El 7 de abril ha fallecido en Madrid Ángel García Pintado, víctima de un cáncer de colon. Persona de largo recorrido en el mundo del periodismo (fue el primer director de la revista satírica Hermano Lobo, promovida por Chumy Chúmez), del teatro, de la novela y de la poesía, quienes le conocimos desde los tiempos del tardofranquismo le consideramos siempre un compañero y amigo de lucha de nuestra corriente política. Fue colaborador asiduo de viento sur, en donde publicó artículos sobre diferentes materias, pero especialmente sobre las vanguardias artísticas desde la Revolución rusa hasta la actualidad. Uno de sus libros, El cadáver del padre (Artes de vanguardia y revolución), editado por Akal en 1982 y reeditado en 2011 por Los Libros de la frontera, puede ser considerado el más relevante de cómo articulaba crítica política y crítica cultural. También, un artículo que escribió en el número 136 de viento sur, dedicado a recordar el 150 aniversario de la Primera Internacional, titulado “Marxismo + anarquismo= surrealismo”, nos ofrece una buena muestra de cuáles fueron su esfuerzo y su pasión por transformar el mundo y cambiar la vida.

Alguien que le conoció hace apenas dos años le ha definido como “tremendamente locuaz, simpático y vitalista”. Y, en efecto, así era, como podemos dar testimonio Pepe Gutiérrez Álvarez y yo mismo (y antes Miguel Romero) que, aunque de forma intermitente, mantuvimos una muy buena relación de amistad y disfrutamos de largas conversaciones con él. Solo lamentamos no haberle acompañado de cerca en la última etapa, la más dura, de su vida. Desde viento sur le tendremos siempre en nuestro recuerdo y enviamos a su compañera Sylvie y a su familia un gran abrazo.

En la reseña que Pepe Gutiérrez-Álvarez hizo de “El cadáver del padre” de Ángel García Pintado, publicada en Viento Sur, también nos ofrece una mirada de la larga trayectoria del autor.

08/04/2020

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