El pasado mes de abril el colectivo Sanfermines78: gogoan! editó el libro que señalamos, dentro de decenas de iniciativas que se están realizado en este año para conmemorar el 40º aniversario de los sucesos de Sanfermines de 1978. Como su título indica, pretende relacionar el período de la Transición con la represión brutal que sufrió en Euskal Herria el movimiento popular y los partidos y colectivos que se oponían a la dictadura y luchaban en términos de ruptura democrática. Dentro de las organizaciones, el nuevo movimiento feminista que se había estrenado en el año 1975, creando las asambleas feministas, pretende ocupar un lugar importante en la oposición y en contra los planes de la casi extinta dictadura.

En la contraportada, a modo de diccionario de urgencia, se definen las tres palabras que sirven de título:

“FEMINISMO: mujeres rompiendo los rancios y sumisos roles en los que se las había encerrado durante cuarenta años.

TRANSICIÓN: Juego de trileros en el que nos vendieron mercancía franquista usada a precio de democracia.

SANFERMINES 78: la infamia de quien llamó al crimen error –Martín Villa- y lo cubrió todo de impunidad.” Cabe recordar que en ese día la Policía asesinó a Germán Rodríguez, de 23 años, militante de la LKI.

Hablamos con la autora, en vísperas de los Sanfermines, sobre esta publicación.

VS. A primera vista puede parecer que este es un libro de encargo, en el que os habéis empeñado en introducir el feminismo, en los análisis de la Transición en Euskal Herria. ¿Realmente piensas que el movimiento feminista ocupaba un cierto papel en estas fechas que se pueda relacionar, tanto con los sanfermines, como con el proceso que luego se llamó Transición?

Begoña Zabala. Pues no, no es un encargo, sino más bien todo lo contrario, un ofrecimiento. Los análisis que se hacen desde este colectivo sanfermines78:gogoan!, y el interés y el intento, desde una óptica francamente radical, de vincular este ambiente de represión y acoso total a las fuerzas de izquierda y rupturistas con la imposición del modelo de Transición, que va perpetuar en gran parte el modelo de la dictadura, son sin duda una buena puerta de entrada para la profundización en este tema de la Transición. Ahora, desde luego, el régimen del 78 está en el candelero, -para denostarlo, claro- e incluso vive un cierto éxito. Quienes cuestionan este sistema y su imposición, son los movimientos que estaban luchando en otros ejes en contra de la Dictadura y los partidos y fuerzas sindicales, que apostaron desde el principio por la ruptura. En ello, sin duda está aquel movimiento feminista incipiente, pero muy radical, autónomo, asambleario, enfrentado a la Dictadura, y en especial a su ideología....

Así que pensé, que era un buen ofrecimiento para el colectivo y para la campaña sacar a la palestra el feminismo y vincularlo a aquellas luchas que pusieron en la picota al propio Régimen.

VS. En esas fechas de las que hablamos, en el año 1978, ¿existe un movimiento feminista organizado, con reivindicaciones y demandas para las mujeres? Se tiende a pensar que el debate de la Transición fue un debate entre los partidos, los sindicatos mayoritarios y las grandes instituciones del Estado, o sea la Iglesia, el Ejército, los viejos poderes del Estado franquista.... y por otro lado la movilización popular que apoyaba esto que luego se han llamado el régimen del 78. Poco se habla y se señala de un movimiento feminista activo y opositor.

B.Z. Precisamente ese es uno de los objetivos importantes. Señalar y visibilizar cómo el feminismo, ya desde finales del año 1975, empieza a ocupar un espacio importante en el campo de los movimientos y en el de la movilización contra la Dictadura. Además, ha empezado una andadura importante y ya en el año 1978, año en el que ya han pasado y están pasando muchas cosas en el mundo de la “alta política”, está opinando y movilizando con mucha fuerza y mucha radicalidad.

Hay que ver que para el año 78 ya se han realizado las I Jornadas de Euskal Herria (Leioa, diciembre de 1977); se han realizado la primeras elecciones generales, en junio de 1977, todavía con partidos en la ilegalidad; se han firmado los Pactos de la Moncloa. Y sobre todo se está en un debate muy interesante, por parte de las más altas élites políticas, es decir, de los partidos políticos que firman la Transición, sobre el Proyecto de la Constitución, que ya lo han acordado, aquellos 7 padres que lo pergeñaron.

Por esto, es muy oportuno recordar lo que señalaba el movimiento feminista en este momento, tanto en las reivindicaciones como en el proyecto de la Constitución, pues se iban a sentar las bases de un nuevo sistema. Y es entonces cuando tenemos que recordar que este movimiento feminista al que estoy haciendo referencia se decantó claramente en contra de la Constitución y llamó a votar en contra.

En concreto, y para el ámbito de Nafarroa, hay un panfleto de EAM (Emakume Asakapenaren Mugimendua-Movimiento de Liberación de la Mujer), que lo editan antes de estar definitivamente aprobado el proyecto, con el significativo título de “No podemos apoyar una Constitución que legaliza nuestra opresión”.

Los frentes más importantes del ataque al texto constitucional se basan en los pilares de la opresión, muy bien situados: la familia patriarcal y la maternidad como imposición a las mujeres y correlato de la sexualidad. Esto después de señalar directamente que la Constitución no habla para nada de las mujeres. Evidentemente está redactada en masculino, y solo utiliza la palabra mujer en dos ocasiones. En todo caso, se señala, ninguna de las revindicaciones está ni siquiera presente o mal tratada: el divorcio, la violencia machista, la libertad sexual, el aborto,...

VS. La vinculación de este movimiento feminista con los sanfermines del 78, ¿te da una oportunidad para analizar también los espacios de las fiestas sanfermineras, en concreto, en esa época? ¿Estaba ya el feminismo en danza en el año 1978 y se notaba esto en las fiestas y en las cuestiones más cotidianas, por así decirlo, y menos políticas?

BZ. Antes de seguir adelante quiero hace un apunte importante, pues yo me refiero, esencialmente al feminismo que nace en ese momento, como parte de lo que se denominaron los nuevos movimientos. Es un feminismo asambleario, autónomo, radical, enfrentado a la dictadura, especialmente en su vertiente de opresión patriarcal, contestatario, descarado,... Y además está en relación, mediante coordinaciones y acciones conjuntas, con otras asambleas, en Euskal Herria, y también con organizaciones del Estado español. Obviamente hay otras organizaciones, que se reclaman feministas o de mujeres, pero tienen otras connotaciones.

En este sentido, y en relación a los sanfermines, me sirve mucho de conexión el libro editado en el año 1979, titulado El espacio de la fiesta y la subversión. Análisis socioeconómico del Casco Viejo de Pamplona, coordinado por Antonio García Tabuenca, Mario Gaviria y Patxi Tuñón. En este estudio participan al menos cuarenta personas, entre las que precisamente se encuentra Germán Rodríguez, que participó en su elaboración y fue muerto antes de su publicación. Tiene un capítulo dedicado al espacio de lo Viejo como el de la fiesta y la subversión. Y esta es precisamente la conexión con el feminismo, que en esos precisos momentos está también reclamando la calle y la fiesta, como elemento importante de liberación. Por lo que supone de espacio público y por lo que supone de enfrentar la dicotomía espacio público y espacio privado. La calle, noche, también son nuestras es un eslogan feminista que ya se está gritando por las manis. Y empieza una ocupación de la calle, que en sí misma, esto ya es subversión.

Es además un momento en el que las fiestas empiezan a reorganizarse de otras formas. Sanfermines ya eran unas fiestas bastante populares, pero eso sí, muy masculinas y pensadas para los hombres y los jóvenes. En todas estas fiestas, es un clásico en toda Euskal Herria empezar a sacar las consignas políticas en los festivales de música y en los conciertos. Reivindicar la Amnistía esta en todo los órdenes del día de las fiestas. Independencia también. La reivindicación del euskara. Es decir, el espacio de la fiesta, no solo aquí, en lo viejo, sino en muchos de nuestros pueblos, es el que hace transitar la subversión.

Así que las feministas se encuentran con un espacio más que abonado para ir a por esos espacios. Y en estos reivindicar su sitio, y unas fiestas sin machismo.

También señalan los grupos feministas, y en estos el colectivo EAM una vez más lleva la batuta, que este modelo de fiestas que es muy masculinizado y muy popular, conlleva que para que los hombres y los jóvenes se divierta tantos días y tantas horas, requiere de una mujer en casa, o de dos muchas veces, pues las tareas cotidianas, y más en fiestas, se multiplican enormemente. Así que de paso, denuncian las dobles jornadas.

VS. ¿Participan en algo las mujeres en los sanfermines? ¿Están en las fiestas? ¿Qué pasa con las Peñas de los mozos?

BZ. Este es el otro tema que termina de cerrar el círculo de las fiestas populares y la participación de las chicas y de las mujeres. Y es además un tema muy curioso cómo se enfrentan los grupos y las feministas a él.

Sin ninguna duda sanfermines tiene unas protagonistas que son centrales en estas fiestas, y son las Peñas. Las Peñas de los mozos como dices. Son un montón de Peñas, que en los sanfermines ocupan un espacio y una actividad muy importantes. Lo locales se convierten en espacios públicos, donde se puede ir a beber y a bailar. Las propias Peñas van a la corrida de toros, con sus txarangas y hacen un paseillo de ida y un recorrido de salida, cuando finaliza, la corrida. Durante todo el día las txarangas van amenizando la ciudad. Pues bien, en estas Peñas en el año 1977, sólo 3 de 13 peñas admiten a mujeres como socias. En las otras las mujeres no podían entrar por derecho propio.

El agravio no queda ahí, pues cada Peña elige una madrina –que obviamente suele se la mujer o la novia de un socio- y ellas aparecen el día de la fiesta de las peñas, antes de sanfermines, y son presentadas en sociedad y ya está, termina su papel.

Así que en el mismo año 1978 nos encontramos con que en el festival de las Peñas, en la Plaza de Toros, el día 1 de julio, se presentan un grupo de feministas, no muy numeroso, con una pancarta, no muy grande, en la que se lee “Madrinas, kanpora”. Cosa que no gusta ni a madrinas, ni a mozos. Pero ahí empieza el debate y en tres años más o menos las mujeres son socias en casi todas las peñas y la figura de la madrina desaparece.

EAM, el colectivo feminista, una vez más, lanza sus palabras furibundas frente los mozos de las peñas señalándoles que solo las quieren para usarlas como mascotas y como figurín, pero que no puede ser socias y se pasan los días lavando ropas blancas y haciendo comidas y meriendas para diversión mayoritaria de los hombres y de los chicos.

VS. Lo que sí se pudo ver en Sanfermines del 78 fue una represión brutal, generalizada, inusual en ese sentido. Además la contestación a la entrada en la plaza de toros fue brutalmente reprimida, no solo en Iruñea, sino en el resto de Euskal Herria, hecho que produjo otro muerto en Donostia, Joseba Barandiarán. ¿Cómo enfocas el tema de la represión en el libro?

BZ. Yo creo que hablando de estas fechas siempre hay que hablar de que la represión era muy fuerte. La contestación de los sectores que se oponen a los planes de lo que será el nuevo régimen, es golpeada a fuego y sangre. No sólo en Euskal Herria, en todo el Estado. Allí donde hay oposición que no entra en los planes de los que firmarán la Constitución y la transición, la represión se produce con intenciones genocidas. En ese sentido desde sanfermines 78: gogoan! y desde otras organizaciones memorialistas y de exigencias de responsabilidades, se ha realizado un análisis notable de esta realidad y de sus consecuencias.

Dicho esto, a mí me interesaba entrar en el tema de la represión desde una perspectiva feminista. Tanto desde vertiente de la represión política, dirigida contra las mujeres, como una auténtica violencia sexual y sexista, a la vez, obviamente que política. Como desde la vertiente de la represión y la violencia machista contra las mujeres en todos los ámbitos, fuera de la violencia más directamente institucional policial o parapolicial.

En este sentido, y como paradigma, aparecen las fotos famosísimas de Amparo Arangoa, torturada en el cuartel de la guardia civil, de Tolosa, por el capitán Muñecas, que recorrieron todos los periódicos y revistas de la época, bajo el título de “Enseñar el culo con dignidad”.

También trato de recoger algún relato de mujeres en cárceles, pues el movimiento feminista se hace eco de la situación específica que padecen las mujeres. Y de señalar lo importante que fue en este momento la consigna de Amnistía para las mujeres, que hacía referencia a los delitos específicos de mujeres, esto es, delitos de prostitución, aborto y adulterio.

Y, por supuesto, se visibiliza lo que supone para las mujeres la violencia sexual y machista contra las mujeres, que es uno de los grandes retos del movimiento feminista.

Si a los movimientos rupturistas que lucharon contra la dictadura se les reprimió a sangre y fuego en esta época, como un continuum de la épocas más duras de la Dictadura, a las mujeres se las reprime en el ámbito privado, e individualizado, por medio del ejercicio permanente de la violencia machista, en todas sus expresiones. Es una violencia de domesticación que también sirve para paralizar de forma individualizada las luchas por la liberación de las mujeres.

Para terminar, y dejando muchas cosas para que las lectoras y lectores lo lean directamente en el papel, solo me gustaría cerrar diciendo, que yo era militante de LKI en esas fechas. Estaba en la plaza de toros el día que irrumpió salvajemente la policía escudada en la entrada de los txikis. Era la primera vez en mi vida que acudía a la plaza. Conocía ligeramente a Germán. Y este ha sido mi ofrecimiento como he dicho: hablar desde el feminismo de estos sucesos. Hay otro ofrecimiento y promesa que hice al día siguiente de su asesinato, y con otras muchas personas lo repetimos, por lo menos, cada 8 de julio: Germán, Joseba, gogoan zaituztegu (Os recordamos, German, Joseba). Herriak ez du barkatuko (El pueblo no perdonará).

04/07/2018

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