no es combatir los prejuicios de los jefes coloniales, sino combatir sin tregua la rapacidad del imperialismo francés. ··· 6. El deber de los marxistas en Francia es combatir sin tregua la opresión racista y religiosa llevada por la burguesía imperial francesa y su Estado, antes de combatir los prejuicios religiosos en el seno de las poblaciones inmigrantes. Cuando el Estado francés se ocupa en reglamentar la forma de vestirse de las jóvenes musulmanas y de prohibir el acceso a la escuela de las que se obstinen en querer llevar el velo islámico; cuando éstas son tomadas como objetivos de una campaña mediática y política cuya desmesura en relación a la amplitud del fenómeno considerado atestigua su carácter opresivo, percibido como islamófobo o racista, cualesquiera que sean las intenciones proclamadas; cuando el mismo Estado favorece la expansión notoria de la enseñanza religiosa comunitaria por el aumento de las subvenciones a la enseñanza privada, agravando así las divisiones entre las capas explotadas de la población francesa, el deber de los marxistas, a la luz de todo lo que ha sido expuesto más arriba, es oponerse a ello resueltamente. Éste no fue el caso de una buena parte de quienes se reclaman del marxismo en Francia. Sobre la cuestión del velo islámico, la posición de la Liga de la Enseñanza, cuyo compromiso laico está por encima de toda sospecha, tiene bastante más afinidad con la del marxismo auténtico que la de numerosas instancias que dicen inspirarse en él. Así se puede leer en la declaración adoptada por la Liga, en su asamblea general de Troyes en junio de 2003, lo que sigue: ··· La Liga de la Enseñanza, cuya historia entera está marcada por una acción constante a favor del laicismo, considera que legislar sobre el uso de signos de pertenencia religiosa es inoportuno. Toda ley sería o bien inútil o bien imposible. El riesgo es evidente. Cualesquiera que sean las precauciones tomadas, no hay ninguna duda de que el efecto obtenido será una prohibición que estigmatizará de hecho a los musulmanes (...). Para quienes querrían hacer de llevar un signo religioso el argumento de un combate político, la exclusión de la escuela pública no impedirá escolarizarse en otra parte, en instituciones en el seno de las cuales tienen todas las oportunidades de encontrarse justificados/as y reforzados/as en su actitud.(...) La integración de todos los ciudadanos, independientemente de sus orígenes y de sus convicciones, pasa por el reconocimiento de una diversidad cultural que debe expresarse en el marco de la igualdad de trato que la República debe asegurar a cada cual. A este título, los musulmanes, como los demás creyentes, deben disfrutar de la libertad de culto en el respeto de las reglas que impone una sociedad laica, pluralista y profundamente secularizada. El combate por la emancipación de las jóvenes, en particular, pasa prioritariamente por su escolarización, el respeto de su libertad de conciencia y de su autonomía: no hagamos de ellas las rehenes de un debate ideológico, por otra parte necesario. Para luchar contra el encierro identitario, una pedagogía del laicismo, la lucha contra las discriminaciones, el combate por la justicia social y la igualdad son más eficaces que la prohibición. ··· En su informe del 4 de noviembre de 2003, remitido a la Comisión sobre la aplicación del principio de laicismo en la República (llamada Comisión Stasi), la Liga de la Enseñanza trata admirablemente sobre el Islam y las representaciones de las que es objeto en Francia, en páginas de las que sólo cito algunos extractos: ··· Las resistencias y discriminaciones encontradas por `las poblaciones musulmanas´ en la sociedad francesa no derivan esencialmente, como se dice demasiado a menudo, del déficit de integración de estas poblaciones, sino de representaciones y actitudes mayoritarias que provienen en gran parte de una herencia histórica antigua. La primera se debe al no reconocimiento de la aportación de la civilización arabo-musulmana a la cultura mundial y a nuestra propia cultura occidental (...). A esta ocultación y a este rechazo se ha añadido la herencia colonial (...) portadora de una tradición de violencia, de desigualdad y de racismo, profunda y duradera, que las dificultades de la descolonización, y luego los desgarros de la guerra de Argelia han ampliado y reforzado. La inferiorización étnica, social, cultural y religiosa de las poblaciones indígenas, musulmanas de las colonias francesas ha sido una práctica constante, hasta el punto de resonar en las limitaciones del derecho. Es así que, en lo que concierne al Islam, ha sido considerado como un elemento del estatuto personal y no como una religión relacionada con la ley de separación de 1905. Durante todo el tiempo de la colonización, el principio de laicidad no se ha aplicado nunca a las poblaciones indígenas y a su culto a causa de la oposición del lobby colonial y a pesar de la demanda de los ulemas que habían comprendido que el régimen de laicismo les concedería la libertad de culto. ¿Cómo extrañarse entonces de que durante mucho tiempo el laicismo, para los musulmanes, haya sido sinónimo de una policía colonial de los espíritus? ¿Cómo se quiere que esto no deje huellas profundas, tanto del lado de los antiguos colonizados como del país colonizador? Si numerosos musulmanes hoy aún consideran que el Islam debe regular los comportamientos civiles, tanto públicos como privados, y, sin reivindicar estatuto personal, tienen a veces tendencia a adoptar su perfil, es que Francia y la República laica les han conminado a hacerlo durante varias generaciones. Si numerosos franceses, a veces incluso entre los más instruidos y que ejercen responsabilidades públicas, se permiten apreciaciones peyorativas sobre el Islam cuya ignorancia va de par con la estupidez, es que se inscriben, muy a menudo de forma inconsciente y defendiéndose de ello, en esta tradición del desprecio colonial. Un tercer aspecto acaba de obstaculizar la consideración del Islam en pie de igualdad: es que la religión trasplantada, es también una religión de pobres. A diferencia de las religiones judeocristianas cuyos practicantes en Francia se reparten en el conjunto del tablero social, y a diferencia en particular del catolicismo históricamente integrado a la clase dominante, los musulmanes, ciudadanos franceses o inmigrantes que viven en Francia, se sitúan por el momento, en una gran mayoría, en la parte baja de la escala social. Ahí también prosigue la tradición colonial, puesto que a la inferiorización cultural de las poblaciones indígenas se añadía la explotación económica, y que ésta ha pesado durante mucho tiempo también muy fuertemente sobre las primeras generaciones de inmigrantes, mientras que hoy sus herederos son los primeras víctimas del paro y de la relegación urbana. El desprecio social y la injusticia que golpean esas categorías sociales afectan a todos los aspectos de su existencia, incluida la dimensión religiosa. No hay ofuscamiento con los velos de las empleadas de hogar o de limpieza en las oficinas: no se hace objeto de escándalo más que si es llevado con orgullo por jóvenes que han emprendido estudios o mujeres con el estatuto de cuadros. ··· La incomprensión manifestada por las principales organizaciones de la izquierda marxista extraparlamentaria en Francia hacia los problemas identitarios y culturales de estas poblaciones se revela por la composición de sus listas electorales en las elecciones europeas: tanto en 1999 como en 2004, los ciudadanos/as originarios de poblaciones en otro tiempo colonizadas -del Magreb o del África negra, en particular- han brillado por su ausencia en el pelotón de cabeza de las listas LCR-LO, contrariamente a las listas del PCF, partido tantas veces estigmatizado por inconsecuencia en la lucha antirracista por esas dos organizaciones. Al hacerlo, se han privado también de un potencial electoral entre las capas más oprimidas de Francia, un potencial del que el resultado obtenido en 2004 por una lista improvisada, como fue el caso de Euro-Palestine, ha demostrado de forma llamativa. 7. Mencionando “a quienes querrían hacer de llevar un signo religioso el argumento de un combate político”, la Liga de la Enseñanza hacía alusión , por supuesto, al integrismo islámico. La expansión de este fenómeno político en los medios salidos de la inmigración musulmana en Occidente, tras su fuerte expansión desde hace treinta años en tierras del Islam, ha sido, en Francia, el argumento preferido de quienes atacan el velo islámico. El argumento es real: como los integrismos cristiano, judío, hinduísta y otros, que quieren imponer una interpretación rigorista de la religión como código de vida, cuando no como modo de gobierno, el integrismo islámico es un verdadero peligro para el progreso social y las luchas emancipatorias. Tomando cuidado de establecer una distinción clara y neta entre la religión como tal y su interpretación integrista, la más reaccionaria de todas, es indispensable combatir el integrismo islámico ideológicamente y políticamente, tanto en los países del Islam como en el seno de las minorías musulmanas en Occidente u otras partes. Esto no debería, sin embargo, constituir un argumento a favor de una prohibición pública del velo islámico: la Liga de la Enseñanza ha explicado lo contrario de forma convincente. Más en general, la islamofobia es el mejor aliado objetivo del integrismo islámico: su crecimiento va parejo. Contra más dé la izquierda la impresión de aliarse con la islamofobia dominante, más se alienará a las poblaciones musulmanas y más facilitará la tarea de los integristas musulmanes, que aparecerán como únicos capaces de expresar la protesta de esas poblaciones contra la “miseria real”. El integrismo islámico es, sin embargo, un fenómeno muy diferenciado y la actitud táctica hacia él debe ser modulada según las situaciones concretas. Cuando este tipo de programa social es manejado por un poder opresor y por sus aliados a fin de legitimar la opresión en vigor, como en el caso de los numerosos despotismos con rostro islámico; o cuando se convierte en el arma política de una reacción que lucha contra un poder progresista, como ocurrió en el mundo árabe, en el período 1950- 70 cuando el integrismo islámico era la punta de lanza de la oposición reaccionaria al naserismo egipcio y a sus émulos, la única actitud conveniente es la de una hostilidad implacable a los integristas. Ocurre de otra forma cuando el integrismo islámico se despliega en tanto que vector político-ideológico de una lucha animada por una causa objetivamente progresista, vector deforme, cierto, pero que llena el vacío dejado por la derrota o la carencia de los movimientos de izquierda. Es el caso de las situaciones en que los integristas musulmanes combaten una ocupación extranjera (Afganistán, Líbano, Palestina, Irak, etc.) o una opresión étnica o racial, y donde encarnan una aversión popular hacia un régimen de opresión política reaccionaria. Es también el caso del integrismo islámico en Occidente, donde su auge es generalmente la expresión de una rebelión contra la suerte reservada a las poblaciones inmigrantes. En efecto, como la religión en general, el integrismo islámico puede ser “de una parte, la expresión de la miseria real, y, de otra, la protesta contra la miseria real”, con la diferencia de que se trata en su caso de una protesta activa: no es “el opio” del pueblo, sino más bien “la heroína” de una parte del pueblo, derivada del “opio” y que sustituye con su efecto de éxtasis al efecto narcótico de éste. En todos estos tipos de situaciones, es necesario adaptar una actitud táctica a las circunstancias de la lucha contra el opresor, enemigo común. No renunciando nunca al combate ideológico contra la influencia nefasta del integrismo islámico, puede ser necesario, o inevitable, converger con integristas musulmanes en batallas comunes, que van de simples manifestaciones de calle a la resistencia armada, según los casos. 8. Los integristas islámicos pueden ser aliados objetivos y circunstanciales en un combate determinado, llevado por marxistas. Se trata sin embargo de una alianza contranatura, forzada por las circunstancias. Las reglas que se aplican a alianzas mucho más naturales como las que fueron practicadas en la lucha contra el zarismo en Rusia, tienen que ser respetadas aquí con mucha más razón, y de forma más estricta aún. Estas reglas fueron claramente definidas por los marxistas rusos a comienzos del siglo XX. En su Prefacio de enero de 1905 al folleto Ante el 9 de enero de Trotsky, Parvus las resumía así: ··· Para simplificar, en caso de lucha común con aliados de ocasión, se pueden seguir los puntos siguientes: 1. No mezclar las organizaciones. Marchar separadamente, pero golpear juntos. 2. No renunciar a las propias reivindicaciones políticas. 3. No ocultar las divergencias de intereses. 4. Seguir al aliado como se enfila a un enemigo. 5. Preocuparse más de utilizar la situación creada por la lucha que de preservar un aliado. ··· “Parvus tiene mil veces razón”, escribió Lenin en un artículo de abril de 1905, publicado en el periódico Vperiod, subrayando “la condición absoluta (recordada muy a propósito) de no confundir las organizaciones, de marchar separadamente y de golpear juntos, de no disimular la diversidad de los intereses, de vigilar a su aliado como un enemigo, etc.”. El dirigente bolchevique enumerará en numerosas ocasiones estas condiciones a lo largo de los años. Los mismos principios fueron defendidos incansablemente por Trotsky. En La internacional comunista después de Lenin (1928), polemizando sobre las alianzas con el Kuomintang chino, escribió la siguientes frases, particularmente adaptadas al asunto que tratamos: ··· Desde hace tiempo, se ha dicho que acuerdos estrictamente prácticos, que no nos ligan de forma alguna y no nos crean ninguna obligación política, pueden, si eso es ventajoso en el momento considerado, ser concluidos con el mismísimo diablo. Pero sería absurdo exigir al mismo tiempo que en esta ocasión el diablo se convirtiera totalmente al cristianismo, y que se sirva de sus cuernos (...) para obras piadosas. Planteando tales condiciones, actuaríamos ya, en el fondo, como abogados del diablo, y le pediríamos ser sus padrinos. ··· Numerosos trotskystas hacen exactamente lo contrario de lo que preconizaba Trotsky, en su relación con organizaciones integristas islámicas. No en Francia, donde los trotskystas, como ya ha sido explicado, tuercen, en su mayoría, más bien el bastón en el otro sentido, sino del otro lado del canal de la Mancha, en Gran Bretaña. La extrema izquierda británica tiene el mérito de haber dado pruebas de una mayor apertura a las poblaciones musulmanas que la extrema izquierda francesa. Ha llevado, contra las guerras de Afganistán y de Irak, en las que ha participado el gobierno de su país, formidables movilizaciones con la participación masiva de personas salidas de la inmigración musulmana. En el movimiento antiguerra, ha llegado hasta aliarse a una organización musulmana de inspiración integrista, la Muslim Association of Britan (MAB), emanación británica del principal movimiento integrista islámico “moderado” de Oriente Medio, el Movimiento de los Hermanos Musulmanes (representado en los parlamentos de algunos países). En principio, no hay nada criticable en una tal alianza para objetivos bien delimitados, a condición de respetar estrictamente las reglas enunciadas más arriba. El problema comienza sin embargo con el tratamiento como aliado privilegiado de esta organización particular, que está lejos de ser representativa de la gran masa de los musulmanes de Gran Bretaña. Más en general, los trotskystas británicos han tenido la tendencia, con ocasión de su alianza con la MAB en el movimiento antiguerra, de hacer lo contrario de lo enunciado más arriba, es decir: 1. Mezclar las banderas y las pancartas, en sentido tanto figurado como literal; 2. Minimizar la importancia de los elementos de su identidad política susceptibles de molestar a los aliados integristas de hoy; y en fin 3. tratar a estos aliados de circunstancia como si se tratara de aliados estratégicos, rebautizando de “antiimperialistas” a quienes tienen una visión del mundo que corresponde mucho más al “choque de civilizaciones” que a la lucha de clases. 9. Esta tendencia se ha agravado con el paso de una alianza en el contexto de una movilización antiguerra a una alianza electoral. La MAB no se ha sumado, ciertamente, como tal a la coalición electoral Respect, animada por los trotskystas británicos, al prohibirle sus principios integristas suscribir un programa de izquierdas. Pero la alianza entre la MAB y Respect se ha traducido, por ejemplo, en la candidatura en las listas de Respect de un dirigente conocido de la MAB, el ex-presidente y portavoz de la asociación. Al hacerlo, la alianza pasaba a un nivel cualitativamente superior, completamente criticable, desde un punto de vista marxista: si bien puede ser legítimo, en efecto, establecer “acuerdos estrictamente prácticos”, sin “ninguna obligación política” que no sea la acción por objetivos comunes -en este caso, expresar la oposición a la guerra llevada por el gobierno británico conjuntamente con Estados Unidos y denunciar la suerte infligida al pueblo palestino- con grupos y/o individuos que adhieren, por otra parte, a una concepción fundamentalmente reaccionaria de la sociedad, también es inaceptable para marxistas concluir una alianza electoral -tipo de alianza que supone una concepción común de cambio político y social- con este tipo de socios. Por la fuerza de las cosas, tomar parte en una misma lista electoral con un integrista religioso, es dar la impresión engañosa de que se ha convertido al progresismo social y a la causa de la emancipación de los trabajadores.... ¡y de las trabajadoras! La lógica misma de esta especie de alianza empuja a quienes se han comprometido en ella, frente a las críticas inevitables de sus competidores políticos, a defender a sus aliados del día y a minimizar, cuando no a ocultar, las divergencias profundas que les oponen a ellos. Se convierten en sus abogados, incluso padrinos y madrinas ante el movimiento social progresista. Es así como Lindsay German, dirigente central del Socialist Workers Party británico y de la coalición Respect, ha firmado en The Guardian del 13 de julio de 2004, un artículo calificado de “maravilloso” (”wonderful”) en la página web de la MAB. Con el título de “Una insignia de honor” (”A badge of honour”), la autora defiende enérgicamente la alianza electoral con la MAB, explicando que es un honor para ella y sus camaradas ver a las víctimas de la islamofobia volverse hacia ellos, con una justificación sorprendente -por lo menos- de la alianza con la MAB. Resumamos la argumentación: los integristas musulmanes no son los únicos en ser antimujeres y homófobos, los integristas cristianos lo son también. Por otra parte, cada vez más mujeres hablan por la MAB en las reuniones antiguerra (como en los mitines organizados por los mollahs en Irán, se podría añadir). Los fascistas del BNP (British National Party) son bastante peores que la MAB. “Ciertamente, prosigue Lindsay German, algunos musulmanes -y no musulmanes- tienen, sobre ciertas cuestiones sociales, puntos de vista que son más conservadores que los de la izquierda socialista y liberal. Pero esto no debería impedir colaborar sobre cuestiones de interés común. ¿Se insistiría en una campaña por los derechos de los gays, por ejemplo, en que todas las personas que participan en ella compartiesen el mismo punto de vista sobre la guerra de Irak?”. El argumento habría sido admisible si no se refiriera más que a la campaña antiguerra. Pero utilizado para justificar una alianza electoral como Respect, con un programa mucho más global que una campaña por los derechos de los gays y de las lesbianas, se hace completamente engañoso. 10. El electoralismo es una política a corto plazo. Para realizar un avance electoral, los troskystas británicos juegan, en este caso, un juego que perjudica los intereses estratégicos de la construcción de una izquierda radical en su país. Lo que les ha determinado, ha sido en primer lugar y ante todo, un cálculo electoral: intentar captar los votos de las masas considerables de personas salidas de la inmigración y que rechazan las guerras en curso llevadas a cabo por Londres y Washington (señalemos, de pasada, que la alianza con la MAB se ha hecho alrededor de las guerras de Afganistán y de Irak, y no alrededor de la de Kosovo -¡y con motivos!). El objetivo, en sí, es legítimo, si se traduce por la preocupación de ganar militantes entre los trabajadores y trabajadoras de origen inmigrante, por una atención particular prestada a la opresión específica que sufren, y en este sentido, poniendo en lugares destacados a militantes de izquierda que pertenecen a esas comunidades, particularmente en las listas electorales. En definitiva, todo lo que no ha hecho la izquierda revolucionaria francesa. Por el contrario, optando por aliarse electoralmente con una organización integrista islámica como la MAB, la izquierda revolucionaria británica sirve de estribo, de ayuda, a ésta para su propia expansión en las comunidades salidas de la inmigración, cuando debería considerarla como un rival a combatir ideológicamente y a circunscribir desde el punto de vista organizativo. Tarde o temprano, esta alianza contra natura se encontrará con algún escollo, y volará en mil pedazos. Los trotskystas deberán entonces enfrentarse a los mismos a los que habrán facilitado su expansión por el plato de lentejas de un resultado electoral, que no está claro además, que deba mucho a los socios integristas. No hay más que ver con qué argumentos los integristas llaman a votar por Respect (y por otros, como el alcalde de Londres, el laborista de izquierdas Ken Livingstone, aún más oportunista que los trotskystas en sus relaciones con la asociación islámica). Leamos la fatwa del jeque Haitham Al-Haddad, fechada el 5 de junio de 2004 y publicada en la página web de la MAB. El venerable jeque explica que “es obligatorio para los musulmanes que viven a la sombra de la ley de los hombres actuar por todos los medios necesarios para que la ley de Alá, el creador, sea suprema y manifiesta en todos los aspectos de la vida. Si no son capaces de hacerlo, se hace entonces obligatorio para ellos esforzarse por minimizar el mal y maximizar el bien”. El jeque subraya luego la diferencia entre “votar por un sistema entre un número de otros sistemas, y votar por elegir al mejor individuo entre un número de candidatos en un sistema ya establecido, impuesto a la gente y que no son capaces de cambiar en el futuro inmediato”. “No hay duda, prosigue, de que el primer tipo (de voto) es un acto de Kufr (impío), pues Alá dice `No corresponde a Ala legislar”, mientras que “votar por un candidato o un partido que gobierna según la ley de los hombres no implica aprobar o aceptar su método”. Se deduce de ello que “debemos participar en la votación, con la convicción de que intentamos así minimizar el mal, a la vez que sostenemos la idea de que el mejor sistema es la Charia, que es la ley de Alá”. Siendo el voto lícito, se plantea entonces la cuestión de saber por quién votar. “La respuesta a tal cuestión requiere una comprensión profunda y precisa de la arena política. Por consiguiente, creo que los individuos deben evitar implicarse en este proceso y confiar más bien esta responsabilidad a las organizaciones musulmanas eminentes (...). Incumbe pues a los demás musulmanes aceptar y seguir las decisiones de esas organizaciones”. En conclusión de lo cual, el venerable jeque llama a los musulmanes de Gran Bretaña a seguir las consignas electorales de la MAB y termina con esta oración: “Pedimos a Alá que nos guíe en el buen camino y conceda la victoria a la ley de nuestro Señor, Alá, en el Reino Unido y en otras partes del mundo”. Esta fatwa no necesita comentarios. La oposición profunda entre los propósitos del jeque solicitado por la MAB y la tarea que se fijan los marxistas, o deberían fijarse, en su acción hacia las poblaciones musulmanas es flagrante. Los marxistas no podrían intentar recoger votos a cualquier precio, como políticos oportunistas dispuestos a cualquier cosa para ser elegidos. Hay apoyos, como el del jeque Al- Haddad, que son regalos envenenados. Hay que saber desautorizar a aquellos de quienes provienen: la batalla por la influencia ideológica en el seno de las poblaciones salidas de la inmigración es de una importancia mucho más fundamental que un resultado electoral, por satisfactorio que sea. La izquierda radical, de una parte y de otra del canal de la Mancha, debe volver a una actitud conforme al marxismo del que se reivindica. A falta de ello, la influencia de los integristas sobre las poblaciones musulmanas puede llegar a un nivel del que será muy difícil hacerla retroceder. El foso entre estas poblaciones y el resto de los trabajadores y trabajadoras en Europa aumentaría por ello, cuando la tarea de reducirlo es una de las condiciones indispensables para sustituir el combate común contra el capitalismo al choque de las barbaries. 15 de octubre de 2004 www.alencontre.org Gilbert Achcar es politólogo. Profesor en la Universidad de París-VIII y el Centro Marc Bloch de Berlín. Entre sus últimos libros están: Le choc des barbaries (Complexe, 2002; 10/18, 2004) y L"Orient incandescent (Page deux, 2003). Una versión anterior de este artículo fue publicada en ContreTemps (París), n° 12, febrero 2005. Traducción: Alberto Nadal
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Palestina

Reflexiones sobre la victoria electoral de Hamás

“La gestión catastrófica de la política estadounidense, bajo la dirección de Bush, en Medio Oriente- coronando decenios de decisiones imperiales plenas de miopía y de “torpezas”- no ha dejado de proporcionar todos estos amargos frutos”. 1) La aplastante victoria electoral de Hamas no es sino uno de los productos de la contínua utilización –desde los años 1950- hecha por los Estados Unidos, en el mundo musulmán, del integrismo islámico como arma ideológica contra, a la vez, el nacionalismo progresista y el comunismo (los PCs estalinistas). Todo ...
Estados Unidos

La posición de la “reorganización estratégica” frente a los partidarios del “Out Now”

[Este artículo se dirige, ante todo, al movimiento antiguerra de Estados Unidos. Sin embargo, nos parece muy útil para la reflexión de los militantes comprometidos en esta actividad similar en Europa]. Cualesquiera que sean los límites del llamamiento del representante demócrata de Pensilvania John P. Murtha a retirar las tropas de los Estados Unidos de Irak, –límites ya subrayados en el precedente artículo (ver www.alencontre.org/page/Irak-USA/IrakMurthaAchcar11_05.htm)- hay que subrayar que para la mayoría de los demócratas y para la admin...
En el décimo aniversario de su muerte

La actualidad de Ernest Mandel

Ernest Mandel murió el 20 de julio de 1995, en la mitad del último decenio del siglo XX. Era un momento de reflujo del movimiento marxista internacional, en plena ofensiva neoliberal del capitalismo mundial, cuando Clinton continuaba el trabajo comenzado por Reagan y los socialdemócratas europeos iban pronto a continuar lo que sus competidores conservadores habían comenzado. Los Estados de origen estalinista se habían desmoronado, mostrando de un modo tan impresionante como imprevisto, la "teoría del dominó", en sentido inverso. Una masa de ide...